martes, 9 de febrero de 2016

Crónicas del lector curioso: Diez libros sobre asesinos en serie.





Desde que el mítico Caín levantó una piedra para asesinar a su hermano Abel, el asesinato ha aterrorizado, cautivado y obsesionado a la humanidad. No sólo porque se trata de un acto de puro instinto — tan cercano a lo primitivo que resulta casi indiferenciable — sino también, quizás el único que tiene tanto poder como el que se le atribuye cualquier deidad amada o temida. Y es que matar — como acto de justicia, odio, miedo e incluso vanidad — parece brindar al hombre un tipo de control sobre la incertidumbre de su propia naturaleza que resulta desconcertante. De la misma manera que la capacidad para concebir, el hecho del asesinato parece rozar esa tentación por la Divinidad — y su poder absoluto — que todo ser humano a experimentado alguna vez.

Con toda seguridad, por ese motivo, los asesinos en serie despiertan una fascinación en la cultura popular que no resulta sencillo de explicar, pero que casi todo comprenden a cabalidad. No sólo se trata quizás del símbolo de la maldad en estado puro en medio de una percepción de lo maligno cada vez más nihilista, sino una metáfora del desenfreno, el odio y la sin razón de la que podría alimentarse cualquier teoría sobre la futilidad de la existencia. ¿Que parece más cerca del abismo del caos que el hecho de una mente humana capaz de destruir el idealismo basado en la bondad? ¿Qué puede ser más pesimista que comprobar que el impulso del asesinato desafía cualquier sutileza filosófica o incluso sensibilidad espiritual? ¿Que la maldad -ese concepto primigenio mil veces debatido y analizado en nuestra cultura — pueda tener cualquier rostro? ¿Que el horror pueda habitar tan cerca como para confundirse en lo que consideramos normalidad?

Sin duda, son buenos motivos para que la existencia — el hecho — de un asesino en serie fascine y obsesione de la forma como lo hace. Y la literatura, no ha sido inmune a esa observación detallada de lo que puede significar un hombre que mata y que no sólo lo hace por el irreprimible instinto de la violencia que puede ser común en todos nosotros, sino por algo más. Por una codicia tan secreta y sutil que se confunde en algo mucho más desconcertante y duro de comprender. Escritores de todo el mundo, han intentado analizar, escudriñar e incluso simplemente humanizar la mente de asesinos — reales e imaginarios — utilizando todos los medios a su alcance e incluso, el más simple de todos: la curiosidad. Una y otra vez, la palabra ha servido de reflejo para comprender ese otro yo violento y terrorífico que con toda seguridad, habita en cada uno de nosotros.

¿Y cuáles podrían ser los mejores libros sobre Asesinos jamás publicados? Resulta difícil hacer una selección semejante, pero podría incluir los siguientes:

* “Zodiac: El asesino del zodíaco” de Robert Graysmith
Graysmith trabaja como caricaturista para el periódico The San Francisco Chronicle, cuando el asesino llamado “El Zodiaco” comenzó a enviar cartas a redacción describiendo con detalle sus crímenes. Obsesionado , no sólo brindó ayuda a diversos investigadores que intentaron utilizar los mensajes para esclarecer los crímenes, sino que además, mantuvo su propia investigación sobre el tema, incluso cuando los agentes encargados del caso dieron por finalizada cualquier pesquisa. A pesar de no tener ningún tipo de conocimiento sobre psiquiatría, medicina forense o incluso tener el apoyo de la policía local, Graymisth dedicó diecisiete años en averiguar por su cuenta la identidad del asesino. A pesar que no logró, sus progresos sobre el tema fueron mucho más evidentes y sustanciosos que cualquier investigación oficial. Aunque el libro — y sus conclusiones — todavía no son consideradas parte de una reconstrucción formal sobre los crímenes del Zodiaco, la versión de Graysmith es quizás la más popular y aceptada por buena parte de la cultura popular.

