lunes, 17 de septiembre de 2012

Teología de ciencia Ficción para Descreidos: Prometheus de Ridley Scott





Soy muy aficionada a la Ciencia Ficción. Supongo que hice  la transición lógica: desde Asimov, Philip K. Dick y Ray Bradbury  hasta el cine de  Andrei Tarkovsky y  George Lucas. Y por supuesto, Ridley Scott. Soy de esos fanáticos enconados y criticones, que se lamentan cuando la ciencia ficción se tiñe de algo más y la defiende en su estado puro. De manera que cuando comenzó el rumor de esta presecuela que-no-lo-era de "Aliens", me preocupe. Me preocupé porque estoy convencida porque aunque vi - y disfruté - la mayoría de las veces todas las secuelas, incluso esa basura fílmica que nació del híbrido entre la franquicia Aliens y el Depredador, conservo en mi memoria la primera película de la Saga como una joya cinematográfica. Ridley Scott en estado puro: con sus largos planos inquietantes, el ambiente claustrofóbico, la dureza de las escenas, el terror anónimo. Fue el nacimiento de una especie de Ciencia Ficción densa que ha sido repetida y mal copiada cientos de veces, con irregulares resultados. De manera que versionar la idea original me supo a poco, me desconcertó. Pero también, estaba lo intrigante: Ridley Scott de nuevo al mando. Y en la tenacidad de este director comercial con secretos deseos de cine de autor, si confío. A pesar de los traspiés, no obstante las malas experiencias, Scott continúa esforzándose por comunicar un mensaje, por crear algo denso de lo aparentemente sencillo. Así que le dí un voto de buena voluntad a "Prometeus" y me limité a esperar.

Comenzaron a llegar las críticas. Todas ellas ambiguas, cuando no muy duras. Según la gran mayoría, La película había generado enormes expectativas sin llegar a lo que se esperaba. Unas cuantas veces leí algo como que "El Hype" había sido excesivo para el resultado final y otras tantas menudencias que al final parecía resumirse en que todos habían esperado algo concreto de la película, sin conseguirlo. Sobre la trama leí adjetivos como "pretenciosa" "Inflada de filosofia barata" y toda una serie de epítetos que junto a unas cuantas muy buenas, solo indicaban una sola cosa: la película tenía material de debate. Había "algo" que exigía pensar y analizar, un inevitable debate. Y para mí eso era suficiente. Siempre he pensado que una buena pelìcula comienza en las discutiones que sucita luego de su primer visionado.

Así que ayer, cuando me senté en la butaba y se apagaron las luces, contuve la respiración. No supe que vería, con que me encontraría. Pero estaba convencida de una cosa: no me dejaría indiferente.

Y no me dejó.

Porque "Prometeus" es un pieza de Ciencia Ficción en estado puro. No solo con el inevitable análisis filosofico prometido, sino en la manera de crear en sí misma un Universo fantástico y unitario. El Guión de Prometeus no es sencillo, no es digerible. No ofrece explicaciones ni parece que tenga la intención en ningún momento de darlas. Scott, con un pulso exquisito, cuenta una historia en tres actos principales: Una ambigua introducción, un desarrollo fuerte y desconcertante y un final casi dolorosamente lírico. Y tal vez la combinación de estas tres ideas, de estas tres maneras de comprender la percepción de lo que narra, es lo que lleva a una inevitable confusión. Porque en "Prometeus" no hay largas secuencias autoexplicativas ni diálogos donde los personajes intenten justificarse. Pero se sabe, se asume, que todo está ocurriendo en una dirección definitiva, que se construye una idea inmensa a partir de breves pinceladas. Acertadisima la decisión artistica de Scott de no dar concesiones, de no extenderse en analisis innecesarios. Heredero directo de Phillip D. Clark, a Scott no le interesa explayarse en alternativas o crear largos argumentos. Como muy bien decía @Andres_Mkada en nuestro mini debate sobre la película en Twitter, Scott basa la película en el "error", y de allí el planteamiento se abre de manera casi infinita. Impecable los arcos narrativos que parecen superponerse, impecable la manera de autoconcluir sin hacerlo. El error, la confusión, lo imperfecto que el guión insiste en tomar como elemento humano, tropieza con la perfección helada del ambiente, del discurso. La belleza y el miedo subsisten, lo desconocido es una idea y más allá, habita algo parecido al horror, al miedo, en una atmosfera de tensión inquietante que Scott sostiene durante todo el metraje.

Mención aparte para el elenco: Noomi Rapace tiene la consistencia suficiente como para sostener a su personaje incluso en los momentos más duros y desconcertantes. Se diría que es una digna sucesora de la legendaria Ripley y Scott, como siempre, dota a las mujeres de sus historia con una fortaleza inaudita. Charlize Theron, helada y distante, intenta maniobrar en un personaje tan contenido que en ocasiones resulta desabrido, pero sin perder esa sustancia y fortaleza que parece definirlo. Pero los aplausos van para Michael Fassbender ( ¿Para cuando el Oscar para este hombre? ) : Su David es un personaje inquietante, extraordinario en minimos matices que parecen resumir la filosofia de la película en frases perfectamente moduladas. Porque su androide, fiel reflejo de la especie humana que lo creo, medita sobre su condición artificial rozando lo misterioso, lo inquietante, y quizá es quién crea el puente necesario entre el metalenguaje de la película - que existe y es referencial además - y la trama en su nivel más básico. Todo un placer, el registro histriónico de este actor, que a través de gestos y largos silencios, es capaz de argumentar con más elocuencia sobre su condición y en un plano más amplio, la de todos en la trama, que un largo monologo.

En resumidas cuentas, Scott lo hizo de nuevo. Como nos dije, nos da que pensar. Decía mi profesora @Arlette_Montilla, que todos los artístas meditan incansablemente sobre sus obesiones en sus piezas de arte. Y Scott lo demuestra con su criptica, poderosa y poco apreciada "Prometeus". Continúa elaborando ideas complejas sobre la muerte, la inmortalidad, la creación, el miedo y "eso"  - cualquiera sea el nombre que le demos a ese elemento misterioso - que nos hace simplemente humanos. Se anuncia una secuela, quizá dos. Ya veremos que sucede entonces, pero por ahora, siento casi placer ante lo criptico, lo silencioso de esta historia que parece a ratos incompletas y otras veces tan profunda que produce una cierta sensación de desesperación.

1 comentarios:

Crisis78 dijo...

me encanto tu desgranación de la pelicula

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