miércoles, 24 de octubre de 2012

Y directo al Grano: Hablemos de Brujería. El que, como, para qué, como hacerla y otras cosas del archivo de la bruja moderna.





Como sabe el lector asiduo, de este, su blog de confianza, siempre que incluyo un ritual de brujería, intento que sea lo más accesible posible. Ya sea adaptándolo o simplificándolo  procuro que sea lo suficientemente comprensible para que todo el que así lo desee pueda intentar este acercamiento con esta otra visión de las cosas, esa espiritualidad nueva que mucha gente está descubriendo poco a poco. El caso es que eso limita los contenidos que puedo compartir: hay varios rituales que requieren ciertos conocimientos previos y alguna que otra noción sobre lo que es la magia o al menos como yo la aprendí. De manera que decidí, durante este mes de las brujas, como suele llamarsele, incluir algunas cosas que creo puedan orientar a todo aquel que esté dando sus primeros pasos en este camino hacia el interior de si mismo y esté ahora mismo buscando información al respecto.

De la magia, el circulo y otras cosas: 

Como yo entiendo la magia, es más cercana a la ciencia que a lo sobrenatural y así se me enseñó. La brujería naturalista o por tradición no impone creencias o mucho menos, intenta convencer a alguien más sobre cual es la manera idónea de expresar esa inquietud sobre lo que le rodea o sí mismo. Porque de eso trata la magia y allí comienza toda idea de creación relacionada con ella: Crear y brindarle equilibrio a nuestro entorno en busca de "algo más". ¿Y que es algo más? Eso no te lo puedo decir yo: el proceso es por completo personal y va a depende de cuales son tus circunstancias privadas. Más allá: se dice que la magia busca respuestas. ¿A lo desconocido? ¿A ti mismo? No lo sé, pero es una construcción mental que te permite a analizarte y sobre todo, brindarte la oportunidad de aceptarte bajo una perspectiva nueva.

La brujería es una creencia basada en la naturaleza, en ese instinto primigenio de una intimidad constante e intensa con la Naturaleza. Desde tiempos inmemoriales, la magia y la espiritualidad - cual sea su nombre - implicaba conocimientos y responsabilidad y es este concepto, lo que después creo las primeras ideas sobre espiritualidad basada en la energía personal, la conciencia del yo y su conexión con el Universo - entendiéndose el Universo todo lo que ES y está conectado a ti mismo -. Por tanto, la magia no implica otra cosa que un camino, meditado y sobre todo responsable, hacia tus propias preguntas  tus propios cuestionamientos, misterios, secretos e ideas. Es la manera más profunda de crear algo bello y bueno con tus propia manera de ver lo que te rodea, lo que admites como personal, lo que deseas como intimo. Todo lo que se refiere a la magia parte de ti mismo y regresa de ti mismo porque es parte de ti. De allí se comprenden todas esta serie de ideas malinterpretadas sobre "ley de Tres" o ley de correspondencia y otras, donde se sugiere la idea de castigo, retribución "justa", "satisfacción". La única ley en Brujería es la de la naturaleza: la del aprendizaje y la búsqueda del equilibrio. Serás aquello que juzgas, aprenderás lo que condenas en carne propia. Se aprende viviendo, se aprende comprendiéndose así mismo, se aprende asimilando las sincronías y lecciones que recibes a medidas que avanzas en tu camino personal.

El espacio Sagrado:

Se ha definido la magia como el arte de cambiar de estado de conciencia a voluntad. Hablamos de tu mente, de tu perspectiva de las cosas, de tu manera de relacionarte con las energías del mundo que te rodea, con la Naturaleza como Madre. De manera que, para llegar a ese perfecto equilibrio - o intentar llegar - la magia Tradicional lleva a cabo una serie de pasos que permiten a quien la practique llegar a su mejor estado mental para comenzar ese recorrido esencial hacia ti mismo y atraer desde afuera, lo que irradia desde su interior.  Cuando creamos un espacio sagrado - que se compone de tomar energía de la Tierra, purificarse, dibujar un círculo e invocar a los elementos - estamos entrando intencionadamente en un estado alterado de conciencia. Pero...¿Por qué queremos hacerlo? Es una pregunta que suele formular cualquiera que comience a practicar la brujería y que considero totalmente válida.

