sábado, 26 de noviembre de 2011

Sobre divinidades y otras ideas ancestrales: Guan Yin





En Putuo, situada en la isla de Zhoushan en China central, se alza el santuario de la divinidad más querida de todo el país: Guan Yin, Diosa de la misericordia y, basicamente, protectora de las mujeres y los niños. La llaman "la que oye las plegarias los sonidos y los llantos". Celebran su cumpleaños el decimonoveno día de la segunda luna del calendario lunar y meditar a partir de su nombre es una poderosa forma de devoción. Su popularidad se realza gracias a la leyenda china que la identifica con la princesa Miao Shan, tercera hija de un monarca a la que sometieron a terribles castigos porque se negó a casarse salvo con un modesto médico.

Aunque fue condenada a la ejecución pública, los espíritus se llevaron su cuerpo y lo conservaron para resucitarlo. El mundo de los muertos se convirtió en el Jardín del Paraíso en virtud de su presencia y no tardaron en considerarla divina. Desde esta condición, meditaba periódicamente sobre las dificultades de la humanidad, era misericordiosa en respuesta a cada plegaria y siguió adoptando encarnaciones físicas y moviéndose entre los chinos para ayudarlos física y espiritualmente.

Desde la perspectiva histórica Guan Yin ( a la que en Japón denominan Kwan-non ) procede del subconsciente indio y fue trasladada a China por los misioneros budistas con la forma de Bodhisattva o futuro Buda. Según la teología budista, el Bodhisattva es el iluminado que, a lo largo de generaciones de meditación y contemplación, aprende a liberarse del incesante ciclo de muerte y resurrección que afecta al resto de la humanidad y que como muestra de compasión, elige periódicamente un cuerpo en el que renacer para ayudar a los demás a alcanzar la salvación.

En su origen, Guan Yin fue Avalokiteshvara - el Bodhisattva de la compasión - y su conversión en Diosa resulta enigmática en una religión que consideraba a las mujeres seres menos perfectos que los hombres. En el siglo III, durante el gobierno de la dinastia Han, el budismo fue introducido en China y no tardo en sincretizarse con el Taoísmo. Es posible que estas religiones provocaran la metamorfosis de Avalokiteshvara y lo integraran con una deidad femenina autóctona.

Tal vez la Guan Yin fue la antigua Diosa Madre Nugua, guardiana de la humanidad o la divinidad a la que los taoístas llamaban "reina del cielo". El Bodhisattva combina los atributos del conocimiento y la compasión y desde esta perspectiva no sorprende que Avalokiteshvara fuese asimilado por la Diosa, que a menudo ejercita la misericordia en su función de Jueza de los muertos que todo lo sabe.

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