jueves, 22 de marzo de 2018

La biblioteca del fotógrafo: Los libros que todos fotógrafos deberían leer al menos una vez en su vida.




Crear a través de la fotografía, siempre será un reto individual. En algún momento, todo fotógrafo se obsesiona por los libros de fotografía, ya sea los técnicos o los que engloban la visión y el trabajo de los referentes más cercanos a su manera de comprender la imagen. Se trata por supuesto, de un fenómeno común que forma parte de la evolución intelectual y sensorial del artista visual, en busca de un lenguaje y discurso propio. Una búsqueda de ideas y de percepciones sobre el concepto de la fotografía como expresión artística que tiene su propio peso y sentido argumental. Todo fotógrafo es en definitiva un artista en busca de experiencias, conocimientos y una certera evolución analítica sobre la obra que realiza. Y sin duda, los libros son una fuente de conocimiento imprescindible al momento de estructurar esa búsqueda de conocimientos, inspiración y elaborado método creativo que todo fotógrafo emprende.

Sí, los libros de fotografía pueden ser una de las formas más aprendizaje más completas que existen para aprender fotografía. Pero claro está, no me refiero únicamente a manuales técnicos ni mucho menos a los que asumen que la fotografía sólo es un conjunto de ideas mecánicas que requieren una cierta habilidad artesanal. La fotografía es mucho más que eso y por tanto, la biblioteca del fotógrafo debe incluir un compendio de conocimiento profundo que le permita comprender a la imagen como una forma de expresión formal.

En mi caso, el primer libro de fotografía que tuve fue “Berenice Abbott” de Berenice Abbott. Tenía unos once años, acababa de obsesionarme con la fotografía y me maravilló descubrir el mundo de la fotógrafa a través de sus imágenes. Sobre todo me asombró, su capacidad para mirarse así misma como parte de su expresión fotográfica y más allá, comprenderse como observadora, además que únicamente testigo de la época que le tocó vivir. Una sutileza que el libro de Abbott me dejó bien claro desde el principio: desde sus bellos retratos en el París de los años ’20 hasta sus célebres fotografías científicas, la fotógrafa se esforzó por brindar su opinión — o quizás, su ausencia, que también es un alegato — lo mejor que pudo en imágenes.

Y es si algo brinda sentido artístico a la fotografía, es su capacidad para entablar diálogos sutilezas — y en ocasiones no tanto — con el espectador, con ese otro yo que se manifiesta a través de la mirada que se comparte entre el observador y el fotógrafo. Y Berenice, con su estilo elegante y silencioso, me lo demostró.
Por ese motivo, colecciono libros de fotografía. Lo hago por conservar ese legado de memoria artística que representa una cuidada recopilación del trabajo autoral de un fotógrafo, pero sobre todo, porque he aprendido el valor de comprender el mundo de la imagen a través de la visión de otro creador. Porque un libro fotográfico no es solo la historia del fotógrafo en imágenes, sino del mundo que le tocó vivir y la época que observó con atención. De manera que siempre será enriquecedor comprender la construcción del lenguaje visual a través de ese proceso de maduración que todo fotógrafo sufre a través de sus reflexiones sobre la imagen y su repercusión. Un reflejo de esa transformación individual que todo artista y creador expresan a través de su simbología personal.

El profesor Nelson Garrido fue el primero en darle nombre a esa obsesión mía por los libros autorales de fotografía. En una de las memorables clases del curso “Experimental I” que tomé en la institución que dirige, comentó que el gusto por el PhotoBook “prepara al fotógrafo para asumir el poder del lenguaje visual”. Un pensamiento curioso, pero sobre todo, muy parecido a esa sensación que siempre me transmitió analizar el trabajo de otro fotógrafo a través de sus imágenes más personales.

- Todo fotógrafo se mira esencialmente así mismo. Son Voyeurs, como diría Newton, pero también son viciosos de la contemplación del mundo a través de su perspectiva — comentó. Levantó un libro de su escritorio: Los americanos de Robert Frank y recordé la combinación de fascinación y desconcierto que sentí al mirarlo. Mirar un trozo de historia ajena. Comprendí lo que el profesor Garrido quería decir — el tema fotográfico es voluble, el lenguaje fotográfico es permanente. Y entre ambas cosas, existe la consistencia de la mirada del fotógrafo. Esa que escudriña, expresa, comenta y analiza. La que elabora el concepto y se nutre de él.

