jueves, 5 de abril de 2012

Del Fanatismo al Ateismo: dos extremos que en ocasiones se tocan





Venezuela es un país netamente Cristiano.Y hablo de un cristianismo con fuertes raíces culturales: celebramos como fechas de asueto el calendario apostólico romano, la Iglesia Cristiana posee una fuerte preponderancia en la sociedad y de hecho, la población Venezolana, se confiesa mayoritariamente Cristiana. Eso por supuesto, combinado con toda una serie de creencias locales en una extraña mistura que sorprende y sobresalta: Los altares Santeros están llenos de Santos Cristianos, los feligreses acuden a misa los domingos...pero también a citas de cartomancia durante el resto de la semana. Y es que Venezuela, y también gran parte de latinoamerica, exhibe un abierto mestizaje en lo que a religión y creencias se refiere. Como en muchas otras cosas, la religión Venezuela no es pura, sino un híbrido entre muchas tendencias dispares, una gran amalgama de elementos que dan como resultado una especie de creencia que abarca desde lo más extraño a lo tradicional. Porque así es nuestro país, porque así es nuestra cultura.

Por ese motivo, me sorprende cuando cada Semana Santa - es bastante exacto el fenómeno - los ateos comienzan a quejarse de la religiosidad del Venezolano o mejor dicho, de las creencias en general y dedican los cuatro días de asueto por la celebración de estas fechas simbólicas cristianas a burlarse y a demostrar su superioridad intelectual. Me sorprende sobre todo, el encono y la necesidad de demostrar "su razón" mientras la religiosidad y la fe del Venezolano continua inmutable y simple. Porque así es la fe del Venezolano, esta fe tropical de Iglesias repletas de feligreses llevando ropas púrpuras para "pagar" promesas a Santos, con la misma perplejidad un tanto temerosa con que los Griegos rendian tributo a los Dioses. Porque es histórico sin duda, es primitivo, una reminiscencia de alguna memoria originaria, ese deseo de creer, de inventar sus propios mitos, de levantar leyendas, de crear realidades alternativas para expresar ideas sobre si mismos y ese gran "más allá" que llamamos lo desconocido. Sin duda alguna, la fe nos convierte a todos en niños, sea cual sea, la palabra o la creencia que expresemos, si es que expresamos alguna claro. Una ingenuidad a toda prueba, una idea concreta que se eleva desde esa raiz del niño - hombre antiguo al ciudadano moderno.

Y me suelo preguntar, cuando leo esos enconados artículos de ateos convencidos, criticando extensamente la ignorancia ajena en el supremamente inocente acto de creer, ¿que tiene de malo esa natural inclinación? ¿Cual es la virulenta y decidida oposición a esa ingenuidad arquetipica que toda alma siente alguna vez? Porque no nos engañemos: todos, desde el creyente más enconado al ateo más cínico, ha creído en algo, alguna vez. Tal vez no con una idea dogmática, ni ese fanatismo sin cuento de los histéricos, pero si, la fe ha estado alli alguna vez. De manera que insisto en preguntar, ¿Por qué esa necesidad de ofender a quien como usted, esta convencido de una idea? Tal vez, la religión es una manera infantil de conceptualizar las creencias y el mundo en su complejidad, estamos de acuerdo, pero ¿Que derecho tenemos de juzgar a quienes deciden simplificar sus propia manera de vez el mundo en busca de un acto supremo de confianza? ¿Tenemos acaso algún derecho a hacerlo? Yo creo que no.

Y no, no defiendo ninguna religión en concreto. Defiendo el derecho de creer, de confiar, de construir nuestra medida sobre lo que no comprendemos de la mejor manera posible. No defiendo por supuesto, el fanatismo, la opresión intelectual, la obligatoriedad de la creencia. Eso sería material para otro articulo que probablemente haré en unos cuantos días. Me refiero en concreto, al hecho que la fe, cual sea su objetivo - si lo tiene -, cual sea el consuelo que proporcione, debería ser también, una muestra de libertad. ¿Deseas creer? Puedes hacerlo. Yo respetaré tu derecho a hacerlo. De la misma manera como el creyente debería respetar el deseo de alguien más de expresar su pensamiento más allá del dogma y una creencia en concreto.