El Yo brujo - El yo joven:

En nuestra vida cotidiana, todos nosotros utilizamos lo que mi abuela solía llamar "el yo normal". Es esa parte de nuestra mente preparada para funcionar efectivamente en el mundo de las cosas que llamamos "comunes" o para ser más exactos, nos son familiares. No obstante, durante el sueño o incluso en momentos tan privados como cuando hacemos el amor, hay otra parte nuestra, más sensible, poderosa e incluso niña que sale a flote. Es esa parte que ríe sin tapujos, llora sin reservas, que es capaz de decir y hacer cualquier cosa. Es justamente esa parte la que entra en mayor contacto con la magia, es esa conciencia alterada y desprovista de elementos que lastran la absoluta libertad de ideas y espíritu con la necesitamos conectar al hacer magia, y es esa la que todos los preparativos previos para realizarla busca convocar.

Se dice que los artistas están muy cerca de ese "Yo brujo - Yo joven" debido a que cuando ejercen su arte - cualquiera que esté sea - sienten un instante de éxtasis y profunda comprensión de si mismo. Es justamente ese estado mental, el que se busca invocar en brujería, el que se intenta construir a base de meditaciones, rituales, compromisos personales y aceptación de responsabilidades e ideas transcendentales muy intimas. Tal vez por ello, siempre se ha dicho que los artistas - no importa su ámbito - son iluminados. Y al menos, en mis creencias, eso es verdad.

¿Como creamos nuestro Espacio Sagrado?

Crear un espacio sagrado es un asunto serio y meditado. No digo que nadie que no pertenezca a mi sistema de creencias pueda hacerlo, pero si debes estar lo bastante consciente que realizas un acto sagrado y personal.  La manera de hacerlo que explicaré a continuación está simplicada pero es bastante válido para todo aquel que desee realizarlo.

Primero, tomamos energía de la tierra para purificarnos. Entiéndase "purificarnos" como lograr que nuestra energía personal llegue a punto de equilibrio entre nuestro cuerpo y mente. Para hacerlo, comenzamos pensando que dividiremos el tiempo "normal", en tiempo "personal": lo puedes hacer de la manera que quieras, desde limpiando un espacio de tu habitación, sala, estudio o jardín  y dedicándolo para meditación hasta simplemente trazando un círculo a tu alrededor con tu dedo indice. Define, en tu mente y a nivel energético, un espacio que solo te pertenezca a ti, que te permita crear. Toma ese pequeño rincón de tu habitación, ordenalo, limpialo de polvo y cualquier otra cosa y siente que te pertenece para empezar a crear magia.

Ahora, ponte en posición cómoda - la de tu preferencia - y sacude tus caderas, tus hombres, rodillas y cuello de modo que te sientas suelto y relajado. Permite que tu atención se dirija hacia un punto brillante de conciencia situado entre tus ojos, dentro de tu cráneo  Permite que que ese punto te recorra de la cabeza a los pies. Imaginalo más grande, más fuerte, más luminoso, imagina que te atraviesa, que pasa por todos los pisos inferiores de tu edifico o de tu casa, que llega a la tierra, al humos vegetal al interior de la tierra. Siente la presión y el cuerpo vivo de la Madre Naturaleza, siente como la tierra te sostiene, es parte de ti, siente que la tierra, en tu mente, se hace uno contigo mismo. Ahora, toma una bocanada de aire y siente que toda esa energía regresa a ti, radiante y muy blanca, de nuevo desde la tierra, elevándose para alcanzarte, llegando a tus pies, luego a tu torso, tu pecho y de nuevo tus parpados  Sentirás la Tierra, la energía. Hablo de una sensación física que tu mism@ provocaste y puedes controlar. Ahora, ponte de rodillas y toca el suelo con tus manos, dejando que la energía extra fluya de vuelta de vuelta a la tierra, quedándote con lo que necesites para crear.

Y ahora sí, estamos listos para la magia.