Una idea preciosa que continúe meditando meses después de escucharlas y que probablemente siempre tenga muy presente al momento de continuar analizando la fotografía como expresión del yo. Porque más allá del documento puro y del testimonio histórico, la imagen es de hecho íntimo, una elucubración sobre lo que vivimos, asumimos como real y más allá, es parte de nuestra versión del mundo real.

Un anaquel, una cámara, una visión sobre el conocimiento.
Hablar sobre libros de fotografía siempre será complicado, esencialmente porque la literatura fotográfica parece ser uno de esos temas donde existen tantos puntos que resulta casi imposible una opinión unánime con respecto a que libros o autores deben formar parte de la biblioteca del fotógrafo. No obstante y a pesar de la posible — inevitable — polémica, parece existir cierta visión general sobre cuáles son los llamemosle, volúmenes imprescindibles que todo amante de la imagen debe al menos hojear una vez. Como siempre, me dediqué a preguntar y a escuchar opiniones de algunos de mis profesores y fotógrafos, hasta lograr una lista de nombres lo suficientemente amplia como para ser debatible. Y de esa recopilación puede interpretarse que la visión fotográfica abarca no solo la documentación de la realidad en imágenes inmediatas sino una manera de crear.

¿Y cuales son los libros que forman parte de esta pequeña colección ideal que todo fotógrafo debe tener? Los siguientes:

La cámara lúcida de Roland Barthes:
Publicado en 1980, es uno de los ensayos más completos sobre el aspecto emocional de la fotografía que he leído. Como autor y fotógrafo, Barthes recorre con opinión crítica y creativa su propia mitología personal y gracias a este meticuloso análisis, crea teoría diversas sobre la motivación del fotógrafo, su aspecto creativo y sobre todo, su capacidad para expresar ideas conceptuales e íntimas a través de la imagen. Recomendados para todos aquellos que desean comprender no solo el como fotografiar, sino el porque hacerlo.

Fotografiar al natural de Henri Cartier-Bresson:
Cartier Bresson creó una manera única de construir un lenguaje visual: construyó alrededor de su propia capacidad de observación un estilo fotográfico único. Crítico y un extraordinario filósofo de la capacidad visual del fotógrafo, sus obras sobre la fotografía y su forma más esencial son una influencia decisiva dentro del mundo del creador visual contemporáneo.

Fotografiar al natural recopila sus textos principales y más debatidos, como lo son “El instante decisivo”, “Los europeos” y numerosos relatos sobre sus distintos viajes a diferentes partes del mundo. La intensidad de la narrativa así como sus certeros análisis visuales constituyen un documento único sobre el mundo visual contemporáneo.

Sobre la fotografía de Susan Sontag:
Sontag, con su enorme capacidad para el análisis y la reflexión sobre sucesos sociales abstractos, nos ofrece en Sobre la Fotografía un concepto refrescaste sobre la fotografía: su relación con la sociedad y el sujeto cultural que intenta recrear a través del lente. Aunque durante mucho tiempo, se criticó el texto por su carencia de uniformidad y consistencia — la estructura toca en ocasiones puntos extremos y los puntos de vista de la autora se imponen sobre las ideas principales, más allá de la visión fotográfica — el libro posee una visión única y valiosa sobre la fotografía como documento histórico y cultural. Sontag, con su enorme necesidad de cuestionamiento, crea un debate particularmente interesante sobre la belleza, el simbolismos, los aforismos visuales y sobre todo el poder evocador de la fotografía.

Joan Fontcuberta, La cámara de Pandora:
Fotógrafo, crítico, profesor y gran observador, Fontcuberta comprende la fotografía como el símbolo y la metáfora de la capacidad del fotógrafo para crear. De manera que, en este estupendo libro, toca temas tan dispares como la idiosincrasia, la cultura y la sociedad como elementos preponderantes del planteamiento fotográfico actual. Aborda la refundación de este medio en el nuevo entorno digital para repensar aquellas cuestiones que van más allá de lo estrictamente fotográfico y para abrirse a los nuevos principios que se plantean con la nueva fotografía.

