lunes, 27 de mayo de 2013

Para reir, para llorar: La asombrosa y triste historia del que lleva un nombre raro.






Apreciados futuros padres en busca de nombre para su bebé:

Antes que nada, los felicito: ahora mismo, viven uno de los momentos más emocionantes y significativos de la vida de cualquier hombre o mujer con aspiraciones de formar familia. Los imagino, sonrientes y llorosos, pensando en el niño que nacerá, que será su manera de mirar el futuro y seguramente, el protagonista de la vida en común que ambos comparten. Un pensamiento hermoso sin duda. Un momento irrepetible, además. Por ese motivo, me atrevo a escribirles esta carta. Porque también sé que ahora mismo, están en la búsqueda del nombre que llevará ese bebé tan esperado. Un nombre que será el símbolo de sus sueños para él o ella, y también parte de su historia personal. Así que, mis estimados e hipotéticos lectores, tengan cuidado y sobre todo un poco de piedad con el nombre que escogerán!

No exagero. Les escribo con la experiencia de llevar por treinta y no te importan años, la excentricidad de un momento de inspiración materno o paterno, nunca lo he sabido bien. Una pequeña condena a lo incomodo y burlón desde niña. Me llamo Aglaia - se pronuncia como se lee - y llevar mi nombre - aunque me encanta - me ha demostrado que muchas veces los padres como ustedes, ilusionados e inocentes - no imaginan que consecuencia pueda tener el nombre que llevará ese bebé tan inocente que dormirá en la cuna recién comprada. No imaginan las risitas en el salón de clase de primaria, cuando dices tu nombre en voz alta y el sonido te suena extraño incluso a ti. No imaginan la manera como un nombre curioso despierta la creatividad de todos a tu alrededor para encontrar todo tipo de permutaciones y modificaciones graciosas. Graciosas para ellos claro, irritantes hasta la vergüenza para el que lo soporta. Nunca imaginan, cuando deciden por ese nombre tan musical y que en papel parece tan hermoso, la aventura y el traspiés que significará para ese niño que tendrá que padecer su rareza, su belleza e incluso su misterio. Porque cuando eres niño y después adulto, poco importa las aspiraciones idílicas de un padre inspirado: lo que te preocupa es que nadie puede deletrear bien tu nombre, que sufres una historia de equivocaciones con consecuencias imprevisibles. Y es que ese nombre raro tan bonito para ustedes es una pequeña pesadilla para nosotros.

Y es que quien padece un nombre raro, recorre un camino en solitario, que las Marias, Las Josefinas,  Los José, los Antonio y los Pedros de este mundo no conocen. ¿Como podrían? ¿Como describirles las miradas de extrañeza al pronunciar el nombre frente a un desconocido? La risitas que viene después, que te llamen directamente por otro nombre ¿Como explicarles la sensación de incomodidad cuando debes repetirlo una y otra vez para hacerlo comprensible? Levantar el documento de identidad, mostrarlo con cierta timidez. ¿Ve? Así me llamo. ¿Y donde salió ese nombre? La pregunta de rigor, de desconocido amable, del funcionario de oficina publico aburrido, del profesor confundido, de la anciana sorda del vagón del Metro multitudinario. No lo sé. Uno responde casi con inocencia. Intenta parecer tranquilo, hasta divertido. Pero en el fondo, la sensación recuerda a la niñez, a los compañeritos de clase mirándonos con cierto asombro, a los adultos que seguramente se preguntan que estaban pensando los padres al obsequiarle al niño o niña en cuestión la comedia de equivocaciones de aquel nombre impronunciable. Además, hablamos de un país jocoso, un país con un gran sentido del humor. Y el nombre raro es el chiste fácil, la carcajada previsible, la burla inevitable.

