jueves, 10 de mayo de 2012

De la igualdad y otros temas quisquillosos: El Matrimonio gay





De nuevo, el tema del matrimonio gay se encuentra en el tapete. Y esta vez por razones mayores: Obama acaba de dar su respaldo - titubeante, empujado por la campaña electoral - pero respaldo al fin, en un tema que define los tiempos que vivimos. Y es que no deja de ser sorprendente que en pleno siglo sigamos discutiendo la idoneidad de la igualdad, la validez de los derechos civiles de una porción de la población, amparandonos en debates morales, tan añejos como carentes de sentido. No deja de sorprender sobre todo, que subitamente, la religión y una moralidad secular que muy pocas veces tiene verdadero valor social, sea el motivo justificación de las posturas extremistas con respecto al tema.

En mi caso, mi opinión es una sola: Si yo puedo casarme, todos deben poderlo hacer también. Sí, es una opinión laica, y de hecho me preocuparía que fuera de otra manera: la religión es un fenómeno emocional que no debería tener relación con un proceso concreto que involucra reconocer derechos de un segmento de la sociedad que solo está exigiendo lo obvio: acceder a las mismas prerrogativas sociales y legales del resto. Es sorprendente sin embargo, como la moralidad - conservadurismo - hacen que la religión de pronto sea excusa, o peor aun, una excusa viable para oponerse a una decisión civil. Y aunque en Venezuela la discusión aun no ha llegado a las grandes legislaturas - supongo que debido a que actualmente tenemos mil temas de discusión no resueltos - también supongo que al momento de ocurrir, también se esgrimirán ideas semejantes a las que ahora mismo se debaten en Norteamerica: es contranatura, contra Dios. Dios no lo permite. La biblia lo condena. Como suele ocurrir, siempre es mejor responsabilizar a un Dios omnipresente de nuestras debilidades y mezquindades.

Del Matrimonio a la idea del prejuicio: un largo trecho.

Hará unos seis meses que escribí un post sobre la Homofobia, y como suele ocurrir con un tema algido, recibí montones de comentarios, incluyendo una imprecación que su autor debió considerar me "insultaría" mucho: "Callate Lesbiana, buscate un macho" ( sic ). Recuerdo que en aquel momento me desconcertó un poco que en una sola frase  - y corta además - parecieran converger no solo lo que es una muestra de una opinión general, sino además que expresara ese rencor tan añejo como intrincado por las diferencias que suele sufrir un prejuicioso. Porque además de no sentirme insultada por una palabra que define - de manera procaz, todo hay que decirlo - una inclinación sexual que debo respetar tanto como espero se respete el mía, la línea  pone de relieve esa idea sobre la indiferencia que suele causar tanto daño en una sociedad: "Solo defiendes lo que puede lastimarte". ¿Que quiere decir este planteamiento? ¿Que solo debo defender los derechos civiles generales si me atañen? ¿Que solo debo preocuparme del racismo si me afecta? En otras palabras, que si pertenezco a la franja promedial de "Blanco, mediana edad, clase media" no debo tener opinión, inclinación o reflexión sobre ningún tema? Un pensamiento inquietante, sin duda, porque esa indiferencia - desidia - es justamente lo que juega en contra de un país donde  la opinión parece construirse a diario, a cada golpe de timón legal y social. En un país donde abundan los opinadores de oficio, desconcierta que las verdaderas opiniones, sean tan poco comunes.

Dicho lo cual, continuó reflexionando sobre el tema de este artículo: el matrimonio gay. Claro está, ambas ideas están íntimamente relacionadas. ¿Por qué defender un planteamiento legal que beneficie a una porción de la sociedad si no me afecta? ¿Es necesario un argumento en favor si no tiene relación con mi vida y mi forma de vivirla? Sí, tiene incluso más valor o a esa conclusión he llegado, luego de años de ser testigo como Venezuela se convierte en campo de batalla ideológico. Porque durante la última década, gracias a la excusa política, en nuestro país se ha debatido no solo sobre las relaciones sociales entre los ciudadanos sino además, la  lucha entre visiones opuestas de un mismo país.Un gigantesco y sostenido debate sobre la esencia de Venezuela como cultura: ¿Que buscamos como sociedad? ¿Que deseamos encontrar? ¿Hacia donde nos dirigimos? ¿Que futuro estamos construyendo? Y el matrimonio gay, en su carácter anecdótico para la gran mayoría de nuestra población, en su diminuta representatividad en la masa cultural de nuestro país, es otra muestra de esas discusiones que nos permiten comprendernos como sociedad, como individuos y como identidad. Porque aquí, hablamos de igualdad, no nos engañemos. No hablamos de moral, de religión, de permisividad divina ni tampoco de un hecho cultural concreto. Hablamos de comprendernos como iguales en una sociedad de iguales.