Y sé que si algún convencido ateo lee estas reflexiones, seguramente comenzará a ponderar sobre los peligros de la fe, de la Jerarquia católica que se aprovecha de los ingenuos, y todos esos razonables argumentos que en apariencia te hacen superior a esos "pobres borregos" que encienden velas, que recorren  templos y toda esa imaginaria popular que forma parte de ese indeleble legado cultural venezolano. Pero me pregunto, ¿No es una muestra de profundo prejuicio intentar convencer a toda costa a los demás sobre una opinión - porque el ateísmo, es sin duda una opinión - y adjudicarnos una supremacía cultural solo por el hecho de apoyarla? ¿Y que ocurre con el concepto del Libre albedrío, del respeto por la expresión personal del otro, cualquiera que esta sea? ¿No se supone que el ateísmo rompe el esquema del dogmático, del creyente férreo, de la obligatoriedad del concepto?

Pienso en todas estas cosas mientras camino por la calle y me tropiezo con una anciana vestida con una túnica púrpura, llevando un par de velas en la mano. Camina orgullosa, como si el atuendo, su creencia, la envistiera de una rara autoridad. Me detengo a mirarla un momento, y me parece la encarnación de este pueblo ingenuo, deseoso de crecer, temeroso de un Dios Omnipotente a quien se le puede convencer con ofrendas pequeñas, llevando un color particular de ropa, intentando con esa naturalidad de los niños pequeños ganar su favor. Y es que en Venezuela, en Latinoamerica tal vez, la fe tiene ese rasgo casi tierno de quien simplemente espera un momento de paz.


C' est la vie.

7 comentarios:

Carmen M. Mesa R. (Adictísima) dijo...

Menos mal que no soy yo nada más la que ve eso. El problema mío con el ateísmo es ese: No me importa que seas ateo, musulmán, evangélico o judío: cada quien con sus creencias. Creer en algo, como no creer, es una decisión personal que debería ser respetada. Si usted piensa que creer en algo desconocido es lo mejor, crea en eso. Si prefiere no creer, pues no crea. Pero me jode que me llames imbécil por creer en lo que yo creo. De hecho por algo así me "volé" a un amigo en Facebook. Simplemente, leer todos los días sobre la "superioridad" del ateísmo insultando mi religión católica, por muy abierta y tolerante que sea (y siempre me he considerado lo suficientemente abierta y tolerante para leer críticas) fue demasiado. Era ateísmo fanático en el peor de los casos. Y una también se cansa de argumentar en contra. Saludos,

Miss B dijo...

Exactamente! Me parece en extremo ofensivo que los ateos crean que son superiores intelectualmente por el hecho de tomar una decisión moral, que si lo analizas, es exactamente igual a la tuya de creer. Son formas de ponderar la realidad, simplemente.

No soy cristiana, pero respeto muchísimo todos los simbolos y creencias que identifican la religión. Igualmente me sucede con las creencias Judaicas y Musulmanas y tantas otras. Creo que merecen todo mi respeto porque forman parte de la identidad cultural de cada quien.

Realmente preocupante, ese racionalismo que tilda de insultante lo que no puede comprender o aceptar.

Gracias por leer y comentar bella, un besote!

kamihacker dijo...

Habiendo dejado de practicar la religión católica hace 17 años, hay cosas que no dejan de sorprenderme, por ejemplo que haya una cantidad inmensa de mujeres que apoyen y fomenten sistemas de creencia cuyas reglas las marginan

Un ejemplo es bautizar a sus hijos a muy temprana edad, fomentando la participación de un seguidor más, por tradición y no por voluntad propia

Respeto y tolero a aquellos que sienten y creen su religión, pero el proselitismo es lo que siento invasivo

Miss B dijo...

Claro Carlitos, de hecho, creo que es un tema de discusión porque resulta preocupante que como Jerarquia - alejandonos del tema de la Fe que tocaba en el articulo - la Iglesia Cristiana denigra a sus creyentes por ortodoxia moral. Eso no solo es caldo de cultivo para el prejuicio, sino para la segregración.

Personalmente, no soy Cristiana y mirando de manera objetiva, me angustia un poco que la mujer en la Iglesia, sea tan menospreciada, a unos niveles tan preocupantes y a nadie parezca preocuparle. Un tema de análisis sin duda.