* “Obedeceré a Dios” de Jon Krakauer
Cuando Ron y Dan Lafferty, mormones fundamentalistas, asesinaron brutalmente a dos hermanos “por mandato divino”, norteamérica pareció comenzar a comprender los peligros del extremismo religioso basado en preceptos morales que conocían muy bien. El hecho permitió al escritor Jon Krakauer no sólo analizar el asesinato desde la perspectiva de una circunstancia inédita en la historia americana sino de sus implicaciones culturales: El culto Mormón es quizás uno de los credos religiosos más populares en un país que se identifica así mismo como seglar. El escritor no sólo investiga y profundiza sobre el uso de la religión como una forma de manipulación emocional sino la noción del asesinato bajo la justificación dogmática. Rozando los límites de la provocación, Krakauer cuestiona el papel de la creencia como parte de una serie de ideas esencialmente primitivas que pueden ser utilizadas como herramientas de alineación y presión psicológica.

* Celda 2455. Pabellón de la muerte de Caryl Chessman
Una de las pocas novelas sobre asesinos escrita por un hombre que habitaba el tristemente célebre corredor de la muerte del Estado de California. Caryl Chessman, ladrón y violador, fue condenado a muerte los 27 años luego de ser acusado de secuestro, robo y perversión sexual. Considerado un criminal serial, por casi diez años se le atribuyeron todo tipo de crímenes en varios estados de EEUU. Una vez en la cárcel, Chessman se convirtió en una inusual celebridad, al hacerse un enconado luchador contra la pena de muerte y escribir cuatro libros sobre el tema, fruto de casi diez mil horas de investigación y estudio sobre su caso y otros semejantes. Por casi veinte años, Chessman aseguró que no era culpable de los crímenes por los cuales estaba condenado a morir. Una y otra vez, sostuvo que su caso estuvo lleno de inconsistencias y contradicciones. No obstante, el 2 de mayo de 1960, Caryl Chessman moría en la cámara de Gas de la cárcel de San Quentin, sin haber logrado demostrar su inocencia. Aún en la actualidad su caso sigue siendo debatido y analizado como una temible curiosidad en los anales de la historia jurídica norteamericana.

* La condesa sangrienta de Valentine Penrose
La célebre historia de la condesa Isabel Báthory ha sido analizada desde cientos de perspectivas en la literatura y el cine. No obstante, Penrose brinda a la historia una cuidada investigación sobre su contexto que la hace especialmente intrigante: contradiciendo la imagen histórica de la mujer despótica y violenta, el autor recorre la vida de Báthory como una poderosa aristócrata en una época donde la violencia no se repudiaba y era considerada una parte esencial de la cultura. Bathory no sólo gobernó sus tierras con astucia sino que además, fue una de las pocas mujeres con auténtico poder político de su tiempo. En un tiempo de barbarie, la Condesa disfrutó de una corte de enorme riqueza artística y luchó con gran habilidad política para conservar la autonomía de su territorio de las constantes invasiones vecinas.

No obstante, Bathory la asesina, es mucho más intrigante y sugerente que la de la mujer poderosa. Y quizás por ese motivo, Penrose construye una curiosa crónica sobre la perversión sexual y la demencia de la condesa Bathory. Con minucioso detalle, reconstruye el método y los motivos por los cuales la aristócrata asesino a casi 650 jovencitas — una insólita mezcla de antiguas creencias mágicas y brutalidad en una época barbárica — , intentando no sólo demostrar y comprender sus motivaciones sino los alcances de sus asesinatos. Un libro que no sólo analiza los asesinatos de Bathory desde la perspectiva histórica sino también, desde el hecho de la mujer que mata, una idea que por años pareció desconcertar a buena parte de los historiadores.

* Jack el destripador. Cartas desde el infierno de Stewart P. Evans
Se trata de unas de las investigaciones más objetivas y profundas sobre la identidad del asesino que aterrorizó Londres y que aún continúa siendo un misterio no sólo para la cultura popular, sino también para la ciencia forense. El libro reconstruye paso a paso los asesinatos cometidos por el Jack el Destripador y lo hace, desde una intrigante perspectiva moderna que nos permite comprender el terror que infundió a la Londres Victoriana. La investigación incluye además casi 120 fotografías de los lugares reales en donde ocurrieron los hechos, lo que permite al lector familiarizarse con Jack el Destripador como parte de su contexto e historia. No obstante, el elemento más perturbador del libro, es el extenso apéndice que recopila la totalidad de cartas atribuidas a Jack el Destripador y enviadas a la policía de Londres durante su breve reinado de terror durante el Otoño de 1988. En suma, la obra no sólo resume la obsesión insistente de la cultura popular con uno de los personajes más sombríos de la historia sino el hecho mismo que con su existencia, destruyó la inocencia secular y emocional de toda una época.