Según la inefable Wikipedia, cuna del conocimiento post moderno, el nombre es: la designación o denominación verbal (las denominaciones no verbales las estudian la iconología y la iconografía) que se le da a una persona, animal, cosa, o concepto tangible o intangible, concreto o abstracto, para distinguirlo de otros. Como signo, en general es estudiado por la semiótica, y como signo en un entorno social, por la semiología. Una idea que parece tan simple, hasta que asumes que el nombre te identificará de por vida, será tu carta de presentación, tu manera de asumirte ante el mundo. Porque el nombre es ese primer vistazo a quien eres, esa descripción muy rápida sobre ti mismo, el primer acercamiento hacia ese misterio de la personalidad del Otro que a todos nos desconcierta. ¿Exagero? Piensalo otra vez: ¿Hay algo que irrite más que alguien confunda tu nombre o lo pronuncie de manera incorrecta? ¿Te ha ocurrido verdad?  ¿Has sentido ese momento de súbita ira, de pequeño malestar? Ahora imaginalo multiplicado muchas veces, en cientos de situaciones imprevisibles. En la conversación casual, en la entrevista de trabajo, en la presentación de negocios, en la lectura pasajera. El nombre, es sin duda, una de las maneras más personales de concebirte. Y la más fortuita también.


¿Entiendes lo que quiero decir, futuro papá y mamá? Yo espero que si. Y si no, siempre habrá lugar para otro inconforme de origen, para alguien más que aprenderá a reirse de si mismo, para el que comprenderá que un nombre raro es muy incomodo - sin duda, lo es - pero también ese pequeño secreto que te hace sonreir, incluso en los momentos más incomodos. ¿Pensaron que no había nada bueno en todo esto? Por supuesto que lo hay, y es que el nombre raro, te convertirá en el eterno disconforme, el que sabe que hay un largo trecho entre aceptar y enfrentarse, y por supuesto, el que sabe perfectamente el significado de la frase "el que ríe de último, rie mejor".

Con mucho cariño, la chica del nombre impronunciable.

Aglaia, que se lee Gladis, que confunden con Glanya y a la que en preescolar le decían Alga Marina. 

17 comentarios:

LatinCosmicGirl dijo...

Igora-----> Vibora, Ignora, Irma, Ringora, Chingora, Ahora, Agora, Igora Royal....

En fin, esos fueron años de bullying y psicologo infantil, luego se preguntan pq carrizo me pinto el cabello de rosa.

Unknown dijo...

jajajajajaja 2 de mis hijos llevan por nombre: Lennon y el otro Ringo! =)

Renzi Hernandez dijo...

Excelente tu escrito de hoy.

Yo también he vivido por 50 y dele primaveras con un nombre bien extrano: Renzi....y he sufrido que cada vez que alguien lo apunte me pregunte si es con C o Y griega. Y mi respuesta ya aprendida de memoria es z de zapato e i latina, la del puntito...y aún así, la mitad de las veces lo escriben mal. En ocasiones lo ven como nombre de mujer y muchas veces recibí cartas o correos electrónicos dirigidos a la Sra. Renzi. Bueno, al menos mi nombre tiene una historia simpática, mi madre es fanática de la ópera, y Rienzi es una ópera de Wagner y así me pusieron. Luego llegó mi abuela y dijo que con ese nombre se estarían riendo toda la vida de mí, y le sacaron la primera i quedando Renzi.
Un saludo Aglaia. PD....tu nombre es precioso, medio impronunciable, pero precioso. Ah, y no aclarastes de donde viene.....

DescargandoAndo dijo...

Licoa, así tal como suena, derivo en Licuadora,Lisboa,Licor,Alondra (¿?¿?), Liona, y etc.

Nay dijo...

Me llamo Nayjand, aprendí a deletrear mi nombre antes que cualquier otra palabra me dicen "ahijada, naihand, nailand, naiyan y cualquier cosa que entiendan cuando preguntan mi nombre.
La mayoría me dice Nay (mejor que ese pocote de letras, una vez dijeron eso cuando lo leyeron en un papel)
Ya me reconcilie con mi nombre, antes vivía molesta por tener que explicar de dónde salió (es la combinación del nombre de mi mamá Naile y mi papá Alejandro)

Unknown dijo...

Yo soy uno de los Antonios pero con una ligera vuelta de tornillo, mi apellido es Silvio y la gente se empeña en llamarme Silvio como nombre o llamarme Silvio Antonio rafael Sifontes y yo ¿Sr/ra Ud. supone que tengo Tres nombres y que uno de ellos se escribe tras el apellido? bueno eso! me gustó tu artículo

Rao dijo...

