lunes, 22 de octubre de 2012

No es sencillo ser bruja en esta época: entre wiccanas y otras vueltas a la estrella, te veas.





Como todos mis amigos saben, este blog es el salón de conversaciones de mi mente. De hecho, la imagen es bastante exacta a lo que sucede en el proceso de redacción de cada entrada: observo mis vivencias desde esa perspectiva de lo levemente surreal de lo cotidiano y en consecuencia, cuento una pequeña historia. Satirizo, bromeo, doy mi opinión, pero en general, cada entrada - historia - es una pieza de la realidad de mi vida, creandose caótica a través de las palabras.

Hoy, recibí la crítica de quién fue una de las protagonistas de una de mis entradas, "No es sencillo ser bruja en esta época: De locuras y otras extravagancias ( Y una bella camisa )" que puedes leer aquí. La chica, una wiccana de tradición, pareció muy ofendida porque reproduje de manera satírica nuestra primera conversación y entre cosas, me acusó de irrespetuosa por haber criticado sus creencias de una manera que a su juicio fue poco menos que "grosera". Siendo que, dudo que quiera recibir un correo mio o algo semejante, responderé desde esta puerta pública -y salón privado de mis reflexiones - su argumento y explicaré mis razones para escribir lo que escribí. Obviamente, podría no hacerlo y tomar lo ocurrido como otra de las numerosas anécdotas de este blog, pero me parece importantisimo, en esta oportunidad hacer un par de acotaciones al respecto.

Desde que decidí comenzar a redactar este blog - y el anterior, que cerré por razones personales - mi intención ha sido mostrar la cara más amable, cotidiana y sencilla de la Religión que practico. Brujería es una palabra muy fuerte para algunos, incluso temible.  Crecí aprendiendo a no decirla, a evitar explicar en que consistían mis creencias y a ocultar mi pentáculo por "precaución". No es agradable ni bonito, escuchar constantemente una serie de conceptos equivocados y la mayoría destructores, de lo que consideras más sagrado, de los que consideras parte esencial de tu educación tradicional y personal. De manera que siempre tuve muy en claro, que había que hacer algo, cualquier cosa para expresar mi opinión, para mostrar lo hermoso, lo humano, lo familiar, lo cálido de una tradición tan vieja como sencilla, tan profunda como personal. Y el mejor vehículo que encontré fue por supuesto, escribir sobre ella.

Mi anterior blog, fue un intento bastante ingenuo de llevar a cabo este primer proyecto. De hecho, fueron 1450 entradas de rituales, explicaciones más o menos comprensibles sobre perspectiva religiosa, debates y argumentos sobre la divinidad Femenina, investigaciones, recopilaciones, transcripciones de rituales. Fue una experiencia muy grata...que lamento decir no terminó bien. ¿Y por qué no? Justo porque cometí el mismo tipo de errores que comete los seguidores de la Wicca que conocí, con quien intenté relacionarme siendo más jovencita y de quién terminé alejándome por no comprenderlos. En mi blog, hablé de mis creencias como algo alejado de mi misma, como una especie de acumulación de datos e historias académicas que parecían no formar parte de quién soy, sino de manera tangencial. Recibí comentarios de fanáticos religiosos, de creyentes wiccanos, de discutidores de oficio. Pero nunca hubo interacción. ¿Como podría haberla? Simplemente era un gran anecdotario sin otro valor que el de recopilar y conservar datos. ¿Pero era eso lo que deseaba al crear un lugar semejante? ¿Al dedicar buena parte de mi tiempo a investigarlo? En realidad, no. Casi de manera inevitable,  al cabo de un tiempo, el blog decayó y murió, por el simple hecho de carecer del elemento que creo es esencial en cualquier cosa que pueda mostrar nuestra vida: verdadera identidad.

De manera que lo cerré. Fue un momento duro, deprimente. Había dedicado casi tres años de investigación al site y perderlo fue poco menos como admitir que algo había fallado. ¿Pero qué? Me llevó un tiempo entenderlo y fue casi de manera gradual: había fallado por el que el blog no hablaba de una bruja. Hablaba de fechas de celebración, rituales tradicionales, elementos, un puñado de conocimientos. ¿Pero había algo de mi, de la mujer, de la creyente en la Brujería en esa larga colección de entradas? En realidad no. Pocas veces hablé de la que escribía, de la que durante horas redactaba entrada pensando como hacerlas más comprensibles, de las que adaptaba rituales para hacerlos realizables para todo el que deseara hacerlo. Y descubrí que allí, justo allí, esta el meollo del asunto. Para humanizar la palabra Brujeria, para darle un rostro a la bruja, tenía que comenzar a hacerlo de manera directa y sencilla. Más allá de las palabras rebuscadas, más allá de los largos artículos de investigación, estaba la mujer que había crecido pensando que Dios era una mujer, que llevaba el pentáculo desde niña, que celebraba La Luna en casa cada mes, que va a los mercados para comprar sus hierbas y las clasifica con dificultad. La mujer, que sin duda, amaba su identidad social y cultural. La mujer, que en resumidas cuentas, era yo.

Y así nació, este, su blog de confianza. La aventura ha sido larga y dura, pero satisfactoria. He logrado vencer mi propia timidez - miedo en ocasiones - y hablar de mis creencias y quién soy con toda libertad. Y que hermoso ha sido! Que profundamente significativo ha sido para mi, invitar a mis amigas a rituales, leer para ellas las cartas del Tarot, hablarles sobre mis creencias con toda libertad. Que extraordinario ha sido leer sus comentarios y sobre todo, asumir que esta parte de mi vida, es tan fuerte y libre como mi yo escritora o mi fotografa. Todas las mujeres que soy, en esta sensación de absoluto reconocimiento y paz.

