viernes, 11 de junio de 2010

El balón recorre el mundo de nuevo.


Y luego de cuatro años de espera, llegó el acontecimiento Universal, que convierte al deporte en un lazo de Unión entre gentilicios, ideologias y creencias. Un deporte convertido en un lenguaje que por un escaso mes, convierte al mundo en una gran Aldea, unidos por una especie de primitivo instinto de convivencia perdido siglos atrás y que este gran evento y otros de su naturaleza parecen despertar. ¿Recordamos tiempos perdidos donde el Mundo carecia de malicia? No lo sé, y quizá sea una ingenuidad pensar de esa manera, pero es indudable que la fraternidad que despierta la música, el arte y en este caso el deporte, es una huella de un pasado remoto donde la conciencia del hombre se construia con el poder de una misteriosa e intima Torre de Babel.

Una historia que construye el mito moderno:

El primer encuentro internacional de este deporte se remonta al partido disputado entre Inglaterra y Escocia el 30 de noviembre de 1872.El fútbol en ese tiempo era prácticamente desconocido fuera de las islas Británicas, pero lentamente comenzó a desarrollarse en otras partes del mundo. El fútbol debutó como un deporte de demostración en los Juegos Olímpicos de París 1900, experiencia repetida en Saint Louis 1904 y los Juegos Intercalados de 1906 en Atenas.

El 21 de mayo de 1904 fue fundada la Federación Internacional de Fútbol Asociación con el fin de organizar el desarrollo del deporte. Dentro de sus ideas originales surgió la posibilidad de realizar en 1906 un torneo internacional en Suiza, pero finalmente la propuesta fracasó.Sin embargo, la idea se mantendría y se concretaría cuando Londres organizó la IV Olimpiada en 1908 y declaró al fútbol como deporte olímpico oficial. A cargo de la Football Association (no afiliada a la FIFA aún, pero con quien mantenía una estrecha relación), el primer torneo sería ganado por el Reino Unido, seguido por Dinamarca y Países Bajos.

Con el paso de los años el torneo olímpico continuó pero como un evento amateur. En 1909 Sir Thomas Lipton organizaría un torneo profesional entre clubes que representarían a cada país en la ciudad de Turín. Éste torneo es denominado a veces como la "primera Copa Mundial".[4] En 1914 la FIFA reconocería al torneo olímpico como un "campeonato mundial de fútbol para amateurs"[3] y decidió hacerse responsable del desarrollo de dicho evento. Tras la Primera Guerra Mundial se realizaría el primer torneo intercontinental en los Juegos Olímpicos de Amberes 1920, donde participaron 13 equipos europeos junto al seleccionado de Egipto.

En los Juegos Olímpicos de París 1924 se integraron los equipos sudamericanos. En dicho evento Uruguay se coronaría campeón y luego mantendría la medalla de oro en Ámsterdam 1928.

La primera Copa Mundial:

Durante la realización de los Juegos Olímpicos, la FIFA organizó un congreso donde se decidió finalmente la realización de un torneo de fútbol profesional de nivel internacional en 1930. Inmediatamente varios países europeos presentaron su candidatura (Italia, Hungría, los Países Bajos, España y Suecia) junto a la de Uruguay. Jules Rimet, presidente de la FIFA en esos años, estaba a favor de la realización en el país sudamericano, tanto por sus éxitos deportivos como por el hecho de que el país celebraría el centenario de la Jura de la Constitución. Además, pensaba que realizarlo fuera de Europa podría servir como forma de ayudar al proceso de paz tras la devastadora Gran Guerra que asoló a dicho continente.
El equipo uruguayo campeón mundial en 1930.

Uruguay sería finalmente elegido por unanimidad, pero eso no implicó el apoyo europeo a la realización del torneo fuera de su continente. Los países europeos invitados al torneo declinaron su participación argumentando que no podrían costear el largo viaje a lo largo del Océano Atlántico en medio de la crisis económica que había azotado al mundo en esos años. A pesar de que Uruguay se ofreció a solventar los costos, sólo Francia, Bélgica, Yugoslavia y Rumania acudieron a la cita. Tras el boicot, los organizadores debieron disminuir el número de participantes en el torneo, de 16 a 13.