¿Es esto posible? ¿comprensible para la sociedad Venezolana? ¿Para cualquier sociedad que se precie de construir un legado cultural?

Debería serlo al menos.

Dios dijo: el extraño caso que todos sabemos la opinión de Dios.

Volvamos al tema filosófico de todo el planteamiento del Matrimonio gay. Mientras una buena parte de la sociedad el tema se basa en la lucha de un derecho civil, la otra mitad debate sobre el hecho que Dios - como entidad, como símbolo, como concreción cultural - tiene una idea definida al respecto. Un pensamiento desconcertante sin duda, pero que la gran mayoría que habla con referencias morales, hace mención. De manera que no puedo evitar preguntarme, ¿En que se basa esa idea religiosa que desmerece la condición de un segmento de la condición humana en beneficio de otra? De inmediato, la referencia directa, la fuente directa de la afirmación: La biblia o mejor dicho, la interpretación - basada en la biblia - de ciertos temas actuales.

Muchas veces, me impresiona el hecho que nuestra cultura sea, en esencia, muy practica: Somos un país de raíces eminentemente cristianas, pero esa religiosidad solo está al servicio de costumbres muy definidas. Porque esa capacidad para la fe, debe disputarse su pureza con todo tipo de creencias más o menos autóctonas que hacen del pensamiento religioso una gran mezcla extravagante. Además, está la siempre presente hipocresía cultural, que no deja de formar parte del-todos-los-días de la cultura del venezolano cotidiano. De manera que, cuando en nuestro país hablamos de la Biblia, el análisis es obvio: hablamos de una construcción de ideas basadas en una opinión superior que no puede ser debatida, o que en teoria, no debería ser debatida. Y allí es cuando comienzan los problemas.

Resulta cuando menos extraño, debatir sobre temas como el matrimonio gay, adopción entre parejas del mismo sexo, legalización de la eutanasia, con palabras divinas de por medio. Pero eso es lo que suele suceder. En lo particular, me impresiona el hecho que tales debates suelen ocurrir con interlocutores que realmente nunca creíste pudieran considerar la idea religiosa como una idea a debatir. Ocurre claro está y para muestra, un botón:

Me encuentro sentada conversando con una pareja de amigos. La conversación, que comenzó siendo la habitual mezcolanza de temas y opiniones diversas, de pronto se dirige hacia el tema del matrimonio gay, aunque realmente no podría decir el motivo concreto. Tiempos que corren, supongo. Mi amigo, un abogado socio de un pequeño bufete, de inmediato esgrime las razones habituales como si se tratara de un libreto aprendido:

- Solo se trataría de un contrato social que protegería a la pareja en temas civiles, como los concubinos - me explica - pero lo demás, no creo que se logre nunca.
- ¿Que es lo demás? - pregunto. 
- Lo demás. Casarse por la Iglesia. Que sea un matrimonio de "verdad" - me explica con paciencia. Lo escucho, desconcertada.
-¿Y por qué no puede ser un matrimonio de verdad? además, ¿que es un matrimonio "de verdad"? ¿No son todos contratos sociales?

Mi amigo guarda silencio. Su esposa, con quien no tengo demasiada confianza, me observa casi apreciativamente.

- Un matrimonio con todos los derechos. Eso es imposible. Dos hombres o dos mujeres casandose no tiene lógica legal.

La gente suele olvidar que además de amante de las palabras, señora de los Gatos, solterona por decisión, también soy abogado. Yo no.

- ¿De qué lógica legal me hablas? - respondo irritada - Los derechos civiles incluyen a todo ciudadano, sin importar su credo, raza o condición social. Y en este caso, escogencia sexual. Porque la preferencia sexual no te hace menos ciudadano, ni menos ser humano. Formas parte de...te guste o no.