El beso de Judas, Joan Fontcuberta:
En el mundo contemporáneo las apariencias han sustituido a la realidad. No obstante la fotografía, una tecnología históricamente al servicio de la verdad, sigue ejerciendo una función de mecanismo ortopédico de la conciencia moderna: la cámara no miente, toda la fotografía es una evidencia. A partir de vivencias personales, Joan Fontcuberta crítica esta creencia y reflexiona sobre aspectos fundamentales de la creación y la cultura actuales.

The lines of my hand de Robert Frank:
Descrito como una autobiografía Visual, es un libro profundamente hermoso y crítico sobre la visión del autor acerca de la fotografía, no solo como herramienta documental, sino creadora de discursos visuales consistentes. Me pareció interesantísimo además por su capacidad de comprender la fotografía no solo como arte, técnica y su capacidad de trascender como documento creativo, sino además por crear formas visuales profundamente íntimas.

Un arte medio: ensayo sobre los usos sociales de la fotografía de Pierre Bourdieu:
Un libro que intenta analizar la fotografía como objeto de uso social. De la comprensión de las ideas fotográficas a la evaluación de su impacto e implicaciones, Bourdieu no sólo explora las posibilidades del documento inmediato como reflejo sino también como ventana de la realidad. Más allá de eso, la comprensión de la imagen como un medio creativo por derecho propio y una yuxtaposición de elementos constitutivos de un mensaje concreto que se expresa a través de la creación de discursos fotográficos complejos.

Fotografía y sociología de Howard Becker:
El sociólogo Howard Becker analiza la fotografía como una visión hacia la cultura, cuyas implicaciones parecen directamente relacionadas no sólo con el punto de vista de su autor, sino las infinitas condiciones y elementos que transforman la fotografía en un reflejo de su entorno. En su ensayo, Becker no sólo debate sobre el valor intrínseco de las imágenes como punto de partida del argumento sobre el que se construye una hipótesis social. En unas otras palabras, concibe la fotografía como una serie de ideas consistentes sobre el entramado cultural y la analiza como un reflejo fidedigno de ideas complejas sobre la persistente idea de la personalidad humana.

Hacia una filosofía de la fotografía de Vilém Flusser:
Flusser fue quizás el primer investigador fotográfico en analizar la fotografía como subproducto social de su época, su entorno y su visión creadora. Para el escritor , la fotografía separa la época pre y post Histórica — la imagen directa y la imagen que se crea a través de la técnica — y construye una consistente visión de la fotografía como discurso y documento. Se trata de un texto ideal para todos los que conciben la fotografía no sólo como una comprensión de valor artístico, sino también como un manifiesto de ideas visuales esenciales que crean una noción profunda sobre la realidad.

Each wild idea: Writing, Photography, History de Geoffrey Batchen:
Se trata de un curiosísimo planteamiento sobre la visión, la creación y las implicaciones de la fotografía como recurso creativo. Más allá de eso, una elaborada investigación sobre las implicaciones y relaciones entre las artes, como expresión estética formal y también, como objetivo creativo. Batchen no sólo analiza la fotografía como producto tecnológico sino que además, debate las ideas esenciales sobre lo fotografiable y lo fotografiado como esencia de un argumento ideal sobre lo que la fotografía puede ser. Con una visión mucho más amplia que otros autores, Batchen se plantea la posibilidad que la fotografía no sólo complementa otras artes y visiones, sino que además, las cimienta como creación flexible de una idea en constante evolución.

El ojo y el espíritu de Maurice Merleau-Ponty:
Merleau Ponty analiza desde su particular punto de vista como fenomenólogo de la percepción las múltiples relaciones entre la visión, lo que el ser humano percibe como real y la realidad objetiva, para crear una hipótesis intrigante sobre el valor del documento visual como expresión del yo y la identidad creativa. Para el investigador — que basó su reflexión en la pintura pero cuyos parámetros son aplicables a la fotografía — lo visual interviene en la realidad como una metáfora substantiva de lo creativo, lo conceptual y la expresión autoral como identidad formal de lo que se crea. El autor intenta analizar y reflexionar sobre el medio creativo como una parte elemental de la identidad del creador. Una pieza imprescindible en la mirada simbólica de todo el que elabora un discurso visual.