A pesar de las complicaciones iniciales, el torneo fue un éxito. Los dos primeros partidos fueron disputados simultáneamente: Francia derrotó por 4:1 a México, donde Lucien Laurent anotó el primer gol en la historia del torneo; y Estados Unidos derrotó por 3:0 a Bélgica. Con la ausencia de los equipos europeos, los equipos del Río de la Plata avanzaron fácilmente a la final. Uruguay y Argentina se enfrentaron el 30 de julio de 1930 en el recién inaugurado Estadio Centenario. Tras ganar el encuentro por 4:2, los locales se coronaron como los primeros campeones mundiales de fútbol.
El bicampeonato italiano

La segunda Copa Mundial fue organizada en 1934 por Italia. Como forma de retribución por el boicot realizado en 1930 por los países europeos, Uruguay y otros países americanos se retiraron del torneo. La Copa Mundial se había convertido en muy poco tiempo en un gran acontecimiento que recibía las miradas de todo el mundo, por ello el líder fascista Benito Mussolini usó el torneo para la exaltación del nacionalismo, buscando publicitar el poder italiano con una victoria en la competición. Para ello no dudó en asegurarse la nacionalización de varios jugadores argentinos, como Luis Monti, Raimundo Orsi, Guaita y Demaría, y también del brasileño Anfhiloquio Marques Filo, italianizado como Anfilogino Guarisi. En el caso de Monti, llegó a ser extorsionado durante la final del Mundial anterior con amenazas de muerte.Italia llegó a la final del torneo donde se enfrentó a Checoslovaquia. Tras una serie de errores arbitrales, Angelo Schiavio anotó el gol del triunfo italiano durante la prórroga, que coronaría a Italia como campeona del mundo. Varios jugadores de aquel equipo reconocieron haber jugado la final bajo nuevas amenazas del Duce. El nacionalizado Monti declaró:

"En 1930, en Uruguay, me querían matar si ganaba, y en Italia, cuatro años más tarde, si perdía".

En los años posteriores el advenimiento de la Segunda Guerra Mundial se hacía cada vez más presente. La Copa Mundial de Fútbol de 1938 a realizarse en Francia contó con las deserciones de España, debido a la guerra civil, China y Japón, debido al estallido de la Segunda Guerra Sino-japonesa, mientras la clasificada Austria se retiró del torneo tras el Anschluss. Ya en el torneo propiamente tal, Alemania fue repudiada por el público mientras los jugadores realizaban el tradicional saludo nazi. Además, los equipos americanos (a excepción de Brasil y Cuba) nuevamente boicotearon el torneo luego de que fuera otorgada la sede a un país europeo a pesar del compromiso inicial de alternar la sede entre ambos continentes.

En el ámbito deportivo Italia mostró su capacidad ofensiva llegando a la final del torneo tras derrotar al Brasil de Leônidas, una de las figuras del torneo. Los italianos se enfrentaron a la potente Hungría y la derrotaron por 4:2, convirtiéndose en el primer equipo en alcanzar el bicampeonato. Mussolini, al igual que en 1934, no estaba dispuesto a ver perder a su equipo. El seleccionador italiano, Vittorio Pozzo, recibió un telegrama antes del partido final en el que sólo podía leerse «Vencer o morir». Además, obligó a sus jugadores a vestir para la final camisetas negras, símbolo de guerra del fascismo italiano.

El torneo tras la Segunda Guerra Mundial


Para el torneo de 1942, Argentina, Brasil y la Alemania Nazi presentaron sus candidaturas, pero tras el inicio de la Segunda Guerra Mundial la FIFA decidió la suspensión de todos los eventos mientras el conflicto perdurase, provocando la cancelación de los torneos de 1942 y 1946. En ese último año, la FIFA decidió que la Copa Mundial fuera reanudada tan pronto como fuera posible. Como la mayoría de los países europeos estaban devastados por la guerra, ninguno tenía la capacidad para organizar el torneo, por lo que Brasil presentó su candidatura y fue electo por la FIFA para realizar la Copa Mundial de Fútbol de 1950.

