sábado, 27 de octubre de 2012

Terror del bueno, a gritar todos: Mis diez películas de Terror Favoritas






Hablar sobre cual es la mejor película de terror es complicado: para cada quién el miedo es algo distinto y es esa idea de lo abstracto de lo que te produce miedo - o no - lo que hace muy difícil clasificar una película que pueda provocarselo a todo el mundo. Hay a quien la vista de sangre petrifica mientras que a otros - como a mí - el miedo se encuentra en lo que se insinúa, en lo que no puede verse, en que parece arrastrarse por el rabillo del ojo. De manera que esta lista solo recopila mis personales favoritas en el ámbito de terror: Tal vez no incluya algunas que parecen obvias o al contrario, otras que son imprescindibles en cualquier lista de cinéfilo adicto al terror que se precie. Cual sea el caso, debo decir que cada una de ellas me asombró - asusto, lo admito - lo suficiente como para recordarla después y de hecho, creo que ese es el requisito imprescindible para pertenecer a mi recopilación.

¿Cuales serían esas películas?  ( Como siempre, vamos del diez al nueve para hacerlo más interesante )

10) El Exorcista del director William Friedkin                         

La vi siendo muy niña - tendría unos 7 años cuando la vi por primera vez, a escondidas claro - y recuerdo que lo que más me aterró no fueron los gritos escalofriantes, las escenas desconcertantes o ese sublime Leivmotiv con el Padre Lankester Merrin recitando latinazos a gritos mientras la niña poseída flotaba por los aires. Me asustó desde luego, la idea de "Basado en un hecho real". Más adelante claro, comprobaría que la afirmación es poco menos que verídica pero aún así, el Exorcista, con su terror in crescendo, sus escenas largas e inquietantes, una estética dura y casi cruda continúa siendo de esas películas que me producen sobresaltos. Además, la película posee una mitología propia: desde muertes inexplicables ocurridas entre el elenco hasta rumores sobre sucesos inquietantes que ocurrían en el plató de filmación. Toda una leyenda urbana fílmica que ha envejecido lo bastante bien como para provocar escalofríos incluso al amante del terror más curtido.

9) El fotográfo ( The Shutter, en su traducción Americana ) de los directores  Banjong Pisanthanakun y Parkpoom Wongpoom

Como suele suceder con las grandes películas, vi esta por mera casualidad. Un buen amigo me la obsequió en su versión original, creyendo de manera muy ingenua, que tenía algo que ver con alguno de mis fotógrafos preferidos. La confusión resultó tragicómica porque a pesar del chasco inicial, lo que me encontré fue con una interesantísima película de terror que sorprende por momentos con su buen planteamiento y su inteligente puesta en escena. Resulta encomiable el esfuerzo de sus directores de jugar justamente con algo más que efectos visuales para provocar sobresaltos y escalofríos. Aunque la película tiene pequeños problemas de ritmo y en ocasiones parece caer en excesos de escenas explicativas en un intento por no dejar ningún cabo suelto, continúa siendo un producto muy sólido: Hay tramos enteros de la película que producen verdadera angustia y miedo y otros, donde la mera construcción de la trama produce genuino terror. Un interesante experimento visual que convirtió a sus directores en celebridades en su Tailandia natal.

8) El Ojo de los directores Oxide Pang Chun y  Danny Pang                                     .

Otra película asiática para mi lista de escalofríos fílmicos. El Film "Gin Gwai" ( El Ojo, en su versión original )  resultó ser una sorpresa en su natal Japón y se convirtió en una de las 10 películas más vistas del país. Tal vez por ello, es una de las más conocidas de este prolífico subgénero del terror que suele llamarse rayando en lo obvio "Terror asiático". No obstante, a diferencia de una serie de productos desdeñables que surgieron a partir de su éxito, la película "El Ojo" conserva una integridad enorme y un planteamiento fresco que sigue sorprendiendo - y sí, asustando - incluso al más cínico.