¿Que me llevó a escribir la entrada que molestó tanto a esta chica? Que estoy convencida que la Wicca en nuestro país, como creencia pagana necesita una revisión. Más allá de la satira y el comentario burlón sobre la conversación que sostuvimos, está la critica de lo que está ocurriendo en esos pequeños grupos que solo conocen el paganismo a través de la web, a través de una serie de libros y rituales repetitivos. ¿Es la brujería, el wiccanismo, el paganismo, en cualquiera de sus vertientes solo eso? ¿Es solo llevar un enorme simbolo de plata al cuello, es solo una reunión en un parque público para fotografiarse, es solo esas páginas que repiten una y otra vez conceptos que parecen nunca tener mayor profundidad? Te pregunto amiga, ¿No sería idóneo, esencial que tus creencias fueran contigo a tu casa? ¿Que la brujería, la wicca no necesitara otra cosa que tu convicción en las ideas para existir? ¿Necesitas incluso llevar algún nombre? ¿Necesitas algo más que esa esencial e intima comprensión de ti misma para sentir el poder tu espiritualidad?

Te invito a ti, que tanto te molestó mi post y a todos el que simplemente sienta que se puede identificar con lo que escribo, a analizar la idea, a crear algo más allá de lo simple, de lo superficial y a simple vista. Porque para mí, allí radica el verdadero poder de construir un sistema de creencias, una forma de fe. Y quizás, allí radique la verdadera trascendencia.

C'est la vie.


4 comentarios:

Elanih dijo...

Buena entrada querida, buena exposición, clara y precisa. Este relato me hizo conocer un poco más de la Aglaia que le gusta tomar fotos, leer y tomar café... No me imaginé que practicabas el wiccanismo, conozco poco, pero de lo que se me parece interesante. Te felicito por vencer tu timidez y escribir desde tu punto personal.

Miss B dijo...

Hola hermosa! En realidad practico un tipo de brujería Europea familiar, por herencia. Pero no veo mayores diferencias en esas cosas. Al final es una forma de fe.

jajaja Estoy muy feliz te haya agradado lo que escribí y gracias siempre, por leer y comentar <3!

Janendra Cien Pájaros dijo...

Yo entiendo muy bien este asunto de la bisutería fina en la wicca. Yo practicó la santería y, luego de darme muchos topes con el enorme machismo que frena a las mujeres en esa religión, este año me uní a un grupo de paganismo. Tuve contacto con dos grupos: uno de wicca y este de los paganos en que finalmente me quedé. Hay cosas que me encantan, estamos haciendo un asunto de sanación emocional que me fascina, pero hay otro que me fastidia terriblemente y es el punto de la bisutería fina. Yo aprendí que la magia es sencilla, no requieres grandes cosas para trabajar y acá me encuentro con la lista de útiles que necesitan todos sí o sí. Pentáculo, caldero, varita mágica, bastón de poder, daga, espada, libro de las sombras, ropa ceremonial, capa, nombre mágico, etc., etc. Yo que soy una mujer de pocas cosas que odia juntar cachivaches, me he visto confrontada a lo que yo llamo la religión de las manualidades. Tiro por viaje, en cada fiesta, se hace un taller con una manualidad que puede ser linda, pero que siendo objetivos no sirve para nada. Esa parte me exaspera y soy renuente a muchas cosas que para mi carecen de significado real. ¿Para qué necesito tantas cosas que a mí no me funcionan? Yo hecho mano de la máxima mística “las herramientas te llegarán en su momento” para no llenar mi casa de cosas lindas e inútiles.

Lo que yo si encontré en este grupo es justo lo que tú buscabas en el post de la camiseta. Personas que han vivido cosas similares, con quienes compartir y crear. Un lugar donde me siento aceptada con toda mi radiante rareza. Yo sigo haciendo mi propio camino, con mis diosas y mis dioses (que no son muy bien recibidos entre los paganos y los wiccas), y me divierto mucho en el proceso. Por cierto, a mí si me que gustaba tu blog anterior, había muchísima información para todo el que quisiera leer. Por eso me alegró mucho encontrarte de nuevo. Aunque es verdad lo que dices, en el otro blog te sentía totalmente distante e inaccesible. Acá te siento más cercana, una mujer real, como cualquier otra.

Miss B dijo...

Hola Janendra!

En mi caso ha sido que todas mis herramientas mágicas, son heredadas, artesanales y de confección doméstica. Me resultó realmente extraño y artificial tener que "vestirme" de bruja, o que mis rituales deberían contener objetos e invocaciones señaladas por otros. Partes de mis primeros encontronazos con la Comunidad Wicca de mi país - o parte de ella - fue justamente por temas al uso de rituales o de qué manera hacerlos. Actualmente, la comunidad Wiccana de mi país comienza a madurar y pienso que quizá en algunos años, lleguen a la conclusión Universal: La magia más antigua y poderosa de todas, está dentro de ti.

Y hablando de madurez ajajaja justamente creo que ese proceso de crecer y hacerme mujer, fue lo que hizo cerrara mi anterior blog y abriera este. Fue un proceso largo pero satisfactorio que me siento honrada de compartir con todos mis lectores, viejos o nuevos.

Un millón de gracias hermosa, por leerme antes y ahora. No tienes idea de la felicidad que eso me hace sentir. Besotes enormes para ti!

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