lunes, 31 de agosto de 2015

ABC del fotógrafo curioso: 10 ideas confusas sobre la fotografía





Hace unas semanas, alguien me preguntó si un fotógrafo profesional también podía ser un artista. La pregunta me pareció no sólo desconcertante sino además, síntoma de una idea muy superficial con respecto a lo que la fotografía es y de hecho, puede ser.

— Un fotógrafo es un artista visual que utiliza la cámara como herramienta — le explique — y también puede vender su trabajo. Ambas cosas no están reñidas entre sí ni tampoco son contradictorias.
— Pero si un fotógrafo sólo hace fotografías de sociales y cosas así, ¿cómo se le puede llamar artista?
— Porque cada fotografía está creada a partir de las decisiones artísticas del fotógrafo: como encuadrar, que conceptos utiliza, que ideas plantea. Incluso la fotografía más impersonal y comercial, expresa conceptos personales, aunque el fotógrafo no lo sepa.

Mi interlocutor no quedó del todo convencido. Insistió una y otra vez que la fotografía se limitaba a captar una imagen por medio de una herramienta técnica muy precisa y que llevaba a cabo la mayor parte del trabajo. Cuando le expliqué que toda fotografía es un documento autoral, incluso de forma muy sutil, pareció muy sorprendido e incluso, asombrado que la fotografía fuera algo más que una imagen sobre lo inmediato y lo instantáneo. Escuchándole — y sobre todo, debatiendo sobre el tema — comprendí que una buena parte de su perspectiva de la fotografía proviene de una serie de opiniones y conceptos sobre la imagen que desvirtúan su sentido real y sobre todo, elaboran una concepción muy distorsionada sobre lo que la fotografía puede ser y sobre todo, sus implicaciones. Lo cual resulta la mayoría de las veces en un evidente menosprecio de la fotografía como arte y su expresión como producto estético por derecho propio.

¿Y cuáles son las ideas confusas sobre la fotografía que con más frecuencia se toman por ciertas? Luego de investigar y preguntar un poco a fotógrafos que conozco, podría decir que se podrían resumir en las siguientes:

* La fotografía es un hecho tecnológico: Sólo necesitas sostener una cámara para crear una imagen:
El filósofo Willem Flusser teorizó por años sobre las múltiples interrelaciones entre la cámara y la creación fotográfica, un tema que se debate desde el origen mismo de la fotografía. Y lo hizo justamente basado en la idea que la creación fotográfica depende de manera directa del funcionamiento de la cámara para la elaboración de conceptos. No obstante, a diferencia de otros teóricos artísticos, Flusser se preguntó si la fotografía se origina al fotografiar o se trata de la conclusión de un largo proceso artístico que culmina con la toma de la imagen final. Luego de analizar cientos de fotografías y comprender que cada imagen es el resultado de una reflexión intima de su autor, Flusser llegó a una inevitable conclusión: la cámara es sólo una herramienta que permite la creación de la imagen, pero no la produce y probablemente jamás lo hará.

Durante mucho tiempo, la fotografía se concibió como un sucedáneo tecnológico del funcionamiento de la cámara, cosa por completo comprensible luego que por décadas enteras, el proceso fotográfico fuera obra de la experimentación tecnológica y científica. No obstante, la fotografía es una expresión artística y lo es por su capacidad para expresar ideas y opiniones de manera creativa y sobre todo, basada en conclusiones y símbolos personales. De manera que la fotografía es un arte que precisa de la cámara para su creación y desarrollo pero que no se basa únicamente en la tecnología para elaborar ideas visuales profundas.

Así que no, una mejor cámara — más precisa, tecnológicamente avanzada, costosa, voluminosa, robusta — no te hará mejor fotógrafo. Te permitirá quizás tener una mayor habilidad técnica pero jamás sustituirá tus decisiones artísticas ni tus planteamientos conceptuales al momento de crear.

* No necesito estudiar fotografía: Mi padre/Hermano/Novio/Esposo es fotógrafo y eso es suficiente:
Lo extraño de este planteamiento es que la mayoría de los fotógrafos que conozco suelen insistir que la fotografía es un arte complejo que necesita años de aprendizaje y práctica para lograr un desempeño óptimo. Resulta confuso, entonces, que haya una considerable cantidad de aspirantes a fotógrafos convencidos que el hecho de estar en contacto o en una estrecha relación con el mundo fotográfico, les hace inmediatamente fotógrafos. No sólo se trata de un planteamiento que desconoce el valor de la práctica, la experimentación, el aprendizaje, el método y lo académico como parte del aprendizaje fotográfico sino que además, menosprecia directamente la idea esencial de lo que la fotografía es: un arte capaz de expresar ideas visuales personales, maduradas a través de procesos íntimos que permiten la construcción de símbolos y metáforas para la expresión de ideas intelectuales muy concretas.