Gracias Carlitos, por leer y comentar.

Carmen M. Mesa R. (Adictísima) dijo...

Puedo confesar también el inmenso aburrimiento que me causa leer el eterno argumento de la "discriminación" de las mujeres en la Iglesia Católica?

Sip, me aburre permanentemente porque ser católico no tiene mucho que ver con su organización y su tradición histórica. Usted cree en el Padre, Jesús y el Espíritu Santo, no en la forma como históricamente se organizó la iglesia. Cree en Jesús, no en la pila de zánganos que históricamente quemaron gente con el argumento de la religión. Para creer en eso usted no necesita llevar puestas una mitra y una sotana. Para ser católica yo no necesito llegar a Papa o a Cardenal. Que hay cosas en la Iglesia que podrían cambiar? Yep. La organización en ciertos puntos es ineficiente. Personalmente no permitiría que un Papa, tal como están las cosas hoy en día, fuera vitalicio, pero esa es MI opinión al respecto.

Pero.... en el catolicismo hay tantas Santas como Santos, se venera a una mujer (lo que no admiten los Evangélicos, por ejemplo!) y una participa de igual a igual con un hombre en la profesión de fe. Sí, usted no está en una esquina de la Iglesia y el hombre en otra como antiguamente se hacía. Recuérdese que todavía hay un montón de religiones en las cuales usted, mujer, tiene que estar separada de los hombres (algunas partes del judaismo más ortodoxo, el lado musulmán) y sin embargo hay mujeres que han aceptado eso tranquilamente porque van más allá de esa idea. Recuerdo haber leído foros de mujeres que están estudiando la fe musulmana y que siempre comentaban que la gente les dice por qué meterse en una religión con tantas restricciones a la participación de la mujer como la fé musulmana. Y ellas decían simplemente que su creencia iba más allá de esas restricciones que son parte de esa doctrina. Y es algo absolutamente respetable. Limitar la creencia en Alá al hecho de llevar una burka o no es tan ridículo como limitar mi creencia en Cristo crucificado al hecho de que yo no lleve puesta una sotana.

La religión va más allá de la mentalidad actual, va más allá de los convencionalismos y visiones actuales de la vida, y si a ver vamos, signos de discriminación veo yo en instituciones "supuestamente" abiertas a la participación de mujeres. Y me parece más discriminatorio el proteccionismo a las "supuestamente iguales" mujeres en la ley que establece porcentajes de participación de hombres y mujeres (el mero hecho de que eso exista en leyes no nos hace más iguales!) Más discriminatorio que el excesivo proteccionismo a las mujeres que pretende la Ley del trabajo en discusión actual y que lo que va a generar es que NINGUNA empresa contrate una mujer en edad fértil? Nos preocupa más no llevar una sotana de una institución que se ha mantenido así por más de 2.000 años? Hay cada análisis...

Es realmente TAN indispensable ser quien esté en frente de quienes la profesan? Si usted no puede llegar a ser jefa en la Iglesia su fe cambia? O nos estamos volviendo tremendamente simplistas en el análisis de las razones por las que la gente cree y nos limitamos al convencionalismo humano? Yo creo en Dios, no en la forma como organizaron la Iglesia que es esencialmente humana. Puedo pensar que podría ser mejor, pero eso no condiciona el hecho de mi creencia en sí. Así que si a usted, amiga fémina, ESO la perturba, le molesta y no la deja creer como debería ser, si usted piensa que no poder llegar a celebrar una misa le perturba demasiado su oración, reitero mi comentario: la religión es una decisión personal y usted en este instante no está obligada a ser católica. Para eso sí estamos más que abiertos en este instante y gracias a Dios en eso sí se ha abierto lo suficiente el mundo: hasta para criticar arrecho. Antes quemaban a la gente por decir ese tipo de cosas. Busque una religión que le permita cubrir ese requerimiento específico y sea feliz en ella. O elija no creer. Eso también funciona. Pero no me diga a mí que soy estúpida por ser católica por una "discriminación" limitada a ciertos aspectos organizativos y de doctrina.

Carmen M. Mesa R. (Adictísima) dijo...