Silencio otra vez. Y casi los puedo escuchar pensar: "Y allí va Aglaia con sus discusiones interminables".

- Mira, es simple - dice la esposa, interviniendo de subito con evidente mal humor - Dios no permite ese tipo de cosas. No lo digo yo - se disculpa casi - sino la biblia.

La miro fijamente. Casi suelto una carcajada.

- ¿Donde? - tomo una bocanada de aire - quiero decir, ¿Donde dice la biblia: No os casareis hijos míos, si amáis a un hombre o a una mujer y vosotros también lo sois?


- Explícame lo de Sodoma y Gomorra - responde. Casi triunfante. Y casi puedo decir que está sonriendo al pensar que me golpeó con su argumento - allí esta todo.


- Bueno, sí, todo - sonrío, de la manera más amplia y amable que puedo - esta la historia de como el Padre intentó convencer a una turba enardecida violara a sus hijas antes de los ángeles que cuidaba. ¿A eso te refieres?

Silencio. Esta vez más incomodo que todos los anteriores. Mi amigo me mira, las mejillas enrojecidas de irritación. Y yo decido que ya es suficiente.

- La cosa es simple: la Biblia es un hermosisimo documento histórico que no puede reglar la vida actual por el mismo motivo que no puedes entregar tus hijas a turbas enardecidas - tomo un sorbo del café que se enfrió en la mesa - es absurdo hablar de Dios cuando quieres decir miedo.

Silencio, otra vez. El de siempre supongo.

Y continua siendo desconcertante por supuesto, que esta pareja de jovenes profesionales, inteligentes y exitosos, hablen de un tema semejante con el enorme convencimiento del que no tiene dudas. Y más aun, es sintomático de la manera hacia donde se dirige la discusión: ese extensión imprecisa, amplia y sin sentido de la religión y la moral, la sociedad que se define por sus creencias y la opinión sustentada en la gran amplitud de la divinidad como forma de reflexión.

Ah sí, lo sé: nos queda mucho trecho por andar en eso de considerar la igualdad como derecho inalienable. Pero por ahora, quizá por demasiado tiempo, continuaremos siendo iguales solo en porciones y fragmentos, iguales en las ideas cómodas en las que no se debaten, las que aprueba ese Dios humanizado al que es tan fácil procurarle una opinión que nos favorezca. No obstante, tengo esperanza que en el futuro - no muy lejano, espero - la igualdad sea una idea amplia, y sobre todo personal.

C'est la vie.


8 comentarios:

MoesxD dijo...

Cada quien hace con su culo un circo Pero a mi parecer la homosexualidad es solo un acto carnal. Pero no cumple con los patrones de la evolucion y reproduccion asi que Para mi esta mal u.u

Rubén Pérez dijo...

Totalmente de acuerdo contigo: respeto absoluto a los derechos de las minorías; a la diversidad e identidad sexual de las personas.

Muy divertido el debate con esa pareja de amigos. Me río solo de imaginar las barbaridades que hubiera podido aportar yo. Como creo que esas discusiones con ese tipo de personajes -que son la mayoría- son un caso perdido, entonces se vuelve divertido escandalizar.

Lo que si no entiendo, es por qué a esta altura de la vida, haya gente -de cualquier género- que se esfuerce y luche tanto por casarse!

"El amor sólo puede florecer en tanto es libre y espontáneo; el pensamiento de que es un deber tiende a matarlo. Quien piensa que es su deber amar, toma el camino más seguro para llegar a odiar". Bertrand Russell, Matrimonio y moral.

Miss B dijo...

MoesxD, el tema aquí no es lo que sea "evolutivo o reproductivo", porque si a eso vamos, entonces yo tendría que estar encerrada en una celda de "la gente que no tiene intención de reproducirse" porque no tengo la más minima intención de tener hijos. Aqui el tema es que una decisión de tu vida privada no tiene porque influir en tus derechos como ciudadano y más amplio aun, como ser humano parte de una idea social más amplia que tu mismo.

