lunes, 30 de noviembre de 2015

ABC del fotógrafo curioso: De la educación fotográfica. Del cómo, del cuándo, del por qué




¿La fotografía puede enseñarse?
El cuestionamiento se ha repetido desde la primera vez que la imagen inmediata comenzó a comprenderse como una forma de arte. Desde el debate del hecho técnico - que engloba la presunción de la fotografía como una expresión visual directamente relacionada con la herramienta que permite realizarlo - hasta la experiencia artística y estética, la imagen se ha interpretado como una correlación de ideas que intentan sostener una propuesta concreta. De manera que no sorprende que el hecho de cómo se enseña (o mejor dicho, de cómo se imparte el conocimiento fotográfico) sea un asunto que aún se interprete a fragmentos y lo que resulta más preocupante,  siempre en claro menosprecio a lo que puede ser la disciplina fotográfica.


El debate sobre la pertinencia y necesidad - o no - de la educación fotográfica, siempre será uno de esos temas insistentes en el mundo fotográfico. Siendo como lo es, un arte/técnica relativamente joven, la fotografía aún intenta encontrar una forma de definirse así misma que pueda sustentar no sólo sus aspiraciones como documento sino también, como arte en pleno derecho. Lo cual incluye por supuesto, la manera en que la fotografía se enseña o mejor dicho, el lento recorrido que todo fotógrafo atraviesa al momento de aprender los rudimentos del lenguaje fotográfico. Y es que además, de analizarse la idea del aprendizaje fotográfico como un planteamiento que engloba la evolución de la fotografía como propuesta, cabe preguntarse, si la fotografía como arte es parte de una reflexión que puede de hecho basarse en ideas académicas o se trata de algo más instintivo, relacionado con la capacidad creativa del autor.

No obstante, más allá de la abstracción sobre la visión de la fotografía como expresión artística autónoma - y que por tanto, requiere ser enseñada - a una mera abstracción - que nace de la experiencia - se encuentra el hecho que la educación fotográfica continúa careciendo en la mayoría de los países del mundo de un aprendizaje estructurado que permita su comprensión como idea artística. Además la educación fotográfica suele ser costosa, y la mayoría de las veces poco accesible. Actualmente, y debido al renovado interés del público en general por el arte fotográfico, las posibilidades y la oferta se han diversificado, pero aún así, la idea de conceptualizar el aprendizaje del recurso visual sigue siendo complicada, y en la mayoría de los casos, muy poco estructurada. Una consecuencia inevitable del hecho que  aun la fotografía no es considerada por los medios y centros educativos como una disciplina autónoma: se suele impartir como parte de licenciaturas y técnicos análogos pero jamás como profesión concreta. De manera que, a la fecha, un fotógrafo que desee educarse se encuentra en la preocupante disyuntiva de preguntarse qué hacer para lograr una formación en el arte visual idónea.


En mi caso, fotografío desde los once años de edad, pero en realidad, puedo decir que mi educación formal comenzó hace menos de diez años, y casi de manera casual. Desde entonces, y por iniciativa propia, me he dedicado a llevar un cronograma y organización informal de los elementos que deseo aprender, no solo en la búsqueda de pulir mis conocimientos técnicos, sino obtener orientación en la parte artística de mi trabajo fotográfico, punto de especial importancia para mi. De hecho, durante siete años he dedicado tiempo, esfuerzo y una considerable inversión económica para lograr abarcar la idea general que creo podría ayudarme a mejorar mi preparación como profesional de la fotografía.

Aún, por supuesto, me resta recorrer un largo camino para sentirme satisfecha con mi aprendizaje, pero sin embargo, ahora mismo, podría decir que he cubierto los elementos básicos de los que creo debe ser una base concreta sobre la que cualquier creador visual pueda basar su posterior educación. He decidido entonces, compartir esta concisa idea sobre la instrucción fotográfica que proviene netamente de mi experiencia personal, con la intención de comparar pareceres y sobre todo, opiniones sobre lo que debería ser el esquema central de una correcta (y sustentable en el tiempo) educación visual.