Diversos países se retiraron del torneo, incluida la India (por pretender jugar con futbolistas descalzos) y Argentina, el múltiple campeón de Sudamérica durante la década de 1940 por decisión interna,[8] reduciendo el número de participantes de 16 a 13. Sin embargo, el evento marcó el ingreso por primera vez de los equipos del Reino Unido a los procesos clasificatorios. Así, Inglaterra participó por primera vez en la Copa Mundial, mas fue eliminada rápidamente a pesar de su favoritismo. Tras la primera ronda, Brasil, España, Suecia y Uruguay se clasificaron a un grupo final de donde saldría el campeón del torneo. El seleccionado brasileño derrotó por sendas goleadas a los equipos europeos, por lo que su victoria parecía asegurada. En el último partido, Brasil se enfrentaría a Uruguay, que había tenido una irregular actuación, con una victoria sobre Suecia y un empate ante España. Por lo tanto, aunque no se tratase de una final, el campeón saldría de ese último partido, en el que a Brasil le valía un empate. Todo estaba listo en el Estadio Maracaná para las celebraciones del triunfo brasileño ante cerca de 175.000 espectadores,[9] los diarios locales ya habían anunciado el partido como el de la primera victoria mundial de Brasil. Pero los uruguayos lograron derrotar a los brasileños y coronarse campeones, después de remontar un 1:0 inicial, para acabar con un 1:2. El llamado Maracanazo es considerado como una de las más grandes sorpresas en la historia del deporte.

En 1954, la Copa Mundial regresó a Europa cuando Suiza, país neutral durante la guerra, fue la sede de la V Copa Mundial. Durante el desarrollo del torneo se produjeron tres de los partidos más recordados en la historia de la competición. Durante los cuartos de final, el Equipo de oro, nombre con el que se conocía al equipo de Hungría, se enfrentó a la selección brasileña, que después del Maracanzo decidió cambiar el color blanco de su camiseta por el actual amarillo con ribetes verdes. El partido, que enfrentó a dos de las mejores escuadras del torneo, se convirtió en uno de los encuentros más infames de la historia: la excesiva violencia hizo que fuera conocido tradicionalmente como la Batalla de Berna, en la que participaron tanto jugadores como entrenadores. En la misma ronda, Austria derrotó a Suiza por 7:5, en el encuentro con mayor número de goles anotados en la historia. La final sería disputada el 4 de julio de 1954 en el Wankdorfstadion, entre los húngaros y la Alemania Federal, equipo que regresaba al torneo luego de la prohibición establecida tras la derrota germana en la Segunda Guerra Mundial. Ambos equipos se habían enfrentado en la primera ronda y los magiares habían goleado 8:3 a sus rivales, por lo que una victoria de la Alemania Occidental parecía impensable. Sin embargo, los alemanes alcanzaron la victoria por 3:2 derrotando al combinado liderado por Ferenc Puskás y alzaron por primera vez el trofeo Jules Rimet. El encuentro conocido como el Milagro de Berna es considerado como uno de los hechos que marcaron el fin del período de postguerra de Alemania y su renacer. Prueba de ello es la película sobre el partido, titulada El milagro alemán.
La época dorada de Brasil

Pelé, campeón mundial con Brasil en 1958, 1962 y 1970.

Suecia fue el país destinado a realizar la Copa Mundial de Fútbol de 1958. El torneo fue el primero en ser transmitido a través de la televisión, dando origen posteriormente a la expansión del torneo hacia otros continentes. En el ámbito deportivo, la Francia de Just Fontaine alcanzaría el tercer lugar del torneo tras ser derrotados en semifinales por Brasil. Los sudamericanos se enfrentarían en la final al combinado local, en el Estadio Råsunda de Estocolmo. Pelé era la gran promesa brasileña, pero eran pocos los que lo conocían. Durante una serie de partidos de preparación frente a clubes italianos previos al inicio del mundial, Pelé sufrió una lesión de rodilla. Estuvo cerca de abandonar la delegación brasileña, pero finalmente acudió a Suecia, donde no pudo debutar hasta el partido de cuartos de final frente a Gales. Suyo fue el único gol del partido, y en semifinales frente a Francia anotó un total de tres. En la final, con un marcador final de 5:2, Brasil se coronó campeón del mundo por primera vez en la historia. Aunque los suecos se pondrían en ventaja temprana, la aparición de Vavá y Pelé, con dos goles cada uno, revertirían la situación.

Brasil nuevamente brillaría en el torneo siguiente, realizado en Chile a mediados de 1962. Pelé, ya convertido en uno de los mejores jugadores del momento, no pudo participar debido a una lesión a comienzos del evento, pero la magia de Garrincha llevaría al equipo brasileño a levantar por segunda vez la Copa al derrotar en la final a Checoslovaquia, frente a más de 60.000 personas instaladas en el Estadio Nacional de Santiago de Chile. Cabe resaltar que en ese torneo, el colombiano Marcos Coll marcó en el empate de su selección 4:4 con la Unión Soviética el único gol olímpico marcado (hasta la edición de 2006) en la historia de los mundiales.

