sábado, 13 de octubre de 2012

La cocina mágica. De la semilla al trigo, del trigo al pan.




Indudablemente, cocinar es un acto mágico. Ya sea por el hecho de combinar elementos aparentemente distintos para crear algo totalmente nuevo o por el hecho primitivo de procurar alimento a través de nuestras habilidades, la cocina por mucho tiempo, fue considerada misteriosa e incluso, inquietante. Antiguamente, sobre todo en las tradiciones mágicas europeas, cocinar era considerado un proceso de transformación que utiliza los cuatro elementos: Tierra (la comida misma, la cual brota de nuestro planeta), Fuego (la fuente de calor, llama, solar, electricidad) agua, ( el vapor que surge de la sustancia caliente) y Aire. A través de los elementos, el cocinero mágicamente preparaba alimentos nutritivos procuraba placer. Magia antigua que todos, incluso el más escéptico, podía comprender.

La cocina primitiva utilizaba el Fuego, por supuesto. Los vegetales, y con menos frecuencia la carne, se tostaban en estacas duras y calientes. Los líquidos se calentaban en recipientes hechos de cuero o madera, sobre piedras calentadas en el fuego. No había despensa, todos los alimentos se obtenían de los campos y los bosques.

Las cocinas, raramente estaban inactivas. Calderos con caldos hirviendo colgaban sobre fuegos con olor a roble en enormes chimeneas abiertas. Cestos repletos de frutos, vegetrales, raíces silvestres, jarras con hierbas, harinas, nueces, aceites, miel y vinagre se alineaban en los estantes, esperando ser utilizados, y el aire estaba impregnado de los deliciosos olores de la comida que se estaban preparando.

Debido a esta herencia histórica, el cierto sentido el cocinero es como el dios o la diosa que posee calderos mágicos de los cuales la comida fluye en cantidades milagrosas. Aunque el arte de cocinar hoy en día podría considerarse una tarea desagradable, puede ser una aventura emocionate, satisfactoria e impregnada de antiguos rituales y tradición.

Hay muchos conocimientos tradicionalmente mágicos que protegen a la cocina, el cocinero y la comida que se prepara. Uno de los más agradables consiste en plantar Aloe en una ventana soleada de la cocina. Esta planta se ha utilizado desde tiempos muy antiguos para aliviar quemaduras y raspaduras, por lo que suele ser simbolo de armonia y curación.

Otra protección popular es un bulbo de ajos, cebollas o pimientos. Estos bulbos se pueden comprar en tiendas de alimentos o en mercados y no son solo elementos protectores, sino que además son muy decorativos. Si cuelga uno de estos vegetales en la cocina con propósito protectores, no lo use nunca como alimento, debido a que absorberian toda la energía inarmónica y podrían en peligro todo aquel que los comiese.

Una cabeza de ajo o de cebolla colocada en el alféizar de la ventana de la cocina es también una estupenda protección. Cristales emplomados ( espejos ) que reflejen el sol colgados en una ventana soleada en la cocina son también excelente elementos protectores.

Simbolos tales como pentáculos, cruces solares y corazones se pueden pintar, grabar o marcar con tiza, o dibujar, con los dedos mojados con aceites perfumados, en las canastas, alacenas, utensilios, sartenes y pucheros, incluso en los platos.

Algunos conjuros son indicados para evitar el hambre en el hogar. Uno de ellos consiste en llenar una jarra con alfafa y colocarla en la despensa. Mientras esté allí. según la tradición Italiana la familia no pasará hambre. Otro consiste en colocar dos trizos de raíz de lirio ( Acoros Calamus ) en algún lugar de la cocina. Tanto éste como el de la alfalfa protegen contra la pobreza.

Para proteger la comida de la contaminación se puede fabricar una botella de magia casera. Poner tres agujas, tres alfileres y tres clvos dentro de un tarro, llenarlo con sal, taparlo fuertemente, sacudirlo con vigor nueve veces y derramar cera roja en la tapa. Colóquela en la depensa en un lugar donde no se vea.

Los utensilios de la cocina tienen naturaleza mágica. En tiempos pasados todas las cocinas tenían un mortero, era el principal elemento para moler y pulverizar, el cual ha sido reemplazado por batidoras, trituradoras y otras máquinas para moler.

Tanto el mortero como su mango son muy ricos en simbolismos. El mortero o base cóncava representan el principio femenino de la creación, mientras que el mango simboliza el principio masculino. Juntos crean el cambio.

Hay otros tres utensilios culinarios - coladores, tamices y escurridores - que tienen una larga historia mágica. Si se cuelgan o se colocan con propósitos protectores, mantienen la cocina segura. Antiguas Tradiciones dicen que para disipar las pesadillas hay que colocar un tamiz cerc de la cama mientras se duerme. Los agujeros difuminan el exceso de energía que pudiese atormentar la mente o el subconciente.


En las paredes de la cocina se pueden colgar moldes de cobra para adornarla con sus ricos olores. El cobre está regido por Venus, el planeta del amor. Estos moldes por tanto traerán vibrciones amorosas a la habitación.

Los trípodes se han usado en las cocinas durante muchísimos años. Los potes calientes se colocaban sobre utensilios de metal con tres pies ( de aquí el nombre), los cuales con frecuencia se encontran en las ruinas de las cocinas antiguas. Trípodes de hierro fundido son ya difícil encontrarlos, aunque conservan su simbolismo en escobas (simbolo de la domesticidad, limpieza y protección ), corazones ( que representan amor y protección ), pájaros ( creatividad y libertad), Flores, (pasíón) y pentáculos ( protección

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