lunes, 4 de enero de 2016

ABC del fotógrafo curioso: Doce buenos proyectos fotográficos para comenzar el año




Hace unos años, uno de mis profesores favoritos de fotografía me recomendó comenzar un proyecto que incluyera replantearme lo que hasta entonces, había hecho con mi trabajo fotográfico. Me recomendó que aprovechara el inicio de un nuevo año, para avanzar en toda una nueva serie de ideas que pudieran enriquecer no sólo como concebía el mundo de la imagen sino también, mi visión como creadora. La idea me pareció tan ambiciosa que me preocupó no pudiera manejarla con facilidad.

— ¿No es algo muy…amplio eso de “replantearme” a partir de un proyecto fotográfico? — pregunté preocupada. El profesor me hizo un guiño malicioso.

 — Lo es, porque así lo concibes ahora. Pero si te haces las preguntas correctas, sin duda encontrarás algo muy específico sobre lo cual trabajar. Todo propuesta fotográfica, contiene una serie de motivos más o menos coherentes con tu manera de pensar y reflexionar sobre la realidad. ¿Qué ocurre si te alejas de tus obsesiones habituales? ¿Qué pasa si comienzas a estudiarlas desde otro punto de vista?

Me pareció sencillo, aunque por supuesto no lo era. Y es que nada más comenzar a meditar sobre el motivo por el cual fotografío — y por qué fotografío como lo hago — encontré que durante buena parte de mi vida profesional lo había hecho por razones más o menos coherentes, aunque sin ningún punto en común. En otras palabras: fotografiaba por vocación, por adicción, por deseo, por amor, pero también por mero hábito, costumbre e incluso rutina. Entre esa serie de conceptos tan disímiles encontré que mi trabajo fotográfico se resentía no sólo por la falta de norte sino de definición. De manera que decidí era buen momento de enfocar mis energías, nociones y conceptos hacia algo más concreto, sustancioso y profundo. O lo que es lo mismo, trabajar en base a una idea.

Más fácil decirlo que hacerlo. Me llevó casi seis meses lograr depurar mi trabajo de todo tipo de vicios, blanduras e incongruencias, hasta lograr un concepto lo suficientemente claro como para que me resultara atractivo. Se trató de un proceso concienzudo y hasta irritante: no resulta cómodo admitir que por una considerable cantidad de tiempo, fotografiaste sin otro motivo que el mismo placer de hacerlo. Algo válido sin duda, pero que puede erosionar esa noción sobre la fotografía como forma arte que todo fotógrafo intenta encontrar. Durante todo ese tiempo además, dediqué mes a mes a fotografiar de una forma por completo distinta de lo como hasta entonces lo había hecho: me esforcé por pensar en la imagen como una idea concreta, como una pieza coherente en medio de un todo intelectual. Decidí que cada imagen debía de tener un planteamiento esencial que la sostuviera. Basada en esa perspectiva, me obligué a pensar en mi trabajo no sólo como una forma de expresión íntima — que siempre lo será — sino una forma de comunicación. Un lenguaje construido a través de mis reflexiones visuales sobre la identidad, el espacio y sobre todo, la manera como analizo mi personal punto de vista creativo.

A vuelta de un año, me sorprendió los progresos que había logrado sobre la concepción que tengo sobre el hecho fotográfico. No sólo había logrado un grupo de buenas fotografías que asumí podrían ser el origen de series, ensayos, reflexiones visuales por completo nuevas, sino que además, logré comprender que cada fotografía es un documento visual de enorme valor como expresión única. Cuando le expliqué al profesor mi discretos logros — me llevaría unos cuantos años más capitalizar el aprendizaje en ideas más sustanciosas — pareció satisfecho pero nada sorprendido.

— Planificar nuestro año fotográfico en pequeños proyectos personales, nos permite trabajar en base a ciertos planteamientos que podemos desarrollar de manera metódica — me explicó—. ¿Queremos mejorar nuestra técnica? Puedes plantearte un año de asumir un reto que te haga explotar todas las posibilidades que tu equipo puede brindarte. ¿Deseas crecer en conceptos? analiza la forma cómo te planteas la fotografía bajo pequeños retos personajes. Es una manera sencilla de crecer fotográficamente.