Crear el espacio Sagrado: Purificación

Tras tomar energía de la Tierra, el paso siguiente es liberarte de cualquier tensión, preocupación o distracción que te pueda complicar la tarea de concentrarte  De manera que, empieza por apagar la televisión o el radio, la música y procurar que el sonido del exterior te permita dedicar toda tu atención a lo que harás a continuación.

Agua y sal: 

Mi abuela solía decir que a la verdadera magia no se le puede contener con herramientas humanas, de manera que utilizaba utensilios de vidrio, madera o metal para llevar a cabo la purificación. No necesitas ninguna herramienta que no puedas encontrar en tu casa: ¿Tienes un bol, vaso de cristal? ¿Una cazuela de mental pulido? ¿un pequeño recipiente de madera? Limpialo muy bien. Mi abuela solía hacerlo imaginándose manantiales, riachuelos, todo lo bello y sano del agua mientras lavaba cuidadosamente el objeto que utilizaría para llevar a cabo este pequeño ritual. Yo también lo hago. Procuro restregarlo bien y dejarlo impecable, y una vez que termino, lo lleno de agua a temperatura ambiente ( nunca fría porque no te permitirá concentrarte y hacerte sentir cómodo ). Luego digo en voz alta "Bendito y poderoso esta criatura del agua". Puedes decir cualquier otro tipo de invocación que implique bendecir y llenar de tu conciencia de lo divino el recipiente. No hay nada escrito sobre el particular.

Ahora toma unos pellizcos de sal al agua. Si antes imaginaste ríos y bellos mares, ahora imagina cosas hermosas relacionadas con la sal como el sabor de las lágrimas de alegría  un beso exquisito. Revuelve el agua e invoca, bendiciendo la sal como símbolo de la Tierra. Recuerda, cualquier palabra es válida. Hablamos de tu energía, no la de otro.

Ahora, coloca frente a ti el bol y siente que liberas tus problemas y tensiones en su interior. Introduce las manos en el agua y siente que poco a poco, te liberas de lo que en ese momento te preocupa para disfrutar de un silencio interior exquisito.  En mi casa, solemos utilizar nuestras manos para dar golpecitos y tirones a las partes tensas de tu cuerpo. Toma aire y siente que ese yo más profundo, tu yo que aspira a hacer magia está cada vez más en contacto contigo mismo. Es una sensación extraña. De pequeña, solía sentirme un poco ridícula y sentía incontrolables deseos de reír por ese tipo de vergüenza que sentimos de niños cuando hacemos algo fuera de lo común. Y es justo ese alborozo, esa risa nerviosa, esa confusión, lo que empieza a crear tu capacidad de creer y confiar en que estás profundamente conectado con todo lo que te rodea.

Por último, arroja el agua y siente que tus problemas corren junto a ella.  Recuerda: la creatividad y el sentido del humor son parte de la magia: que algo sea sagrado no hace que deba ser aburrido o fastidioso. Lo sagrado celebra la vida, la belleza y lo bueno que hay en ti, disfrútalo  Crea tus propias meditaciones y rituales para comprender tu mente, para liberarte de tensiones, para entrar en contacto con ese yo más joven que vive dentro de ti.

Crear el espacio sagrado: Dibujar el círculo

El circulo es un elemento tradicional de la brujería y los conocimientos mágicos. Simboliza la perfección, el conocimiento, el equilibrio. Cuando en brujería se hace referencia a dibujar uno, implica que crearás en tu espacio sagrado, un limite mental para invocar, meditar y estar en paz. Al menos en la Tradición que yo practico, no necesitas otra cosa que tu dedo indice para hacerlo. Por supuesto, hay dagas - en otras tradiciones utilizan cuchillos consagrados - pero en realidad, todo esto se trata de abrir un espacio mental que tenga su correspondencia física para crear magia. De manera que no te preocupes: no necesitas nada más que tu voluntad para hacerlo.

Para llevar a cabo el círculo mágico solo necesitas estar consciente de tu propio ritmo físico  ¿A que me refiero? Es algo sencillo de explicar.