Más preocupante aun, me parece tu planteamiento que se deba "cumplir requisitos" para poder ejercer tus derechos como ciudadano. Suena tan semejante a las ideas racistas del '50 en el Sur de EEUU.

Igualmente, si esa es tu manera de pensar, te la respeto. Gracias por leer y comentar.

Miss B dijo...

También lo pensé Ruben. Es decir, por mucho tiempo insistí en la idea que no me gustaba el matrimonio gay porque eso acentuaba la idea que "todos debemos casarnos". Y en personal opinión eso es tan retrógrado como el prejucio.

No obstante, después comprendí que para la comunidad gay, casarse es una manera de convalidar derechos, de encontrar un punto de unión entre los derechos de las minorias y las mayorias. Así que, los apoyo sin reservas, porque si YO me puedo casar o dejar de hacerlo, todos tienen que tener mis mismos derechos. Propugno una sociedad de igualdad absoluta, no unos más iguales que otros.

Me robo ese fragmento para mi colección personal :) Gracias por leer y comentar!

@DannEpp_ dijo...

Bueno, comenzando porque me causa un poco de ruido la etiqueta "matrimonio gay", creo que no debería existir, así como no existe la etiqueta "matrimonio heterosexual" pero bueno, vivimos en un mundo lleno de etiquetas y ahí ya no hay nada que hacer.

Hablar del tema "matrimonio gay" es algo que siempre va a causar polémica, incluso hasta dentro de la misma comunidad gay, porque estamos los que no nos queremos casar, como también están los que si quieren hacerlo y lo ven como una meta de vida. En mi caso, no creo que la felicidad esté en la firma de un papel o en la bendición de un Padre. Claro, respeto mucho la opinión de los demás y bravo por quienes quieren casarse, pero es algo que no creo que haga.

De hecho, una gran amiga, que actualmente vive en Madrid, se casa mañana con su pareja de años. Dos chicas hermosas tanto por fuera como por dentro. Dos chicas que han pasado por muchísimas cosas y siempre han estado juntas por el simple hecho de que se aman, no creo que dos personas estén juntas durante tantos años y se muestren amor solo por "un acto carnal" como lo describe MoisexD.

Sé que es un día muy importante para ellas dos porque tenían planes de matrimonio casi desde el primer día que se conocieron (para exagerar la cosa), y me da un poco de tristeza no poder estar con ellas allá para decirles "Son unas perras, tanto dieron hasta que se casaron. Las amo por eso" Pero bueno, celebraré desde aquí.

Por otra parte, me da mucha tristeza saber que todavía hay personas que les cuesta abrir su mente y aceptar que hay más vidas aparte de la de ellos. Que no todos tenemos los mismos gustos, no tenemos el mismo tipo de sangre, no nos vestimos igual, no hablamos igual, no comemos lo mismo, simplemente no somos iguales, hay variedad, y eso es lo bonito de todo, la variedad.

Si yo respeto la forma de vivir de mi vecino, mi vecino debe respetar la mía. Quizás no la compartamos, cosa que es muy normal, pero no tenemos que hacer de esto un infierno para el otro.

A veces me detengo a pensar y me digo "Pero si estamos en el 2012, ¿por qué la gente sigue con tantos tabúes? ¿por qué ven la homosexualidad como un acto abominable? ¿qué maldades le hace la comunidad gay a ellos?" y son preguntas que no me logro responder.

Vuelvo al comentario de MoisexD; "Patrones de evolución" ¿Quién escribió eso? porque a mi nunca me pasaron ese documento. No hay que ser gay para dejar de tener hijos. Ejemplo que da Aglaia, ella no quiere tener hijos. Así como también están las mujeres que por cosas de salud no pueden procrear. Este es el punto dónde yo digo que la gente no quiere ver más allá de lo que sus ojos ven.

MoisexD, si de casualidad lees esto: si eres tan pro-evolución humana me imagino que tienes planes de tener hijos... muchos hijos. Y si es así pues genial, pero pendiente, hay muchas probabilidades de que alguno de ellos termine siendo gay, o transexual en el caso más extremo. Siempre ten presente eso, así que antes de escupir para arriba debes tener claro que la saliva te puede caer en la cara.

Saludos :)

Miss B dijo...