Y es que sin duda, el mayor acierto del "Ojo" es su capacidad para aterrorizar con un tema tan antiguo como siempre inquietante: La vida después de la muerte. El argumento, pretendidamente simple, juega con la imagineria  y el culto a los muertos de la sociedad Nipona, pero aún así y es uno de sus mayores méritos, lo trasciende para hacerse casi universal. Además, el guión y la puesta en escena ofrecen una historia que se sostiene con toda facilidad, a pesar de algunos golpes de efectos previsibles y uno que otro gazapo. No obstante,  debo decir, que está película me brindó una de esas secuencias magistrales de terror que nunca se olvidan: Esa ya famosa escena donde nuestra protagonista entra a un elevador...y pronto descubre que no está sola.

7) La Profecía, del director Richard Donner                                 .

También la vi de pequeña y quizá por ese motivo, sigue en mi lista de películas que me producen sobresalto. Muy probablemente era una niña muy impresionable, pero la historia del Anticristo, contada al estilo Thriller de suspenso, me cautivó. Porque si hay un elemento que inquiete en "La Profecía" es justamente esa dosis de cierta normalidad comprensible, esa cuidada estética que en ningún momento sugiere lo sobrenatural aunque lo contiene. Por supuesto que, todos los laureles se los lleva el actor Harvey Stephens , quién interpreta a un terrorífico Damian Thorne, el hijo del diablo, con una sutileza de miradas y gestos que resulta poco menos que asombrosos para sus jóvenes seis años. El guión, lleno de giros argumentales sólidos y bien sostenidos, nunca aburre a pesar de sus escenas explicativas que en esta ocasión, sostienen la trama en lugar de ralentizarla. La banda sonora - dirigida por un inspirado  Jerry Goldsmit -  produce escalofríos por esa combinación de coro y orquesta que apuntala los momentos más álgidos de la película. Y sin embargo, el gran protagonista de la película continúa siendo el miedo, que parece deslizarse lentamente en medio de esa normalidad casi irreal que sugiere la película.

6) Al Final de la Escalera:

Esta película peca de anónima, a pesar de ser una extraordinaria pieza de terror. Representante muy digno del subgénero del terror de "Casas Embrujadas" esta protagonizada por un comedido George C Scott, cuyo personaje, luego de sufrir una dolorosa perdida personal, se muda a la casa que digamos, es la protagonista de la trama. Porque debo decir, que en esta oportunidad, la Casa es realmente el rostro del terror. Contribuyen a ello las largas escenas de pasillos y escaleras que el director  Peter Medak  nos regala prolijamente, sino además, el ambiente de tensión que parece aumentar, poco a poco hasta crear un verdadero escenario de miedo: Un tipo de terror muy refinado parece esconderse en las puertas cerradas, el jardín inquietante que parece despertar a medida que la historia avanza hacia un final sorprendente. Una película imperdible, y que recomiendo, si como a mi, te gusta gritar de miedo - y gusto ¿A quién engañamos? - gracias a una escena bien construida.

5) Ringu: ( El aro, en su versión castellana ) dirigida por Hideo Nakata ( versión japonesa ) y Gore Verbinski ( en su versión americana) 

Y esta es la última adición asiática a la lista. No obstante debo decir que con esta historia me ocurre algo curioso: me gusta tanto su versión original ( japonesa ) como su remake americano, algo que muy pocas veces me ha ocurrido. Porque aunque la Japonesa tiene el mérito de una construcción visual y narrativa más sólida, la americana posee una tensión que su director   sabe llevar con un buen y elegante pulso. De manera que, cualquier versión que decidas ver, será igual de satisfactoria y de hecho, siempre consideraré al Aro como una de esas extrañas joyas del cine comercial que posee la suficiente dignidad para que tenga un buen lugar en el cine de terror del bueno.