Que les puedo decir yo que soy Rao para la mitad del universo sideral, siempre le reclamo a mi madre lo mucho que me costo aprender a escribir mi nombre (lo cual no recuerdo pero es una forma de reclamarle y que tuve que aprender a deletrearlo antes de aprender a leer. ¡Gracias Aglaia! Por resumir el sentimiento de una generación de incomprendidos... Yo seguramente me vengaré de mis hijos, aunque prometo no ponerle un nombre de más de 5 letras...

Unknown dijo...

Tu nombre es lindo Aglaia y si no me equivoco es de la mitología griega, leyendo un libro hace poco me lo conseguí y sonreí por ti =)

Za dijo...

Mamitaaaa! Aquí yo, que tú sabes hasta mi apellido (bien simpaticón)
Zaadel, que se suponía era de Sadal La Melik, la estrella alfa acuario y mi mamá decidió solo usar Sadal (que por alguna razón rara convirtió en Zaadel) No me puso el segundo nombre "Melik" porque mi madrina Giovanna quería que me llamaran como ella y zuaaas... Zaadel Giovanna. Me encantan los 2 nombres, pero siempre que tengo que decir como me llamo me lo cambian (Sade, Zandel, Sendal, Sadens, Zaida, Zaide, Sadie... etc... NO hablaré de los Jhovana, Yovana, etc...)
A mi hija le pusimos Zoe, sin segundo nombre jajaa... tal vez exageramos en lo minimalistas o caimos en el simplismo, pero es una nombre fácil, hermoso, práctico!

Unknown dijo...

Aglaia no es un nombre raro. Es simplemente hermoso. Siempre que paso por la "Neue Pinakothek" me acuerdo de usted.

Cristal Palacios dijo...

Cristal, alias vidrio, alias diamante, alias topacio, alias ¿como la novela?, alias Belfort, alias espejo, alias vitral...........

Carola dijo...

Me encantó tu post y los comentarios de los lectores. En mi caso no fue mi nombre sino mi apellido el que he tenido que deletrear toda la vida: S-u-n-i-a-g-a para que no lo escribieran con Z, o pusieran Zuniga, Zuñiga o cualquier otra cosa. Sólo las monjas españolas del colegio dónde estudié lo decían bien a la primera.

Luego ha venido el tema que al ser un apellido poco común, el que lo tiene es familia, lo cuál me ha llevado incluso a una vez al pagar con cheque y el encargado de la tienda conformarlo, me dijo que el operador quería hablar conmigo y tras el susto y yo tomar el teléfono, el chico me dice que el también es Suniaga, y que quien era migrañas papá y mi abuela etc. También una vez al pagar con tarjeta en una librería, la dependienta al ver mi apellido en la cédula me pregunto a viva voz si era familia del escritor Francisco Suniaga, y yo a respondent que si y explicar.

En fin peores han estado mi cuñada Anneliesse, o el vecino Gemvirli (de mamá Geminis, padre Virgo y el Libra) o las amigas maracuchas Sol, Luna, Estrella, Rocío y Lluvia.

Unknown dijo...

Kennet = "Ken, que, Kenny, Quene, Quen,kien ¿qué ké??... Kennetth"...en fin..en esos sitios siempre digo Emilio, que es mi segundo nombre..y todas las facturitas de supermercado lo llevan...

buffy_raver dijo...

-¿Nombre? -Indira. -¿Gandhi? -Emh... No, Núñez con acento en la u. #BastaYa

Cinemaniática dijo...

Maravilloso post, me siento 100% identificada. :)

-Milva
-¿Vilma?
-Milva
-¡Vlima?
-Milva
-¿Mirva, Nilva, Limba? (si, LIMBA)

Mis amigos me dicen Mils, y hasta ese nickname lo escriben mal.

No hay remedio ;)

Lianka dijo...

ele i a ene ka a Lianka no Bianca, ni Elianca, ni Elianta, ni qué sé yo.. y como los 4 que están en la cédula son igual de raros no me salva el 2do. nombre ni el apellido. Asumí mi rareza nominal como una más de mis rarezas. quizás la principal.

Unknown dijo...

Mi nombre me lo colocaron los abuelos y bisabuelos de mi familia materna. Libicni, proviene de libni que aparece en el antiguo testamento y significa "servidor de dios" me han llamado lili, viky, living,y asi sucesivamente hasta que mis amigos llegaron a un acuerdo en mi apodo "LIBI" asi me llaman desde hace un tiempo las personas mas cercanas y queridas.

Publicar un comentario