En 1966 la Copa sería realizada en Inglaterra, cuna del fútbol. Brasil quedaría eliminada en primera ronda después de ser derrotada en violentos partidos por Hungría y Portugal, que eventualmente llegaría a semifinales liderada por Eusébio. Uruguay y Argentina tampoco llegaron lejos, luego de quedar eliminados en cuartos de final tras arbitrajes polémicos. Desde su debut en 1950, Inglaterra no había podido tener una buena actuación, por lo que ésta era su oportunidad de demostrar su paternidad. Los locales se enfrentaron a Alemania Federal ante un Estadio de Wembley repleto apoyando a su selección. Tras empatar en el tiempo regular se realizó una prórroga. En el minuto 101, Geoff Hurst disparó contra la portería alemana y el balón sería despejado por el guardameta. El tiro sería considerado gol por el árbitro, desatando una polémica que persiste hasta el día de hoy sobre si el balón cruzó completamente la línea de gol. Cuando quedaban segundos para que el partido finalizara y todo el equipo germano intentaba descontar, Bobby Moore atrapó un balón que conectó con Hurst, quien realizó un disparo lejano, anotando el 4:2 final, desatando la alegría en las graderías. Minutos después, Moore recibiría la Copa Jules Rimet de las manos de la Reina Isabel II. La Selección Española vigente campeona en esos momentos de la Copa de Europa de Selecciones, se vio apeada en la primera ronda de clasificación tras perder contra Alemania y Argentina.

A pesar del fracaso de 1966, la escuadra brasileña llegó a México dispuesta a ganar el Mundial de 1970. La verdeamarela se enfrentó en primera ronda a los campeones defensores. Brasil, que incluía en sus filas no sólo a Pelé, sino a otros grandes jugadores como Jairzinho, Tostão, Rivelino y Carlos Alberto, derrotó por la cuenta mínima a los ingleses en uno de los encuentros más memorables del torneo.

Brasil avanzó invicto hasta las finales, donde se enfrentaría al ganador del partido entre Italia y Alemania Federal. Los italianos habían goleado a la selección local, mientras los germanos se clasificaron tras derrotar a los ingleses en tiempo extra, reeditando la final del torneo previo. El encuentro partió con un temprano gol de Roberto Boninsegna. Cuando se jugaban los descuentos, Karl-Heinz Schnellinger anotó y forzó la prórroga, en que cada equipo anotó dos goles más. Alemania, exhausta tras el partido ante Inglaterra y con Franz Beckenbauer lesionado, no pudo aguantar la presión y fue derrotada por 4:3. Un monumento levantado posteriormente en el Estadio Azteca conmemora hasta el día de hoy el llamado Partido del Siglo, considerado por muchos como el mejor de la historia.

Brasil e Italia se enfrentaron el 21 de junio de 1970 en Ciudad de México para definir cuál de los dos equipos se adjudicaría para siempre el Trofeo Jules Rimet, premio que sería entregado al primer equipo en ganar tres veces el torneo. Durante el primer tiempo ambos equipos estuvieron igualados a un gol, pero la artillería brasileña estallaría en el segundo tiempo, en el que los italianos pagaron el esfuerzo realizado frente a Alemania, anotando tres goles más. Brasil derrotó por 4:1 a Italia, coronándose como tricampeón con una de las escuadras más valoradas en la historia del fútbol.

Evento mediático a nivel mundial

Durante la década de los años 60 comenzaron a ser lanzados los primeros sistemas satelitales. En México 1970, y gracias al sistema de Telstar, se transmitieron por primera vez imágenes a color del evento para el resto del planeta. A partir de este hecho, el evento comenzó a popularizarse con rapidez en el resto del mundo. Prueba de ello es la cantidad de países inscritos para el proceso clasificatorio: en 1962 se inscribieron 56 países y en 1970 fueron 75. Cuando el Mundial regresó a Europa para la Copa Mundial de Fútbol de 1974 organizada por Alemania Occidental había 99 participantes, principalmente de las recién independizadas naciones africanas.