Hará casi diez años de ese consejo y desde entonces, lo he seguido al pie de la letra. El resultado ha sido un crecimiento fotográfico sostenido y sobre todo, que me ha permitido asumir la fotografía más allá del simple hábito del click. Una y otra vez he comprobado lo interesante que puede ser crear fotográficamente a través de proyectos e ideas que se desarrollan a partir de una cierta idea concisa. Y sobre todo, lo mucho que puede aportar a cómo entendemos la fotografía. Una forma de crear.

¿Y qué proyectos podría sugerirte que pudieran ayudarte a crecer como fotógrafo en el año que comienza? Los siguientes:

* Un referente cada mes:
Un referente es quizás la idea medular que sostiene el trabajo de cualquier fotógrafo. Es todo lo que aporta e inspira al autor, lo que le permite crear y construir ideas. Así que un buen proyecto puede ser dedicar cierto tiempo y esfuerzo a investigar en todos los que creas pueden aportar algo nuevo y bueno a tu trabajo. ¿Qué te parece pasar un mes disfrutando del trabajo de Cartier Bresson, aprendiendo sus aportes fotográficos? ¿O tratando de comprender la técnica de Brassai? ¿O practicando la escala de grises de Adams? Proponte asumir la idea de la importancia de tus referentes y trabaja con respecto a ellos.

* Doce fotografías que cuenten historias:
Con frecuencia, a los fotógrafos se nos educa para captar de manera muy precisa la realidad, pero pocas veces, a teorizar sobre ella. Un año es una buena oportunidad para fotografiar asumiendo el valor del concepto y el símbolo y sobre todo, la forma como lo concibes. Dedica un año entero a crear fotografías que sean capaces de transmitir un mensaje y construir algo más profundo que un reflejo exacto de la realidad. Usa libros, películas, poemas, canciones como referencia. La aventura te dejará un conocimiento invaluable.

* Una pequeña serie o ensayo:
Tampoco es muy frecuente que a un fotógrafo se le eduque para analizar su trabajo desde las series — grupo de fotografías que cuentan o expresan una idea en particular — o ensayos — grupo de fotografías que hablan y profundizan sobre un mismo punto de vista-. No obstante, la serie y el ensayo fotográfico es quizás la raíz de todo trabajo fotográfico consistente. De manera que intenta crear pequeñas series o ensayos que al cabo de un año, te permitan analizar si tu concepción fotográfica puede madurar en base a una idea. Date la oportunidad de investigar, leer, analizar, construir puntos de vista firmes sobre lo que te interesa o te obsesiona fotográficamente. Será una gran manera de crecer como creador visual.

* Doce textos imprescindibles:
A muchísima gente suele sorprenderle que con frecuencia, se recomiende leer sobre fotografía. Y no sobre técnica, sino verdaderos textos académicos que analizan la fotografía como como arte, filosofía y planteamiento universal. Pero, lo cierto es que todo fotógrafo que aspire a crear con la fotografía algo verdaderamente sustancioso a través de la imagen, necesita investigar, leer y nutrir el músculo más importante de un autor que se precie: Su mente. De manera que dedica un año a leer a los grandes autores modernos sobre la fotografía: desde Barthes, Fontcuberta, Flusser hasta Susan Sontag, siempre habrá algo que nuevo que descubrir sobre lo fotográfico a través de los grandes escritores que analizaron el tema del hecho fotográfico. ¿No sabes por dónde empezar? Te dejo aquí algunos textos imprescindibles para cualquier fotógrafo que se embarga en la aventura de investigar.

* Un viaje por la técnica:
Suele decirse que un buen manejo de la técnica fotográfica te permite crear sin el escollo que puede suponer errores técnicos que afecten el producto final. Es cierto: un buen fotógrafo es además de un creativo visual de profundas ideas artísticas, un gran conocedor de todo lo que tu cámara puede hacer. ¡Y nunca es tarde para aprender! No importa la edad que tengas, siempre será un buen momento para volver a lo básico de la fotografía y aprender — o repasar — lo que podría mejorar tu desempeño como fotógrafo. ¿Qué te parece un proyecto mensual de explotar una técnica fotográfica basada en conceptos? Sería una gran manera de crear toda una nueva perspectiva no sólo sobre lo que tu cámara puede hacer sino lo que puedes hacer a través de ella como instrumento artístico.