Así que no, no serás fotógrafo sólo porque alguien de tu familia o de tu círculo de amigos lo es. Tampoco lo serás si tienes una relación frecuente con el ámbito fotográfico. Lo serás cuando dediques un considerable esfuerzo en aprender los aspectos técnicos, conceptuales, artísticos y estéticos que crean una obra visual coherente. Y lo que es aún más importante, cuando logres profundizar en tu trabajo fotográfico lo suficiente como para para dejar de crear imágenes genéricas y encuentres un concepto propio y profundo sobre el cual meditar fotográficamente. En otras palabras, serás fotógrafo cuando las imágenes que captas sean parte de tu manera de crear, una expresión concreta de tu opinión, reflexión, miedos, temores y cualquier otra idea intelectual que brinde sustancia y profundidad a lo que creas.

* Un fotógrafo es cualquiera con una cámara:
No, un fotógrafo es un artista visual que utiliza una cámara para crear. De la misma manera que un pintor utiliza los pinceles y el óleo para expresar sus ideas visuales sobre un lienzo, un fotógrafo necesita la cámara para captar la idea fotografía que imagina y compone en su mente. No obstante, la fotografía no empieza ni termina con el hecho de capturar la imagen fotográfica. Y tampoco, empieza ni termina en el hecho concreto de fotografiar. Toda gran fotografía comienza mucho antes de apretar el obturador. Todo trabajo fotográfico no termina sólo con el mero hecho de captar la imagen. Se trata de una reflexión consistente, elemental y originaria de los motivos que llevan al fotógrafo a mirar el punto de la manera que lo hace y como se expresa.

* Un fotógrafo profesional es todo aquel que toma fotografías atractivas:
Cualquier fotógrafo medianamente competente puede tomar fotografías atractivas pero eso no le hará un fotógrafo profesional. De hecho, aún hay un extendido y frecuente debate sobre la profesionalidad del fotógrafo y todos están basados, en esencia, en la manera como el fotógrafo utiliza los medios y recursos visuales a su alcance para sustentar una capacidad comercial y/o artística específica. Lo que viene a significar que lo que hace a un fotógrafo ser profesional tiene mucho más que ver con su manera de comprender su trabajo que con lo hace, al fin de cuentas.

Según algunas opiniones mayoritarias, un fotógrafo es profesional cuando es capaz de comercializar su trabajo de manera tal que sea viable como actividad económica. Puede parecer un punto de vista muy pragmático, pero la profesión fotográfica, está estrechamente relacionada con la capacidad del fotógrafo de crear un producto visual comercialmente apetecible. No hablamos sólo del hecho que el fotógrafo difunda sus imágenes a través de redes sociales o que sea muy visible al ojo público, sino que además la capacidad de administrar y sobre todo construir un planteamiento comercial inteligente con respecto a su trabajo visual.

La profesionalidad fotográfica, vista de esta perspectiva, incluye conocimientos financieros específicos que le darán al fotógrafo la oportunidad de construir un planteamiento visual que también sea atractivo como actividad comercial. Desde conocer cuanto es el valor de su trabajo, como negociar, los planteamientos y reglas tácitas que median entre negociaciones e intercambios hasta el método publicitario idóneo, un fotógrafo profesional es quien además de tener una excelencia técnica y de planteamiento considerable, puede comercializar su trabajo de manera idónea y obteniendo ganancias de ellos.

No obstante, la discusión sobre la profesionalidad del fotógrafo también incluye otro punto de discusión: Se considera que un fotógrafo es profesional cuando ha rebasado las trabas técnicas y tiene absoluto control sobre lo que crea, expresa y debate visualmente, incluso si no tiene un objetivo comercial. Lo que viene a significar que la fotografía (como profesión) también tiene una variable artística que expresa ideas consecuentes con respecto a su capacidad como expresión y sobre todo, elaboración de ideas artísticas.

* Tomar muchas fotografías — de todo lo que me tropiezo, de todo lo que me interesa — me hace inmediatamente fotógrafo:
Esta es una idea muy extendida y que tiene relación inmediata con el hecho que la fotografía se considera un documento sobre la realidad y basado en la realidad. No obstante, si analizamos lo que la fotografía es como hecho artístico, las cosas no son muy sencillas. No se trata sólo de tomar fotografías de lo que nos rodea, incluso de manera atractiva, sino que el documento visual sea reflexivo y exprese nuestras ideas al respecto. Como diría el fotógrafo Ansel Adams, una fotografía no se toma, se hace. Lo que viene a significar que todo documento visual es el resultado de un largo proceso de asimilación de ideas y de la construcción de teorías visuales sustentadas sobre una expresión fotográfica muy concreta.

Todo fotógrafo es un artista visual — o debería aspirar a serlo — , por lo que es necesario que sus fotografías mediten, analicen, reflexionen e incluso, contradigan su manera de mirar y las razones por las cuales, contemplan el mundo de la manera en lo que hacen. Es esa búsqueda de expresiones y formas estéticas lo que otorga valor a un documento fotográfico y de hecho, lo que hace a un fotógrafo serlo, cualquiera sea su especialidad.

