martes, 26 de febrero de 2013

La historia en la piel: Lo que he aprendido haciendo una serie de desnudos fotográficos.





Cuando decidí hacer una serie de desnudos, no sabía en lo que me metía. Nunca pretendí otra cosa que explorar un terreno fotográfico desconocido para mí y de hecho, así me lo planteé.  A la distancia, me hace sonreír mi propia ingenuidad. Tenía una idea bastante técnica del tema - al ser autorretratos, me preocupaba el nivel de dificultad - y me preparé mentalmente para trabajar en un reto fotográfico que me resultaba por completo desconocido. Lo que nunca esperé fue el descubrimiento emocional, el poder esencial que descubrí tomando cada una de las fotografías de la serie. Porque, a medida que fue avanzando el proyecto, descubrí todo un nuevo planteamiento, una manera de mirar la fotografía - mi cuerpo, mi trabajo, mi visión sobre mi misma - que jamás había considerado antes. Estando a punto de terminarlo, he comprendido que este proyecto me brindó un conocimiento que nunca pensé adquirir cuando lo comencé: el poder de mi propia vulnerabilidad.

Y es que aprendí, que un desnudo es una declaración de intenciones. No se trata de mostrar tu cuerpo - que ya de por sí, puede resultar doloroso - sino asumir, que tu piel, tus imperfecciones y tu pequeñas batallas visibles, cuentan una historia. ¿Estaba preparada para contarla? No lo sé. No podría decir hasta que punto avancé en todo esto casi con inocencia. Nunca esperé que esta experiencia pudiera resultarme tan dura, tan hiriente y a la vez, tan profundamente liberadora. Porque hablamos de libertad, y no por el hecho de tomarme un autorretrato sin ropa, si no por ese nivel de lenguaje, de comprensión de mi propia dimensión como mujer que encontré mirándome sin mis máscaras favoritas, temblando de miedo y angustia hacia la idea de mi propio cuerpo expuesto, vulnerable y abierto a interpretación, como un objeto fotográfico inaudito e intimo. Me desconcertó la necesidad de escapar de mi propia imagen, de reinterpretar mi propia idea sobre la estética y mi propia piel, sin lograrlo a veces. Pero sobretodo, agradecí la oportunidad de observarme, de perdonarme, de llorar y sonreír a solas, con la única compañía de la imagen, a través y por la fotografía, por el mero hecho de crear.

Porque un desnudo es probablemente la manera más dura de enfrentarte a tus temores, a esa lucha ingenua y descarnada contra el temor que te produce tu propia historia, esa naturaleza fragil del cuerpo, esa delicadeza anónima de la piel.  Tan cerca de una intimidad brutal, a un reencuentro con tus propias lineas, a la geometría imperfecta de tu cuerpo. Porque es justamente esa búsqueda de historias en tu cuerpo,  ese cuestionamiento de tu propia imagen, y por supuesto, esas posibles respuestas tan dolorosas como exquisitas, lo que hace el desnudo una experiencia irrepetible.  Una celebración a esa necesidad esencial de comprendernos, de crecer y probablemente de crear con nuestro cuerpo, una nueva interpretación sobre nosotros mismos.

No, desde luego no sabía en que me metía cuando me quedé de pie frente a la cámara, temblando de frío y miedo, esperando esa temible primera mirada de mi propio mundo, de ese dolor diminuto y casi primitivo de mi propia imagen. Pero la experiencia valió la pena. Un sueño en la piel, una manera de crear tan personal como devastadora.

Un lenguaje personal.

C'est la vie.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Creo que este trabajo es muy valiente, además denota un lenguaje depurado en base a otras experiencias previas (serie de detalles) y tiene un técnica de iluminación bien planeada y cuidado muy especial en el foco, que para mi es el alma en las fotografías. He visto muchos desnudos por allí que son una declaración del ego y ni siquiera son bien pensados e inclusive son copias malas de si mismos y de los de otras personas.
Te felicito por tu gran serie, valiente, con mucha pasión y gran control.

Unknown dijo...

No lo podías haber dicho mejor, ni podías haber generado mejores imágenes de esa serie... Cada vez que publicas una nueva me siento un poco mas orgulloso de conocerte y tener tu trabajo como inspiración ;-)

Incertidumbre y Paz Interior dijo...

Si las fotografías de los desnudos estuvieron excelentes, más aún esta experiencia y enseñanza que sacas de los mismos. Felicitaciones!!!

Publicar un comentario