Rápidamente el evento comenzó a convertirse en uno de los principales eventos, alcanzando la popularidad de los mismísimos Juegos Olímpicos. La Copa Mundial comenzó a volverse en un rentable negocio, que se iniciaría con la primera mascota del torneo: el león Willie, que representó al mundial realizado por Inglaterra. La empresa deportiva Adidas se convertiría en auspiciante oficial del evento desde 1970 y sería el proveedor oficial de los balones, modernizando notablemente el tradicional deporte.

Después de haber sido derrotado en la final de 1966 y en semifinales de 1970, el seleccionado alemán comandado por Franz Beckenbauer confiaba en que finalmente lograrían levantar la Copa en su propio país. A pesar de iniciar el torneo de 1974 con una derrota frente a sus rivales de la Alemania Oriental, los germanos llegaron hasta la final del torneo, realizada en el Estadio Olímpico de Múnich. Su rival en la final fue la selección de los Países Bajos, llamada la Naranja Mecánica por el color naranja de la casaca y su facilidad por crear fútbol técnico muy ofensivo y vencer a sus rivales. En la segunda fase se disputaron dos liguillas de cuatro equipos. Alemania se impuso en su grupo, venciendo a la sorprendente Polonia, y los Países Bajos quedaron primeros, por delante de Brasil y Argentina. Polonia venció a Brasil en la lucha por el tercer puesto, logrando así su mejor resultado hasta la fecha.

En la final, el Fútbol Total de Johan Cruyff parecía superar a la disciplina de los locales cuando se pusieron en ventaja con el partido recién comenzado. Cruyff forzó un penalti y Johan Neeskens lo convirtió, cuando Alemania todavía no había podido ni siquiera tocar el balón. Pero la marca de estos últimos a la estrella neerlandesa y los goles de Paul Breitner y Gerd Müller finalmente le darían la victoria por 2:1 a Alemania, que sería el primer equipo en levantar el nuevo trofeo del torneo. La hegemonía del fútbol europeo estaba discutida entre Cruyff y el líder alemán, Franz Beckenbauer, ganadores de los últimos Balones de Oro. En referencia a esto, el germano declaró:
Cruyff era mejor jugador que yo, pero yo gané el Mundial.

Daniel Passarella levanta el trofeo de la Copa Mundial de Fútbol de 1978.

Tras más de 48 años de espera, finalmente Argentina fue seleccionada para ser sede de la Copa Mundial de Fútbol de 1978. Sin embargo, la organización del torneo se vería afectada por el rechazo internacional a la dictadura militar que se había instalado en el país en 1976 y a las violaciones a los derechos humanos cometidas durante ese período. A pesar de las protestas iniciales ningún país se retiró de la competición, pero los neerlandeses sufrieron la deserción de Cruyff por dichos motivos. Esto no pesaría en el rendimiento de la Naranja Mecánica, que nuevamente sería finalista luego de sobrepasar a Italia y Alemania en la fase grupal de la segunda ronda. Su rival sería la selección argentina, que clasificaría tras derrotar por 6:0 en un polémico partido a Perú. En la final, disputada en el Estadio Monumental de Buenos Aires, Mario Kempes sería la figura de la victoria sudamericana por 3:1. España disputó la Copa del Mundo de Argentina de 1978 después de haber estado ausente de los dos últimos mundiales. Aun así su presencia fue testimonial, ya que fue eliminada tras perder contra Austria, empatar contra Brasil y ganar a Suecia.

Debido al éxito del torneo, el número de equipos participantes aumentó de 16 a 24 desde la Copa Mundial de Fútbol de 1982 disputada en España, para así darle más oportunidades de participación a equipos de Norteamérica, África, Asia y Oceanía. A diferencia del mundial anterior en que sólo participaron 3 países desde estos continentes, en España participó el doble. A pesar de ello, los nuevos participantes no lograron éxito pues ninguno de ellos clasificó a la segunda ronda, aunque se deben destacar las participaciones de Camerún, que quedó eliminado por diferencia de goles al igualar en puntos con Italia, y Argelia. La eliminación de este último país generó una fuerte controversia luego de que Alemania derrotara por 1:0 a Austria, cifra necesaria para que ambos países germanoparlantes clasificaran en desmedro de los norafricanos.