* Todas mis fotografías tienen el mismo color de revelado, compongo de manera idéntica, uso el mismo lente: ese es mi lenguaje fotográfico y no pienso cambiarlo:
En realidad, sólo te encuentras atrapado en la peligrosa zona de confort, que equivale limitar tus opciones visuales y expresivas al mínimo. El lenguaje fotográfico no se trata de cómo se ven tus fotografías, sino en cómo planteas las ideas que lo sostienen y de cómo la estética permite a esa expresión visual, plantearse y desarrollarse. Fotografiar de la misma manera y bajo los mismos aspectos, visiones y expresiones no hace que tengas un lenguaje fotográfico. Un concepto sólido, estructurado, fruto de la investigación y del riesgo fotográfico sí te lo permitirá. En otras palabras, no es cómo expresas tus ideas visuales, sino que expresas a través de ellas.

* Mucha gente le gustan mis fotografías y sólo recibo las buenas críticas de mis amigos. ¿Mi trabajo fotográfico es bueno?
Puede serlo pero eso no lo sabrás hasta que tomes riesgos que incluyan contradecir las ideas que hacen tu trabajo visualmente atractivo. Un fotógrafo se encuentra siempre en plena evolución, en una transformación continúa y profunda de de ideas visuales consistentes que permiten analizar quienes somos de una óptica personal. No se trata de que tus fotografías sean visualmente atractivas, sino que construyan espacios intelectuales profundos que sustenten lo visual. Una fotografía atractiva pero vacía es sólo una imagen sin sustento conceptual. Una fotografía conceptualmente poderosa es quizás inolvidable.

*Me encanta el mundo del arte. ¿Seré fotógrafo sólo si puedo comprar una cámara?
Las influencias artísticas — directas o indirectas — forman parte de tus referencias inmediatas como futuro creador visual. Siempre será idóneo que un fotógrafo disponga de una amplia educación sobre el arte y la capacidad creativa, pero por sí solo este tipo de conocimiento y análisis no te hace fotógrafo. Lo hará la disciplina, perseverancia, profundización y problematización de conceptos visuales, la habilidad técnica, la necesidad de arriesgarte a expresar ideas intimas a través de las imágenes.

* Llevo algún tiempo fotografiando y tengo una página en Facebook donde incluyo mis imágenes, ¿ya eso me hace fotógrafo?
No, no lo hace. Te hace alguien con un considerable e importante interés en la fotografía pero que necesita plantearse el aprendizaje fotográfico como algo más que la captura de la imagen inmediata. Te hará fotógrafo fructificar e insistir en ese interés y sobre todo, construir un discurso visual lo suficientemente consistente como para elaborar ideas fotográficas complejas. Un fotógrafo habla en imágenes, lo que equivale a decir que estructura ideas concretas para elaborar discursos coherentes sobre ideas y percepciones del mundo y su forma de pensar. Un fotógrafo no lo es sólo por las fotografías que toma, sino por lo que expresa a través de ellas.

* Tengo algunas fotografías en analógico. ¿Soy fotógrafo analógico?
Esta idea la escuché mientras elaboraba un temario con miras a impartir un taller sobre el tema. Y me encantó leer las respuestas de varios fotógrafos, que no sólo reflexionaron sobre el hecho fotográfico como tal sino además, con lo que significa la fotografía en film como precursor de la fotografía actual. Y es que la mayoría llegó a la conclusión que es necesario comprender que la fotografía tradicional es parte sustancial de la manera de pensar de un fotógrafo y lo que sustenta su trabajo fotográfico.

La fotografía en film tiene un ritmo y lenguaje propio y también, una forma de comprender la idea fotográfica muy específica. Para comprenderlo, necesita no sólo de práctica sino también de asumir que la imagen en film — o su obtención — es mucho más compleja de lo que jamás podrá serlo su contraparte digital. Y por tanto, su asimilación sobre las ideas fotográficas puede resultar por completo nueva: Se trata no sólo de comprender las propiedades y capacidades de la luz sino de también, el hecho que la cámara tradicional está concebida para favorecer las decisiones artísticas del fotógrafo como creador visual. De manera que la experiencia de la fotografía en film no se trata sólo de tomar unas cuantas imágenes, sino de investigar, analizar, comprender, reflexionar sobre las implicaciones de nuestras decisiones con respecto al film que utilizaremos, la cámara que será parte de nuestra experiencia creativa, las particularidades del proceso del revelado y nuestra concepción sobre la copia. De manera que cuando se habla de fotografía analógica al hecho de captar la imagen a la manera tradicional, sino un análisis profundo, elemental y directo sobre todo lo que el pensamiento fotográfico analógico puede brindarte como creador visual.

Una lista corta, pero que sin embargo resume toda una serie de ideas dispares sobre la fotografía que con frecuencia, se toman por ciertas o lo que resulta más preocupante, menosprecian y minimizan el valor de la fotografía. Y es que la fotografía, como arte y técnica, es lenguaje completo que construye no sólo una mirada al mundo sino una versión de la realidad y así debe ser comprendida.

0 comentarios:

Publicar un comentario