viernes, 13 de abril de 2012

Del espacio y la Identidad: Candida Hofer





"Fotografío recintos tal como son. Reflejos del mundo intimo"
Candida Hofer

"Lo que me interesaba de los espacios es la mezcla de distintas épocas, como se representan los diferentes períodos" comentaba Candida Hofer en 19989 refiriéndose al tema principal de su obra: La superposición de varios niveles temporales que se evidencia en las discontinuidades estilísticas existentes entre la arquitectura y la decoración interior. Hofer ha fotografiado interiores públicos y semipublicos desde 1979: salas de espera, recepciones de hotel, balnearios, bancos, iglesias, teatros, auditorios Universitarios, bibliotecas, archivos, museos y, desde 1990. Con una concepción segura de la coexistencia de los anacrónico, sus imágenes capturan elementos extraños, y en ocasiones paradójicos, cuando la historia de un lugar y su actual función, chocan. Por ejemplo, los modernos radiadores del Musée Antoine Wiertz Bruseels / 1995 adoptan un aspecto casi escultórico; en el teatro Olimpico Vicenza 1988 de Palladio, nuestra mirada se topa con una máquina expendedora de bebidas y las terminales informáticas de Deutsche Bucherei Leipzig / 1997 reflejan un enfoque innovador de la información y el conocimiento.

Los interiores que fotografía Hofer son lugares de Transición, pero también de acumulación, almacenamiento y organización de conocimientos. Son lugares de la memoria cultural, diseñados para el uso colectivo pero que, a pesar de ello, sólo en contadas ocasiones incluyen seres humanos reales. La presencia humana se percibe indirectamente  en los signos de uso visibles en las salas o en las representaciones figurativas del arte, como el mural que aparece en Palacio de Los marqueses de Viana Córdoba 1993

Al principio, la figura humana sí estaba presente en la obra de Hofer. En 1972, inició un proyecto llamado Turks in Germany ( Turcos en Alemania ), que duró aproximadamente seis años y se presentío en 1975 como una proyección de diapositivas - en su primera exposición individual de la Galerie Konrad Fisher de Dusseldorf- para ser ampliado en 1979 en una doble proyección, Turks in Germany an Turks in Turkey ( turcos en Alemania y turcos en Turquía ). Las fotografías se centraban en la relación de las personas en su entorno habitual, por lo general urbano, en ciudades como Ratingen, Colonia, Dusseldorf y Hamburgo. Además de escenas de picnic, hombres sentados en salones de Té y familias en sus domicilios, la serie incluía varias imágenes de comerciantes turcos. No obstante, como la propia artista señalaba en una entrevista de 1989, al final se sentía como una intrusa en la esfera privada de aquellas gentes y, por ese motivo, dejó de incluir personas en sus fotografías.

Lugares Descubiertos:

El interés de Hofer por las estructuras espaciales, evidentes ya en esta obra temprana, se ayudizó al asistir a las clases de fotografía que impartía Bern Becher en la academia Dusseldorf entre 1976 y 1982. No obstante, a diferencia de la solución documental sistemática de Bern y Hilla Becher, cuyas tipologías enciclopedicas de edificios industriales pretenten conseguir la máxima objetividad mendiante composiciones homogéneas, las posiciones de la cámara de Hofer ( y por lo tanto la composición del espacio de la Imagen ) están determinadas por la atmósfera interior específico. Del mismo modo, su selección de motivos depende de sus preferencias personales y de las oportunidades que brinda la ocasión. A pesar de ello, Hofer sigue un principio estético coherente: fotografía ubicaciones, el principio de la serie y la repetición se hace crucial.  Los elementos que se repiten, como la banda de una ventana y la fila de lámparas que dirigen la mirada hacia el fondo en Abbey Montain St. Benediktusberg Vaals II 1993, las mesas de lectura  de British Library Londo (1994 ), los percheros  con abrigos de Mirabelle Palace Salzburg IV 1996 o los montajes minimalistas de asientos de la nueva Bibliothèque Nationale de France París III 1998 articulan los el espacio pictórico y le confieren Ritmo. Hacen visible la fuerza reguladora de la organización Tridimensional y de los parámetros arquitectónicos que asignan a objetos y personas su lugar dentro de la estructura general.

Hofer aprovecha con sutilidad la comprensión de sus espacios para la representar lo que consideramos normal, lo que brinda identidad como conjunto a los lugares que habitamos y consideramos propios. Tal vez lo más interesante de su fotografía, sea de hecho esa reflexión implícita sobre la intimidad, la creación de paisajes urbanos personales y la idea concreta del símbolo que cada lugar y cada circunstancia que vivimos, como objeto de interés estético y como principio visual.

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