De la historia y otras ideas:
La fotografía, como todo arte que se precie de serlo, posee una historia y una evolución que le ha permitido crecer y construir un lenguaje visual propio. De manera que para comprender lo que haces ahora —a nivel técnico, conceptual, y también a nivel semiótico— te recomiendo profundizar en la historia de la disciplina y sus mejores exponentes. Familiarizate con la fotografía no solo como técnica, sino como arte: conoce los grandes iconos visuales, disfruta del proceso creativo de los grandes artistas. Interesate por el pensamiento y la idea que sostiene la fotografía como disciplina formal. De esta manera, comenzarás a comprender la fotografía como una consecuencia de circunstancias concretas, una evolución lenta y progresiva de una visión artística elemental.

* Composición, reglas, ideas, conceptos:
Es necesario familizarse con cada una de las reglas de composición y construcción de imágenes para comprender su peso conceptual: podrás utilizarlas en beneficio de tu discurso visual, y además construir ideas propias que definan tu personal estilo fotográfico. La composición, así como todos los elementos visuales que individualizan una toma, te permiten elaborar no solo ideas conceptuales sino además, lograr expresiones visuales armoniosas tanto a nivel técnico como eminentemente estético.

*De la base, del proceso y la etapa:
Como mencioné antes, comencé a fotografiar a los once años y con una cámara de film bastante básica. El salto a lo digital ocurrió después, y lo realicé debido básicamente a la accesibilidad y practicidad del formato. No obstante, la necesaria evolución trajo como consecuencia que debí empezar otra vez por aprender los rudimentos de la fotografía, con todo lo que la inmediatez y las particularidades de lo digital significa. De manera que podría decir, lo básico para cualquier fotógrafo debería ser lo siguiente:

Digital primer nivel o, como se le llama en nuestro país, Digital I.
Comprende las nociones básicas sobre la utilización de la cámara y el conocimiento más elemental sobre las variables de la imagen. ¿Es necesario el Digital I siendo que la mayoría de las cámaras son instrumentos tecnológicos más o menos semejantes? Es la pregunta que muchos de los entusiastas de la fotografía podrían hacerse al comprar su primera herramienta de trabajo, y mi respuesta, luego de aprender de la experiencia, es sí. Lo empírico y la aptitud auditacta pueden facilitarte enormemente el camino del aprendizaje, pero una buena dirección te permitirá no solo enriquecer tu experiencia, sino crecer a medida que tu idea sobre la fotografía se hace más consistente y madura. Recuerda, quién hace una fotografía meritoria y hermosa, eres tu, no la cámara. Es tu visión lo que se plasma, la cámara te lo facilita.

Digital segundo nivel o, como se llama en nuestro país, Digital II.
Una vez que la técnica y el conocimiento de tu cámara no entorpezcan tu desempeño, el hecho de que ocurre con el resultado fotográfico que obtienes, es el segundo gran paso en tu desempeño visual. Los formatos a utilizarse, sus usos y beneficios, y las distintas herramientas de edición digital, forman parte de la nueva visión de la fotografía, de manera que aprender sobre ello hará que tu expresión fotográfica sea más madura y consistente.

Digital tercer nivel o, como se llama en nuestro país, Digital III.
La técnica es una manera de obtener lo mejor de la imagen a desarrollar, pero este conocimiento precisa, necesariamente de la capacidad del fotógrafo para solventar los diversos inconvenientes o circunstancias que puedan entorpecer el necesario proceso de creación. En otras palabras, mientras mejor sepas utilizar tu cámara a nivel profesional, mucho más fácil será el desempeño que tendrás a la hora de captar la imagen que deseas.

* De lo que se crea y de lo que es:
La edición fotográfica es una de los puntos más debatidos dentro de todo proceso de aprendizaje visual que se precie: que escoger entre una serie de fotografías y los motivos por los cuales hacerlo, es uno de los elementos más delicados y complicados al momento de comenzar a decidir una idea visual personal. Así que que intenta educarte lo mejor posible al respecto: familiarízate con las técnicas de edición más fáciles y luego, la más concretas y efectivas. Conceptualiza tu trabajo como un método y otorgarle un sentido concreto a tus decisiones. Enriquecerás tu ritmo fotográfico y además, crearás una idea conceptual de tu trabajo más rica y específica.