En cuanto al proselitismo....no sé, yo no conozco ninguna religión en la cual se espere hasta la adultez para que los chamos decidan a qué religión le van. Toda religión tiene cierto grado de proselitismo. Y a eso va aunado cierto grado de tradición. Un judío no espera que su chamo vaya a ser católico practicante precisamente. Eso pasa por las expectativas paternales que no solo están en el hecho de que usted estudie una carrera (aunque no tenga ni la más remota vocación para ella), se case, tenga muchachos y bueno, profese la religión que tienen sus padres. Toda religión, no sólo la católica, involucra cierto grado de proselitismo. Es natural, de no existir ESE elemento habrían desaparecido hace un buen rato. Se junta la necesidad humana de creer en algo con el hecho de la supervivencia de lo ya establecido. Ritos de iniciación hay en todas las religiones. La gran diferencia es que ahorita usted puede llegar al uso de razón y decidir que no piensa seguir lo que le inculcaron sus padres. Y hacerlo sin líos. Deja de profesar esa religión y elegir lo que mejor venga a sus intereses. Lo que hay que desarrollar es la tolerancia...que es el punto en el que choca con ganas el fanatismo hacia ciertas ideas, punto de base del artículo que generó estos comentarios.

Saludos,

Miss B dijo...

Bella,

Como no soy Cristiana, me parece impropio comentar y mucho menos criticar sobre la manera de comprender la religión que pueden tener sus adeptos y seguidores. Pero aun así, debo decir, en respuesta a lo que ponderas dos cosas bastantes puntuales:

1) En primer lugar, como lo planteas, Dios - según como se concibe en la creencia cristiana - no necesita de intermediarios para manifestarse, como forma de fe, como expresión de lo Divino, como representación de la Magnificencia de lo desconocido. Y eso me parece una idea bastante lógica. Ahora bien, La Iglesia se ha erigido como símbolo de esa creencia, como representación humana de ese gran concepto Unificador que llamas Dios. Por lo tanto, creo que lo más natural es que cualquiera de sus seguidores ( no importa el sexo ) tengan un papel de exacta preponderancia dentro de la Jerarquia que se dice representar al conglomerado. Entiendo tu punto de vista, sobre que la Trascendencia de la fe, va más allá de una Institución o sobre el papel que desempeñes en ella, pero hablamos también de la igualdad, no en tanto a cargos desempeñados, sino en la manera como se te percibe.

Recordemos bella, que la Iglesia tiene claras reminiscencias Judaicas, donde el papel de la mujer era sumamente restrictivo y limitado. Y obviamente, la FE en mayúsculas, es una forma de expresión personal tan amplia como pura. Pero que ocurre cuando en la misma institución donde te identificas eres menospreciada? Tal vez en la religión no parece tan importante, ¿pero tu entrarías a formar parte de una empresa donde no se te asegure igualdad absoluta al momento de ascender a cualquier cargo administrativo? En lo personal, jamás lo haría.

Y por supuesto, estoy completamente de acuerdo en que la segregación existe en todas partes y que "leyes para mujeres" y "participación proporcional" es otra forma de construir una forma de restricción contra el género, pero aun así, y de manera personalisima, continuo pensando que la mujer - como tampoco el hombre - debería ser juzgado ante una autoridad considerada divina y sacrosanta por su sexo.

2) Me preocupa que la actuación de la Mujer dentro de la Iglesia, esté relegada a un papel donde no puede emitir opiniones con valor de decisión dentro de la estructura de la Iglesia. Y opino igual que tu: ¿Necesita la Iglesia un Papa? Tal vez no, pero exista. Esta. Y no lo escoge la mayoría efectiva de la Iglesia. Ni siquiera su representación. Y por supuesto, después de estudiar derecho Canónigo, sé que la legalidad eclesiástica es un rito tan antiguo como la misma Institución, pero aun así, creo que debería ocurrir una necesaria evolución en favor de la identidad de la mujer como parte de la Comunidad Cristiana.

Pero como te digo, son conclusiones realizadas por mera observación.

Sobre el Proselitismo, poco puedo decir. No conozco a fondo el tema y no es de mi particular interés.

Muchísimas gracias bella, por volver por aquí y aportar una reflexión tan interesante como la que haz hecho. Saludos!

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