* Green River, running red de Ann Rule
La novela reconstruye con meticuloso y en ocasiones terrorífico detalle, la historia de Gary Ridgway, asesino de setenta y un personas y considerado uno de los asesinos seriales más prolíficos conocidos. La autora analiza la personalidad de Ridgway desde su niñez, describiendo su hogar y su primera juventud como posible origen de la posterior misoginia que le hizo asesinar durante casi diez años exclusivamente mujeres. Más allá de las consideraciones morales del asesinato, la autora se cuestiona sobre las singularidades de la personalidad del asesino y sobre todo, cuando pudieron influir en los asesinatos que cometió.

* Helter Skelter: La verdadera historia de los Asesinatos de Manson de Vincent Bugliosi y Curt Gentry
No se trata de un libro sencillo: A diferencia de otros a su estilo, se enfoca directamente en la descripción criminalística y forense, antes de usar recursos narrativos para narrar la historia que analiza. No sólo describe con espeluznante detalle lo ocurrido durante la noche del tristemente célebre asesinato de la actriz Sharon Tate, sino que además profundiza en detalles forenses y físicos que en ocasiones transforman la lectura en una sucesión de datos físicos y policíacos difícilmente asimilables. Además, incluye pormenores sobre el proceso judicial posterior que hasta entonces, habían pertenecido al secreto de sumario del caso. Todo una visión descarnada sobre uno de los casos más sonados de la historia.

* Dentro del Monstruo de de Robert Ressler
A Robert Ressler se le considera el creador de los perfiles psicológicos de asesinos en serio y quizás por ese motivo, su segundo libro se concentra exclusivamente en analizar la personalidad y reflexiones de dos de los más grandes y terribles asesinos en serie de la historia reciente Dhamer (El carnicero de Milwaukee) y John Wayne Gacy (El payaso asesino). El libro incluye las extensas entrevistas de su autor con ambos asesinos, así como sus conclusiones sobre las motivaciones que sostienen no sólo el comportamiento violento y psicópata, sino lo que suele llamar “la raíz del mal”. Un libro que desafía la simplificación del asesinato como una forma de locura e intenta construir teorías e hipótesis sobre los mecanismos que desencadenan la violencia y la compulsión criminal.

* BTK (Átalas, torturalas, mátalas) de Roy Wenzel
Dennis Rader era un modélico padre de familia americano, un vecino ideal y un hombre conocido en su comunidad religiosa por su profunda devoción. Por ese motivo, cuando se descubrió que Rader llevaba más de treinta y dos años torturando y asesinando mujeres en su natal Wichita, se convirtió de inmediato en el símbolo de la psicopatía clásica y el conocido perfil anónimo del asesino serial clásico.
El libro de Roy Wenzel analiza desde el largo historial de asesinatos de Rader, hasta el momento en que fue descubierto debido a un error de pura vanidad: realizó una llamada al periódico local para identificarse como el auto de los asesinatos que aterrorizaban a la ciudad. Se autoproclamó como BTK (átalas, torturalas, mátalas en sus siglas en inglés) y aseguró que jamás sería descubierto por las autoridades locales. Unos meses después y luego de ser capturado gracias a esa llamada, declararía que había sido “lo único que lamentaba” de toda su carrera criminal. Wenzel utiliza la pequeña anécdota no sólo para describir la mente del asesino sino para analizar su profunda frialdad y crueldad.

* Asesinos de Stephan Bourgoin
Una pormenorizada guía sobre los principales asesinos en serie Norteamericanos y Europeos, realizada desde el punto de vista del criminólogo Stephan Bourgoin. De edición limitada y actualmente toda una rareza editorial, forma parte de una serie de libros donde el autor teoriza sobre la naturaleza del mal y sobre todo, la violencia como parte de la naturaleza humana.

Una lista corta sin duda y que quizás, haya olvidado algunas obras mucho más especializadas y quizás literaria sobre el asesinato y la violencia. No obstante, esta pequeña selección resume no sólo el intento de la literatura de comprender el terror y la violencia sino además, la forma como interpreta esa visión oscura sobre la naturaleza humana. Un reflejo de lo primitivo y salvaje que quizás es parte de nuestra mente, aún sin saberlo.

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