Modos de ver de John Berger:
“La vista llega antes que las palabras” es la primera frase y propuesta en el texto de John Berger. Y a partir de allí, el autor no sólo asume la comprensión de la vista y lo sensorial creativo como un lenguaje por derecho propio, sino una expresión estética de considerable peso autoral. Para Berger, la imagen es el medio primordial de comprensión del mundo y también, el lenguaje más antiguo y comprensible de todo. Un argumento que además, sostiene su visión sobre el hecho creativo en estado puro y la comprensión de la imagen como expresión elemental de la cultura del hombre y para el hombre.

Cultural Ram de José Luis Brea:
Brea analiza en una obra intrigante y sobre todo controversial, las implicaciones de las ideas visuales con respecto a los nuevos medios de difusión, almacenamiento, reconstrucción y construcción como valores creativos basados en lo inmediato. Para el autor, la memoria fotográfica y sobre todo, sus implicaciones se reconstruyen como un documento de infinitas variables, debido a la transformación del medio que muestra y conserva. En una interesante alegoría sobre los elementos culturales que sostienen lo que llama “la memoria constelación”, Brea no sólo reflexiona sobre el cambio definitivo en la forma como concebimos “el dato” — como elemento conjuntivo de la imagen — sino también, la complejidad del concepto artístico en constante enfrentamiento con el entorno — medianamente hostil — de la tecnología.

Ejemplos: El cómo se hizo de 40 fotografías por Ansel Adams
Ansel Adams, además de fotógrafo era un gran investigador de la técnica fotográfica y parte de ese talento para la investigación y la creación, lo recopila en una interesantísima colección de libros técnicos donde además de incluir sus meticulosos análisis sobre la imagen y la elaboración del lenguaje fotográfico, muestra una visión de la fotografía como expresión elemental de la realidad. En este libro, además Adams analiza con detalle las técnicas que utilizó desarrolló y la manera como las utilizó para crear varias de sus fotografías más conocidas.

Henri Cartier-Bresson. ¿De quién se trata?, Henri Cartier-Bresson y varios autores
Cartier-Bresson es considerado el padre de la fotografía moderna y con razón: sus fotografías meditan profundamente sobre el tiempo, la belleza de lo cotidiano e ideas trascendentales, expresadas a través de símbolos elocuentes. Así que tal vez, para comprender la fotografía como expresión formal de la realidad, sea necesario mirar la especialísima concepción del arte técnica del gran Maestro y este libro es una manera ideal de hacerlo: no es solo una de las selecciones más cuidadas del trabajo de Cartier Bresson sino que además, posee la particularidad de recopilar buena parte del trabajo personal del fotógrafo, lo que permite un análisis mucho más preciso sobre su visión de la imagen. Uno de los libros más exquisitos que he tenido el placer de leer y sobre todo, uno de los más poderosos en a la mirada fotográfica moderna se refiere.

Los Americanos de Robert Frank
Robert Frank tiene el curioso honor de ser una leyenda fotográfica de lo cotidiano y es que su trabajo autoral se encuentra profundamente vinculado a esa nueva definición que brindó a la América profunda y desconocida que logró a través de su trabajo. Luego de ganar una beca Guggenheim en 1955, Frank dedicó casi tres años en viajar por Estados Unidos para documentar la identidad Nacional — o al menos era su intención — pero lo que logró fue algo mucho más extraordinario: brindar una nueva interpretación al gentilicio Norteamericano y sobre todo, al llamado “Sueño Americano”. Un análisis de la sociedad más allá de los esquemas culturales y sobre todo, a través de esa mirada escudriñadora que solo el lente de la cámara puede brindar.