* De la luz y otros misterios:
La fotografía es el lenguaje de la luz, por tanto, dedica un año para aprender todo lo que necesitas saber sobre el tema. Juega con todas las posibilidades de la luz natural, sus propiedades, lo que puede brindar a tu imagen. Aprende también todo lo que necesites sobre fotografía en Estudio y en locación. La iluminación fotográfica es una aventura que te permitirá no sólo construir un concepto elemental sobre lo que planteas fotográficamente sino crear a través de ese arte tan sutil como es iluminar de manera creativa.

* De los géneros y otras ideas circunstanciales:
¿Amas los paisajes? ¿Lo tuyo es la fotografía de Modas? ¿Qué tal si dedicas un año a explorar todos los géneros fotográficos que no dominas tan bien como tu preferido? Será una manera de descubrir todo lo que la fotografía puede ofrecerte y sobre todo, lo que puedes lograr a través de ella.

* Jugar, porque todo arte es un juego:
Por supuesto, no todo tiene que ser tan serio. La fotografía es además, un tipo de arte que te permite crear en cientos de maneras posibles y una de ellas, es el humor. ¿Por qué no llevar a cabo una serie humorística? No es nada fácil hacer reír y mucho menos, a través de una imagen. Y no obstante, hacerlo te permitirá crear desde un concepto hasta un escenario fotográfico. Será una travesía sobre el hecho fotográfico como método de expresión pero sobre todo como recurso creativo.

* ¿Y qué pasa con las foto secuencias?
Ya lo dijo Duane Michals: “La Fotosecuencia es la raíz de la fotografía como narración”. Me refiero por supuesto, a ese grupo de fotografías que juntas, forman una especie de expresión visual más cercana al cine que a la imagen única y que de hecho, permiten un tipo de construcción visual más compleja que cualquier otra. Porque la fotosecuencia no sólo habla sobre una historia, sino que construye imágenes capaces de construir conceptos únicos que funcionan de manera separada pero que a la vez, se sostienen entre sí. ¿Te parece difícil? Bueno, lo es. Y sin embargo, la fotosecuencia es quizás el ejercicio fotográfico más fructífero que puedas encontrar para ejercitar tu imaginación y técnica a la vez. ¿Donde puedes investigar al respecto? Tómate un rato para analizar el trabajo del fotógrafo que ya mencioné más arriba, Duane Michals. Lo disfrutarás.

* Lo difícil, lo complejo y lo deseable:
Somos criaturas de hábito. Con mucha rapidez nos acostumbramos a hacer lo mismo, de la misma manera y por razones parecidas. Eso puede convertir cualquiera de nuestros hábitos — incluso lo más queridos y que más apreciamos — en una constante repetición absurda y sin valor que termine causandonos tedio. De manera, que este año intenta tomar fotografías que te resulten muy complicadas. ¿Los paisajes te resultan incomprensibles? Proponte fotografiar doce y aprender todo lo que puedas sobre el género. ¿No sabes cómo afrontar lo documental? Tienes un año entero para aprender. ¡Inténtalo!

* Las maravillas de lo común y lo cotidiano:
Todos los fotógrafos estamos obsesionados con fotografiar lo que nos parece extraño, bello y curioso. ¿Y qué pasa si dedicas una buena cantidad de tiempo a fotografiar justo lo contrario? ¿Qué necesitas para crear y construir algo totalmente nuevo con respecto a lo que ves todos los días? Se trata de un ejercicio de imaginación pero sobre todo de persistencia, que te permitirá no sólo madurar como creador visual sino también, como investigador fotográfico.

* Lo que sea que te haga feliz ¡pero fotografía!: 
¡No te detengas por nada y fotografía! No te des excusas, justificaciones. No te dejes vencer por el cansancio, las dudas o la incertidumbre. Este año decídete a fotografiar. La imagen mejora a medida que su autor madura y se hace mucho más consciente de sus capacidades y manera de ver el mundo. Así que toma tu cámara y mira lo que te rodea. Aspira, crea, construye y elabora ideas concretas. Será tu mejor forma de avanzar en el mundo fotográfico.

Una lista corta — cortísima diría yo — sobre todo lo que la fotografía puede ofrecer. Y sin embargo resume lo que puede ser un buen propósito de año nuevo: Reinventar tu manera de crear fotográficamente. Una manera de crear.

2 comentarios:

(maga) dijo...

Agla! Que buenas ideas :) Procuraré que empezamos la semana 52 justo para iniciarme y así hacerme una buena fotógrafa. Besos y feliz año!

Sweet_Photography dijo...

Excelente articulo amiga.!

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