* El lenguaje de la luz:
Todo fotógrafo es necesariamente un gran observador. Y la luz su mejor aliada en el momento de crear ambientes y enriquecer sus tomas a través de ideas visuales concretas. De manera que lo siguiente en la lista de especialización a la hora de mejorar nuestra educación fotográfica es, necesariamente el arte de comprender la iluminación como recurso fotográfico. Una disciplina que no solo te permitirá obtener el resultado más optimo en tus tomas sino además, de crear un estilo visual único. Este aprendizaje podría dividirse en dos aspectos distintos:

Iluminación en general, utilización de instrumentos y esquemas de iluminación.
Un fotógrafo debe familiarizarse en cuanto pueda con el lenguaje visual de la luz, lo que incluye conocer los instrumentos a su disposición, así como también la capacidad y posibilidades que le brinda cada uno de ellos. Una primera aproximación a la idea te permitirá comprender las cualidades de las diferentes fuentes de iluminación, así como también el resultado que obtienes al utilizar cualquiera de ellas.
Iluminación en locación
Es otra variante de la Iluminación, especializada en ambientes interiores y sobre todo la manera de iluminar para crear atmósferas e ideas conceptuales específicas. Si sueñas con lograr elaborados escenarios con tus fotografías, necesariamente deberás aprender la técnica.

Iluminación de retratos.
Los retratos son probablemente el tópico fotográfico más extendido, y también uno de los más complicados. La luz no solo crea ambientes, sino que juega para crear expresiones y sentimientos alrededor de la fotografía que desees realizar. De manera que es necesario conocerla, para avanzar hacia un resultado pulcro de tu concepto visual.

Iluminación de productos.
Es necesario conocer los rudimentos del arte especialmente concreto de la iluminación de objetos a la hora de entender la fotografía como un arte global. Un objeto o producto, posee sus particulares requerimientos de composición, así como de iluminación y recreación de espacios y atmósferas y aprenderlos sin duda, es una manera de conocer el íntimo equilibrio entre ideas aparentemente tan disímiles como superficies, texturas y nuestra capacidad como fotógrafos.

De tu visión, de tus ideas, de tu manera de ver el mundo:
Una vez que hayas cubierto los puntos básicos y digamos que formales dentro de tu educación fotográfica, te encontrarás entonces con la necesidad de dirigir tus esfuerzos hacia la idea fotografía de tu preferencia. Y es aquí cuando la oferta educativa se hace más variada, y también mucho más personal. En nuestro país, las opciones a este respecto han aumentado enormemente y tal vez por ello, resulte más complicado encontrar un camino especifico al respecto. No obstante, para mí, el camino consistió en delimitar exactamente a que deseaba dedicar mi esfuerzo fotográfico y lo dividí siguiendo un orden personal: me siento muy atraída por los retratos de autor, pero también por el documentalismo, como disciplina y forma de contar historias a nivel fotográfico. De manera que aprendí las bases del documentalismo en su variante de foto/video periodismo y después avancé un poco más, hacia la idea de contar una historia en series fotográficas concretas. Al final, logré dar con la idea en concreto que necesitaba para crear un lenguaje visual personal.

El arte por el arte:
Una vez superadas las asignaturas técnicas, la fotografía puede ofrecerte lo mejor de si misma como vehículo de expresión artística. Crea escenarios y atmósferas, intenta construir historias, formas personales que llenen de significado y trasfondo tu fotografía. Elabora ideas más allá de lo simple y profundiza en la necesaria capacidad del arte para construir conceptos complejos. La fotografía te lo permite y además, tal necesidad —e inclinación— puede nutrir tu fotografía como una manera de identidad personal.

El origen de todas las cosas:
Comenzar a fotografía en film me permitió más adelante, comprender muchos aspectos fotográficos con mayor respeto y sobre todo, comprendiendo su peso especifico sobre la disciplina visual. Es por ese motivo que recomiendo siempre aprender un poco sobre el complejo proceso de revelado y copiado de la fotografía tradicional. No solo te permitirá crecer a nivel visual como fotógrafo —comprenderás con más claridad el poder de la fotografía como creador de imágenes trascendentes— sino que te familizará con los elementos fotográficos de una manera más contundente. En el cuarto oscuro, aprenderás sobre todo, como la evolución a lo digital dotó de inmediatez a la fotografía, pero el objeto fotográfico continúa siendo una idea profundamente arraigada dentro de la decisión particular de cada fotógrafo.

Por supuesto, esta lista se encuentra incompleta. Y creo que probablemente añadiré algunas reflexiones más adelante. No obstante, creo que este esquema básico puede facilitar —o al menos así lo espero— los fotógrafos de mi país, que como yo, intentan avanzar en el difícil camino de la fotografía.

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