Brasil, que contaba con jugadores como Zico, Falcão y Sócrates, fue la sensación de la primera ronda al ganar con facilidad sus tres partidos, mientras Francia se perfilaba como uno de los favoritos junto a su estrella, Michel Platini. Sin embargo, estos dos equipos serían eliminados respectivamente por los eventuales finalistas del torneo: Italia y Alemania Occidental. Italia clasificaría a semifinales luego de que los tres tantos de Paolo Rossi les dieran la victoria sobre los sudamericanos durante la segunda ronda. En tanto, la dramática semifinal entre franceses y alemanes se definiría tras la primera tanda de penaltis realizada en un Mundial. Luego de que los alemanes remontaran un 3:1 en la prórroga, alcanzarían el pase a la final al ganar por 5:4 desde los once pasos. En la final, los itálicos se impusieron fácilmente alcanzando el tricampeonato; Rossi, la figura del equipo campeón, se quedaría con los dos premios creados ese año: el botín de oro al goleador del torneo y el balón de oro, entregado al mejor jugador. En "su" Copa del Mundo, España pasó de la primera ronda tras vencer a Yugoslavia y empatar con Honduras. Sin embargo, la floja primera fase le costó su encuadramiento en el grupo de Alemania e Inglaterra en la segunda fase. La eliminación de España supuso la destitución del seleccionador José Santamaría.
Maradona y la nueva Alemania


Colombia había sido elegida para ser la sede de la XIII Copa Mundial a realizarse en 1986, sin embargo, el país organizador desistió luego de verse imposibilitado de cumplir las fuertes exigencias impuestas por la FIFA. Ante la renuncia colombiana, el organismo internacional decidió que México acogiera nuevamente el torneo, debido a que mantenía en gran parte la infraestructura dejada por el torneo de 1970.

La primera ronda del torneo se realizó con normalidad, destacando a Marruecos como el primer equipo africano que pasó a la segunda ronda. En la segunda ronda, sin embargo, comenzaron a destacarse los equipos favoritos: Francia, que había derrotado a los campeones defensores en octavos de final, enfrentó en un dramático partido a Brasil, el cual finalizó con la victoria gala en la ronda de penaltis. Sin embargo, los sueños de Platini se verían nuevamente truncados en semifinales por Alemania Occidental.

En la otra llave del torneo, Argentina avanzaba imparable, en gran parte debido al talento de Diego Armando Maradona. En cuartos de final el equipo albiceleste debía confrontar a Inglaterra, uno de sus más tradicionales rivales, especialmente tras el estallido de la Guerra de las Malvinas cuatro años antes. El enfrentamiento destacó por dos de los goles más recordados en la historia de este deporte: en el minuto 51' Maradona anotó un gol con su mano (conocido como la mano de Dios) y en el 54' el mismo Maradona recorrió 62 metros en 10 segundos, sobrepasando a 6 ingleses, antes de anotar el denominado Gol del Siglo.

La final sería disputada entre alemanes y argentinos en el Estadio Azteca ante más de 110.000 espectadores. Cuando faltaban menos de quince minutos para el final del partido los sudamericanos lideraban por 2:0, pero los dirigidos de Franz Beckenbauer lograron igualar el marcador agregando dramatismo. Sin embargo un gol de Jorge Burruchaga a los 84' definiría la victoria argentina. Maradona, elegido el mejor jugador del torneo, sería el encargado de levantar el segundo título mundial de su país.

La revancha de Alemania se concretaría cuatro años después, cuando fuera Italia la sede de la Copa Mundial de Fútbol de 1990. En este torneo Camerún se convirtió en una de las sorpresas al derrotar en el partido inaugural a la escuadra de Maradona y avanzar finalmente hasta los cuartos de final, siendo eliminados por Inglaterra en la prórroga. A pesar de ello, este mundial ha sido considerado como uno de los de más baja calidad,[13] debido a un fútbol extremadamente defensivo, lo que se vio reflejado en la baja cifra de goles (la más baja de la historia) y el gran número de partidos definidos en penaltis, entre los que se encontraron las dos semifinales. El torneo finalizaría con una mediocre final entre alemanes y argentinos, caracterizada por los errores arbitrales y la expulsión de dos jugadores de la Albiceleste.[14] Un solitario gol de Andreas Brehme cinco minutos antes del pitazo final le daría la Copa por tercera vez a la escuadra de Alemania Occidental, algunos meses antes de que se concretara el proceso de reunificación de dicho país.