4) Los Otros del director Aleandro Amenabar 

Esta película es el sueño de cualquier cinéfilo amante del cine de Terror que se precie. No solamente está inteligentemente escrita, sino además, bien actuada, y cada detalle - tanto de fotografía como de estética - cuidado al máximo. El guión, truquero y tramposo como la mayoría de las películas de terror, se sostiene lo suficiente como para mantener su secreto la mayor parte del metraje. Las actuaciones solidas, esa perfecta puesta en escena donde la luz es una especie de enemigo silente que parece devorarlo todo, el ambiente de tensión insostenible, hacen de esta película de Alejandro Amenabar una de mis favoritas de siempre.

3) El sexto Sentido del director del M. Night Shyamalan:

Antes que  M. Night Shyamalan se convenciera de su propia genialidad y comenzara a dirigir locuras, el Sexto sentido demostró un buen gusto y una inteligencia a la hora de contar historias que me atrapó. Recuerdo que vi esta película sin ninguna referencia previa y el guión me guió, de manera casi sencilla, por una trama cada vez más compleja y rica en matices. Que gusto, ver una película de terror, plagada de referencias, de mitología propia, que se sustenta de una serie de planteamientos que cierran maravillosamente bien al final del día. Las escenas de miedo - y que producen verdadero miedo - son tan inteligentes y poderosas como las simplemente emotivas, y en conjunto el film resulta una delicia para el cinéfilo apasionado por el terror. Otra que me brindó una escena que siempre recuerdo: esa cocina iluminada a media noche, con un Cole temblando, mirando lo que se supone no debería ver.

2) Cementerio de Animales de la directora Mary Lambert:                                          


Libro y película son lo que llamo un conjunto suculento: por separado son extraordinarios. Y juntos, forman un dúo maravilloso para el amante de terror. Porque si el libro "Cementerio de Animales" me aterrorizó y tocó una fibra en mi mente que poco libros o historias han siquiera tocado, la película fue la síntesis de ese terror duro, casi primitivo que provoca su hermano en tinta. Con una puesta en escena sencilla y un elenco correcto, la verdadera fuerza de esta película reside en ese poder de capturar el miedo como pequeñas escenas de efecto. A la manera de su gemelo literario  la película se regodea en el miedo de lo que no puedes ver, involucrando al espectador hasta un punto, donde no es posible saber si el sobresalto te lo provoca lo que miras - o lees - lo que habita en tu mente. Muy recomendada si leíste el libro y si no, también!

1) La niebla de John Carpenter:                                         .

Por razones que ni yo misma entiendo, esta película me produce real miedo. Es de hecho, la única de la lista presente que me provocó terror real y que no me dejó dormir por varias noches seguidas. La trama, sencilla y al estilo del sub género del terror "La venganza sobrenatural" esta concebida para provocar miedo. Sin más. De hecho, la ambientación corriente y vulgar del primer tramo de la película parece de pronto dar un vuelco para crear una escalofriante puesta en escena donde el miedo primario, ese miedo a lo desconocido, a lo que no puedes ver, y al final de todo a la muerte, es tratado de una manera muy inteligente y consistente.  Mi gran favorita, aunque debo decir que envejeció muy mal y su remake   ( del director Rupert Wainwright ) fue un despropósito de marca mayor.



Y esta es mi lista ¿Muy corta? ¿Muy larga? ¿Muy incompleta? ¿Cual es la tuya? Vamos a comentarios y cuentamela!

2 comentarios:

@DannEpp_ dijo...

De 10, 6. Tengo tarea, pero lo primero que voy a hacer es descargar La Niebla, esa descripción que dices del miedo que sentiste me encantó y me vendió la película jajaja.
Quizás esto va a ser muy tonto, pero ese miedo del que hablas lo sentí cuando vi The Fourth Kind, esa noche me toco dormir con la luz prendida y ligando que no me despertara a las 3:33 jajajaja.

A mi lista le agrego esa que te acabo de comentar, Actividad Paranormal 1 (no me veas raro, jajaja) Let the right one in y Grave encounters

Unknown dijo...

A mí otra que me encantó fue "El Proyecto de las Brujas de Blair". Precisamente, me pareció una manera muy inteligente de jugar con los miedos más internos de cada uno al no mostrar escenas explícitas, sino dejando que el propio expectador complemente la historia.

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