Berenice Abbott de Berenice Abbott:
Como fotógrafa, Berenice Abbott analizó el mundo desde una perspectiva personal y es que sin dudas, sus imágenes retratan el mundo desde una perspectiva impecable, exquisita e innovadora. Porque Abbott, con su mirada metódica y su reinvención de la expresión fotográfica, encontró una forma de expresar ideas en imágenes que hasta entonces, había sido desconocida: la imagen que insiste en elaborar conceptos complejos a través de imágenes sencillas. Y es que tal vez se deba que para Abbott, la fotografía representó una recreación del mundo y una idea curiosamente personal sobre lo que consideraba hermoso. Desde sus bellos paisajes urbanos hasta sus famosas fotografías científicas, Berenice asumió la fotografía como una elaborado lenguaje personal.

The Family of Man”, Edward Steichen (editor), Carl Sandburg (colaborador)
En 1955, Edward Steichen llevó a cabo en el MoMA de Nueva York lo que se llamó “La mejor exposición de fotografía de todos los tiempos” y el titulo no parece ser exagerado: Con más de 500 fotografías de Dorothea Lange, Robert Capa, Cartier-Bresson, Margaret Bourke-White, Edward Weston, Eve Arnold, Irving Penn y Bill Brandt, entre otros 273 fotógrafos reunió la memoria histórica mundial en una asombrosa selección de imágenes inolvidable. Este libro es la reproducción de la muestra y además incluye una detallada visión sobre la puesta en escena itinerante que se llevó a cabo unos meses después y que incluyó buena parte de los países del mundo. Una visión elocuente del valor de la fotografía como fenómeno cultural y además, como una poderosa herramienta de comunicación emocional.

También, hay una selección (mucho más aleatoria y sobre todo, relacionada directamente con la búsqueda personal y artística del autor) que incluye no sólo el trabajo de grandes fotógrafos, sino experimentos visuales y sensoriales que pueden construir una versión sobre la necesidad de elaborar un discurso fotográfico personal y que podría resumirse de la siguiente forma:

Antoine D´Agata — Vortex
Sebastiao Salgado — Workers
Alberto García-Alix — Fotografías
Cristina García Rodero — España oculta
Pep Bonet — Watching in silence
Chris Killip — Seacoal
Joachim Ladefoged — Albanians
Fouad Elkooury — Be… Longing
Juan Manuel Díaz Burgos — Historias de la Playa
Larry Fink — Social Graces
Stephen Shore — Uncommon Places
Ernesto Bazán — Cuba (B&N)
Ernesto Bazán — Al Campo (Color)
Nobuyoshi Araki — A Sentimental Journey, Winter Journey
Mark Steinmetz — South Central
Jacob Aue Sobol — Tokyo
Alec Soth — Sleeping by the Mississippi
Kramer O`Neill — Till Human Voices
Rimaldas Viksraitis — Grimaces of the Weary Village
Samer Mohdad — Mes Arabies
Sergey Chilikov — Selected Works 1978
Trent Parke — Minutes to Midnight
Trent Parke — Dream/Life
Ed Kashi — No Surrender: The Protestants
Tom Wood — Bus Odyssey
Tom Wood — F/M
Mark Steinmetz — Summertime
 Richard Rotman — Redwood Saw
Summerset Stories — Venetia Dearden
William Eggleston — Los Alamos
Brenda Anne Kenneally — Money Power Respect
Joseph Rodriguez — East Side Stories
Tom Wood — All Zones Off Peak
Bruce Davidson — Gangs
Bruce Davidson — Subway
Bruce Davidson — Black & White (Obra Completa)
Magnum Contact Sheets
Henry Cartier-Bresson — Europeans
Bruce Gilden — Facing New York
Bruce Gilden — Haití
Bruce Gilden: Coney Island
Mark Cohen — Grim Street
Mark Cohen — True Color
Fred Herzog — Photographs
Jason Eskenazi — Wonderland
Joel Sternfeld — American Prospects
Joel Sternfeld — Stranger Passing
Joel Sternfeld — First Pictures
Martin Parr — Last Resort
Martin Parr — Think of England
David Alan Harvey — Divided Soul:A Journey Through the Hispanic Diaspora
David Alan Harvey — Cuba
Joel Meyerowitz — Cape Light
Joel Meyerowitz — Bystander: A History of Street-Photography
Helen Levitt — Lírica Urbana: Fotografías 1936–1988
Emmanuel Smague — Kurdes, de l’ombre à la lumière
Txema Salvans — Nice To Meet You
Steve McCurry — Instantes
In Public — 10 Years of In-Public
Cristóbal Hara: Vanitas
Craig Semetko- Unposed
Paul Trevor — Like You’ve Never Been Away
Cristophe Agou — Life Below: The New York City Subway
Andre Kertesz
Robert Frank — Looking In: The Americans (Versión Extendida)
Jun Abe — Citizens
Joseph Koudelka — Invasión 68: Praga
Joseph Koudelka — Gitanos
Joseph Koudelka — Exiles
Bruce Davidson — Subway
Bruce Davidson — Black & White (Obra Completa)
Magnum Contact Sheets
Henri Cartier-Bresson — Europeans
Larry Towell — The Mennonites
Larry Towell — The World From My Front Porch
Larry Towell — El Salvador
Larry Towell — Then Palestine
Mark Cohen — Grim Street
Mark Cohen — True Color
Fred Herzog — Photographs
Jason Eskenazi — Wonderland
Joel Sternfeld — American Prospects
Joel Sternfeld — Stranger Passing
Joel Sternfeld — First Pictures
Martin Parr — Last Resort
Martin Parr — Think of England
David Alan Harvey — Divided Soul:A Journey Through the Hispanic Diaspora
David Alan Harvey — Cuba
Joel Meyerowitz — Cape Light
Joel Meyerowitz — Bystander: A History of Street-Photography
Helen Levitt — Lírica Urbana: Fotografías 1936–1988
Emmanuel Smague — Kurdes, de l’ombre à la lumière
Txema Salvans — Nice To Meet You
Steve McCurry — Instantes
In Public — 10 Years of In-Public
Cristóbal Hara: Vanitas
Craig Semetko- Unposed
Paul Trevor — Like You’ve Never Been Away
Christophe Agou — Life Below: The New York City Subway
André Kertész
Robert Frank — Looking In: The Americans (Versión Extendida)
Jun Abe — Citizens
Garry Winogrand — Figments From the Real World
Garry Winogrand — Arrivals & Departures
Garry Winogrand — Public Relations
Garry Winogrand — The Animals
Diane Arbus — An Aperture Monograph
Ernst Hass — Color Correction
Mary Ellen Mark — Ward 81
Mary Ellen Mark — Streetwise
Elliot Erwitt — Snaps
Elliot Erwitt Sequencially Yours
Elliot Erwitt — Personal Best
William Eggleston- William Eggleston’s Guide
William Eggleston — Chromes
Friedlander — Friendlander (MOMA)
Alberto García Alix — Lo Más Cercano que Estuve del Paraíso
Stephen Shore — Uncommon Places
Daido Moriyama — The World Through My Eyes
Richard Kalvar — Earthlings
Jeff Mermelstein — Sidewalk
Walker Evans: A photographers.
Vivian Maier — Street Photographer
Nikos Economopoulos — Into The Balkans
William Klein — Retrospective
William Klein — Life is Good & Good for You in New York
Alex Webb — Suffering of Light
Alex Webb — Istanbul: City of a Thousand Names
Ricardo Cases — La Caza del Lobo
Ricardo Cases (La Fábrica)
Cristina García Rodero — Transtempo
Dorothea Lange — Los Años Decisivos
Carl De Keyzer — Zona: Siberian Prison Camps
Arthur Tress — San Francisco: 1964
Weegee — Weegee’s World
Weegee — Naked City
Jens Olof Lasthein — White Sea Black Sea
Jens Olof Lasthein — Moments In Between
Saul Leiter — Early Color
Takuma Nakahira — For a Language to Come
Christopher Anderson — Capitolio
Constantine Manos — Greek Portfolio
Gilles Peress — Telex Iran: In the Name of the Revolution
Tony Ray Jones — Day Off: an English Journal
Charles Harbutt — Travelog
Larry Clark — Tulsa
Larry Clark — Teenage Lust

Como siempre insisto, ninguna lista sobre temas tan debatidos como este estará completa nunca, pero aún así, creo que esta pequeña selección bibliográfica es una manera es lo suficientemente completa como para brindar una visión del mundo complejo y siempre en evolución del libro fotográfico.

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