Brasil regresa al éxito

Con el fin de promover el fútbol en Estados Unidos, la principal superpotencia mundial tras el fin de la Guerra Fría, la FIFA decidió que la Copa Mundial de Fútbol de 1994 fuera disputada en dicho país, generando amplias críticas debido a la realización del torneo en un lugar donde el fútbol era prácticamente desconocido y donde ni siquiera existía una liga profesional. Ello no impidió que el Mundial fuera un éxito, alcanzando cerca de 3,6 millones de espectadores, un récord imbatido hasta el día de hoy.

El torneo resultó en el asesinato, una vez finalizada la participación del equipo de Colombia, de su defensa Andrés Escobar luego que éste accidentalmente cometiera un autogol. También significó el fin de la brillante carrera internacional de Maradona, después que diera positivo su test de dopaje. En el ámbito deportivo, Romário fue el artífice de la impecable campaña de Brasil hasta la final del torneo, en la que se enfrentó a Italia que había llegado a dichas instancias a pesar de haber disputado sufridos encuentros. Los dos tricampeones se enfrentaron en el Rose Bowl, pero ninguno fue capaz de convertir durante el tiempo reglamentario. El campeonato se definiría por primera vez en una tanda de penales. Después que Roberto Baggio fallara en su disparo, Brasil conquistó su tetracampeonato cuando había estado sin levantar la copa durante 24 años.

La nueva generación brasileña comenzó nuevamente a reinar y era la gran favorita para alcanzar el pentacampeonato en Francia 1998, el primer torneo que contó con 32 equipos participantes. A pesar de la ausencia de Romário, Brasil contó con jugadores como Ronaldo y Rivaldo que llevaron a los brasileños a su segunda final consecutiva. En dicho encuentro se enfrentó a la selección local, que había llegado a dicha instancia justo después de derrotar en semifinales a la sorprendente selección de Croacia, que en su primera participación en el torneo había alcanzado el tercer lugar. Aunque los galos habían tenido una irregular campaña durante la segunda ronda, en el encuentro decisivo fueron superiores y el buen juego de Brasil prácticamente se desvaneció. Zinedine Zidane se convirtió en la estrella del partido al anotar dos de los tres goles de Les Bleus, los cuales les darían el primer título a su país.
El Mundial en el siglo XXI

El Estadio Mundialista de Seúl fue construido especialmente para albergar la apertura de la Copa Mundial de Fútbol de 2002.

Cuatro años más tarde el torneo se disputaría por primera vez en tierras asiáticas, cuando Corea del Sur y Japón realizaran conjuntamente el Mundial de 2002. El evento generó una enorme inversión en ambos países, especialmente en cuanto a infraestructura: 18 nuevos estadios fueron construidos en total, con un costo que superó los 4.500 millones de dólares y se instaló tecnología de última generación para acoger a las 32 selecciones clasificadas de un total de 199 equipos inscritos, marcando un nuevo hito.

A pesar de haber sufrido en el proceso clasificatorio, Brasil nuevamente demostró su poderío, al ganar todos sus partidos durante el torneo. Ronaldo, que había sido opacado en la final de 1998 por Zidane, anotó ocho goles y se convirtió en el jugador con más tantos anotados desde 1970. En la final disputada en Yokohama, los brasileños no tuvieron problemas en superar a Alemania. El guardameta teutón Oliver Kahn, que había sido uno de los principales artífices de la campaña de su combinado permitiendo solo un gol en todo el torneo, no pudo detener los riflazos de Ronaldo que permitieron a Brasil coronarse pentacampeón.

El torneo de 2002 mostró una serie de resultados sorpresivos, entre los que destacaron las eliminaciones en primera ronda de algunos de los equipos favoritos para ganar el torneo, como Argentina, Portugal y Francia, que se convirtió en el peor campeón defensor de la historia del evento. Otros equipos alcanzaron resultados destacables: Corea del Sur se convirtió en el primer equipo asiático en llegar a semifinales junto a la sorprendente Turquía, mientras Estados Unidos y la debutante Senegal accedieron a la ronda de los ocho mejores. Sin embargo, los errores arbitrales marcaron un punto negro en el desarrollo del torneo, hecho que fue reconocido incluso por el propio presidente de la FIFA, Joseph Blatter.