Mi abuela me preparó durante meses para abrir mi primer circulo. Me pidió que me levantara todos los días al amanecer durante varias semanas seguidas para ver el amanecer. Ese es tu este: esta no es una teoría espiritual abstracta, es algo normal.

Durante esas semanas - y a pesar que desde entonces sufría problemas de insomnio - me habitué a disfrutar del amanecer. La sensación de renacimiento. Oler el aire. La sensación de los primeros rayos del sol, tan cálidos y casi dulces. Todo eso, lo asocié con el punto cardinal y lo memoricé. De manera que ahora cuando pienso en el este, mi primer pensamiento es una luz radiante y hermosa.

Después, continúe con el Sur. Siempre he tenido problemas para ubicarme espacialmente - suelo decir que nací sin brújula - por lo que me resultó muy sencillo relacionar el punto cardinal con el punto donde el sol comienza a descender a partir del mediodía. Memoricé las sensaciones, el sol quemante, el cielo muy azul de mi Caracas de niña. Cuando le tocó el torno al oeste fue sencillo. Me gustan los atardeceres. Los miraba por largo rato, fascinada por el cambio de colores de la luz, la sensación de diminuta paz que me brindaba. Y al final, lo mejor: aprendí  a hallar la estrella polar en el cielo de Medianoche. Me llevó esfuerzos porque en mi ciudad, el cielo nocturno está lleno de la contaminación del día pero cuando lo hice, sentí un gran asombro. Esa sensación es la que conservo al recordar el punto cardinal norte.

Al cabo de un tiempo supe que todo este proceso era llamado: "Enraizar", es decir, vincular tu práctica espiritual con mi observación personal.  No tienes que tener prisas, no debe ser de un momento para otro. Pero te aseguro que será una experiencia extraordinaria, cuando sientas que tu cuerpo y tu mente comienzan a comprender lo que te rodea de una manera más sensorial y sobre todo, más intima que nunca antes.

Y ahora sé, dibujemos nuestro primer circulo mágico:

Este es un momento especial. Al menos para mi lo fue. Realizalo en el lugar que limpiaste y adecuaste para empezar este camino. Recuerda, solo necesitas a tu mente - quizá una sonrisa, como decía abuelita - para crear magia.  Empieza por el Norte y siente la energía que vibra a tu alrededor. Toma una larga bocanada de aire y extiende tu mano dominante y con el dedo indice marca el punto justo donde comenzará tu circulo. A continuación, anda hacia el este, sintiendo en tus dedos que estás dibujando un arco de energía en el espacio. Te aseguro, que no es un acto común y estoy muy convencida que cuando lo hagas la primera vez, te sentirás un poco incomod@ haciendo aquel raro gesto. Pero algo de ti lo reconocerá.  En cada punto cardinal, recuerda como aprendiste a reconocer ese punto cardinal: el amanecer hermoso, el sol radiante, el atardecer pacifico, las estrellas. Siente claramente mientras vas avanzado, punto por punto, que vas creando algo tan tuyo comop pocas cosas lo son. Cuando alcances el Norte de nuevo, quedare de pie y disfruta lo que has hecho: Magia. De la bella y real. De la que proviene de ti mismo.

¿Que puedes hacer en tu círculo mágico? Meditar, simplemente dormir. Sentirte protegid@, leer. Reir. Bailar. Es tuyo y es tu forma de comprender la magia. Más adelante, te enseñaré rituales que te permitirán utilizar tu círculo. Por ahora, disfruta de él.


Para abrirlo, solo debes recorrer en sentido contrario a las manecillas del reloj el circulo que trazaste. Luego eleva tu brazo y siente como la energía se libera. Es una sensación física. Es tu energía y tu la creaste. Es un aprendizaje pequeño pero creo enorme de lo que podemos lograr en esto tan amplio y hermoso que yo llamo con amor "brujería".

Te invito a hacer tu primer circulo. Quizá necesites más tiempo o solo este pequeño empujón para hacerlo- Cualquiera sea el caso, dudo que sea casualidad que estés leyéndome hoy. Sin duda, tu camino en la magia acaba de comenzar. Disfrútalo.

La Diosa esté en ti.

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