Dan;

No solo es lamentable la etiqueta - que de por sí, es una forma de discriminación - sino el hecho que se debata si un grupo de la población puede o no aspirar a opciones reales y juridicas dentro de la sociedad. Es impensable, que a pesar de encontrarnos en la primera década del siglo XXI, aun se argumente en contra de los derechos civiles igualitarios, como garantia de una sociedad paritaria.

Ahora bien, como muy bien dices, muchísimo más grave aun es el tipo de ideas que expresa MoisexD en su comentario: todavía hay una porción de la sociedad que siente puede reglar, minimizar, restringir, limitar a otra. Peor aun, es que habla de términos "evolutivos" de una manera poco menos que extravagante - como si el ser humano necesitara la reproducción selectiva para construir su pasado biológico - aun más preocupante, conceptos con leves tintes religiosos. Porque el tema que "El matrimonio debe tener por fin la reproducción" es una idea desconcertante pero que proviene directamente de un pasado medieval donde la mujer y el hombre eran percibidos como sujetos con un único fin biológico. Y preocupa sobre todo, que este tipo de ideas te la exprese una persona joven. Y remata: "Para mi está mal". Porque se respeta su opinión, pero...¿Le gustaría acaso que yo tuviera el poder de decidir que hacer con su vida por una decisión de indole estrictamente privada? Seguramente este chico, es de quien habla y debate sobre temas como la libertad en Internet y otos tópicos. Pero al parecer las libertades individuales no son tan importante como esas.

Lamentable.

Y te quieras casar o no mi Dan, yo apoyaré cualquier iniciativa que te permita tener la opción que desees escoger.

Un besote y que alegría leerte por aquí! Gracias por leer y comentar!

Cristina Rabascall dijo...

A mí siempre me ha molestado la mentalidad cerrada de las personas con respecto al matrimonio. Y no puedo entender, como a estas alturas todavía se discutan estas cosas, debería existir igualdad entre TODOS los seres humanos.
Si una pareja gay desea casarse debería tener todo el derecho de hacerlo y tener una familia. Así como yo estoy en mi derecho de decidir que no me quiero casar.
No me parece que la homosexualidad sea solamente un acto carnal, porque si de eso se tratara, todos estaríamos acostándonos con todos sin importar su sexualidad. Para mí es Química, que te guste una persona de tu sexo o del sexo opuesto es una reacción química, tu cuerpo reacciona de una manera distinta cuando tienes a esa persona cerca, hay algo en tí que se activa (y no solamente en el aspecto sexual, tu mente también se identifica con esa otra persona). Lo que probablemente se activa cuando yo veo a un hombre, se puede activar cuando mi amiga ve a una mujer.
También comentando sobre lo q dice MoesXD "Pero no cumple con los patrones de la evolucion y reproduccion"; si no evolucionamos es sencillamente porque no aprendemos a vivir en igualdad entre nosotros mismos; el día que la gente se dedique a romper esa caja que tienen dentro de su cabeza; ese día progresaremos como seres humanos.
La reproducción me parece una excusa patética, hay muchos niños pasando hambre, sin familia porque la gente le dá importancia a la reproducción por el simple hecho de traer más gente al mundo pero después no les importa lo que suceda con ellos.
¿Qué los gays no se pueden reproducir?, bueno como dice Dan arriba también parejas heterosexuales que no pueden reproducirse por más de que lo intenten.. Para eso están las adopciones, inseminaciones artificiales, vientres alquilados. Dudo que la comunidad gay sea una piedra en el zapato para la reproducción y tampoco dudo su capacidad para criarlos.

Miss B dijo...

Tina es que justamente, lo que me parece alarmante del debate, es el hecho que estemos decidiendo si una parte de la población "merece" ciertos derechos inalienables del Individuo. El derecho a que te proteja la ley, seas parte en pleno derecho del sistema legal es irrenunciable y una decisión personal no DEBE cambiar eso en ningun extremo.

Es que además, que poco respetuoso y que sintoma de prejuicio, es que aun se debata si es idóneo o no la preferencia sexual de alguien más! Que terrible evidencia de prejuicio y una primitiva manera de definir el ser humano. Como bien dices Tina, la evolución debe ser mental, no tanto fisica.

Una hermosa manera de pensar mi bella, gracias por leer y comentar!

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