Blatter, que había ascendido a la presidencia de la FIFA con la promesa de llevar el Mundial por primera vez a África, sufrió un fuerte revés cuando por un voto de diferencia Alemania derrotó a Sudáfrica en la elección de la sede de la Copa Mundial de Fútbol de 2006.

Brasil, que contaba en sus filas con Ronaldinho, era considerado el máximo favorito para levantar el trofeo, pero su desempeño fue ampliamente criticado aun cuando clasificaron invictos a la segunda ronda y Ronaldo alcanzó el récord de goles anotados en la historia de la competición. Alemania y Francia, que por otro lado casi no albergaban esperanzas de lograr un buen resultado, comenzaron a progresar a medida que avanzaba en el torneo. La primera ronda no presentó grandes sorpresas en general y la mayoría de los favoritos pasaron a la siguiente fase, a excepción de la República Checa que fue sobrepasada por Italia y Ghana en el denominado grupo de la muerte.

La supremacía europea se comenzó a manifestar durante la segunda fase. En cuartos de final, los penaltis marcaron el fin de la competencia para Argentina e Inglaterra, que fueron derrotados respectivamente por Alemania y Portugal. Brasil acabaría con su invicto desde la derrota en la final de 1998 al perder nuevamente frente a la escuadra francesa. Reeditando la recordada semifinal de 1970, Italia y Alemania se enfrentaron nuevamente en dicha instancia; luego de mantenerse durante gran parte del partido sin anotar, los itálicos accederían a la final al marcar dos goles minutos antes de acabar la prórroga. Italia se enfrentaría a Francia, que clasificó tras derrotar a los lusitanos con un penal anotado por Zidane. El partido disputado en el Estadio Olímpico de Berlín se desarrolló extremadamente parejo para ambos equipos, que durante los primeros 45 minutos habían anotado un gol cada uno. En la prórroga un polémico incidente provocaría la expulsión de Zinedine Zidane al golpear al italiano Marco Materazzi. Sin su capitán, Francia se enfrentó a la definición desde los once pasos. David Trézéguet erró un tiro, lo que permitiría a Italia coronarse como campeona del Mundial por cuarta vez.

Tras el fracaso de la elección de un equipo africano para la copa de 2006, la FIFA decidió establecer un sistema de "rotación continental" que permitiera que cada evento fuera organizado al menos una vez por cada confederación en un cierto período. África sería el primer continente elegido y Sudáfrica sería ampliamente apoyada como la sede de la Copa Mundial de Fútbol de 2010. De igual forma, la Copa Mundial de Fútbol de 2014 ha sido asignada a Sudamérica, para lo cual ya se ha postulado Brasil. Sin embargo, el sistema de rotación ha sido puesto en jaque debido a los problemas de organización que han enfrentado estos países, en especial Sudáfrica, que ha sufrido diversos retrasos en la construcción de los nuevos estadios. Ante esto, la FIFA ha decidido imponer un nuevo sistema de rotación que impide que el continente anfitrión repita en las siguientes dos ediciones, por lo que ningún país africano podrá ser anfitrión para la Copa Mundial de Fútbol de 2018 y ningún país sudamericano podrá ser anfitrión para la Copa Mundial de Fútbol de 2018 ni la Copa Mundial de Fútbol de 2022.

En la actualidad la Copa Mundial de Fútbol es uno de los eventos con mayor influencia a nivel mundial. En su última edición el torneo fue seguido por una audiencia acumulada a lo largo de todo su desarrollo superior a los 32 mil millones de personas en 207 países y se inscribieron 197 selecciones nacionales, lo que equivale a casi la totalidad de estos equipos.

Una pequeña y poderosa forma de Magia:
No puedo predecir con exactitud quién ganará el torneo en esta ocasión, pero si puedo decir con total seguridad, es que durante un mes, la conciencia silenciosa de ese gran rostro humano del mundo, estará fascinado - subyugado - por el deporte, por la promesa simple de expresar esa sincera sensación de pertenecer todos a un gran hogar llamado Tierra. Insisto, sé perfectamente que es un pensamiento simplista, pero mientras miro con gran atención el Juego Sudafrica vrs México ( que terminará en un impactante empate tras un gol magnifico de la selección méxicana ) y escucho gritar con una furiosa euforia a mis vecinos aficionados, no puedo menos que sonreir y pensar, que después de todo, somos una raza inocente y quizá muy joven.

C'la vie.


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