martes, 20 de diciembre de 2011

La voz de la Magia: Tradiciones Orales





Como creo que lo han deducido la mayoría de mis atentos lectores de este blog, la forma de brujería que practico, es basicamente una tradición oral transmitida de madres a hijas durante generaciones enteras. Tiene algo de magia - en el sentido más abstracto del termino - esa conexión afectiva que nace de una historia compartida. Un susurro al oido de una nueva generación, inocente y auspiciosa. En ocasiones, mientras realizo uno de los rituales que forman parte de mis creencias o simplemente, redacto algún que otro pasaje en mi libro de las Sombras, tomados de las voces de mis abuelas y mi parientes más cercanas, pienso en ese tronco común que nos une, nos fortalece y canta para nosotros en un lenguaje secreto.

Sí, magia, real, concisa, hermosa, eterna.

No obstante, como es obvio, mi Tradición no es la excepción en una míriada de creencias que conservan su memoria histórica y cultural a través de la creación oral. De hecho, hay toda una expresión anecdótica compuesta de esta magnifica forma de expresión, de esta enorme recreación de un tiempo y una visión que vive a través de nuestras palabras.

La poesía tradicional en todas sus formas sigue perviviendo en la vida de los pueblos. Quisiera destacar la fuerza que aún hoy tiene el villancico y también, por nuestro desconocimiento, la importancia de la poesía oral africana para la vida de la propia comunidad.

El villancico nace de la evolución que tuvo una composición de carácter árabe-andaluz a lo largo de los siglos XII y XIV llevó a la aparición de estos poemas estróficos que tuvieron un gran uso en la Edad Media en las zonas rurales españolas (de ahí viene el nombre, del canto del villano), y cuyos primeros testimonios escritos no aparecieron hasta el siglo XV.

Esta composición, en principio fue popular y anónima, y en muchos casos todavía se sigue cultivando en diferentes lugares. Por su carácter oral tienen oraciones breves, sencillas, y con gran importancia a las repeticiones dentro del poema. Los temas más tratados solían ser canciones masculinas o femeninas, temas eróticos, de caza, de belleza femenina, niñas enamoradas, tormentos amorosos, citas, alba, ausencia, mujeres morenas, monjas, fiestas, malmaridadas, amor de fraile o las serranillas.

Con el tiempo el villancico se acerca más a la religión y hacia el siglo XVI se lo utilizará en festejos religiosos, es aún viva la tradición oral de villancicos navideños.

Hablar de poesía oral africana es harto complejo y difícil su caracterización unitaria debido a la multiplicidad de culturas que pueblan el continente. La poesía tradicional de África tiene como eje de inspiración la vida cotidiana y las fuerzas superiores que rigen el mundo, la naturaleza, los animales y al hombre.

Adentrarse en la poesía anónima de África es una experiencia extraordinaria. Por ejemplo el poema "Llora mi corazón", perteneciente a los Kabilia, grupo étnico del este argelino y de lengua beréber, es una pieza poética de gran sencillez, pero de una gran sutileza:

"Llora mi corazón, lo abruman males múltiples
tijeras lo cortan:
fiebres, dolores, mal en el costado.
Llora mi corazón, está extraviado
por la muchacha esbelta como una palmera,
cuyos cabellos caen sobre su espalda.
Pero tendré pronto mi revancha
y la sorprenderé.
Entonces, cara a cara, nos reconoceremos".

La tentación de citar diferentes escritos poéticos de los pueblos africanos es grande, termino con este poema Zulú, que es un pueblo de África del Sur, y uno de los pueblos más difíciles de dominar por los europeos.

"El cuerpo muere, el alma sigue joven
el alimento servido desgasta la vasija
ningún leño conserva su corteza cuando envejece
ningún amante está tranquilo,
mientras llora su rival".

Otro género muy labrado por los pueblos africanos es el proverbio. Los proverbios son pequeñas cápsulas condensadas de sabiduría ancestral trasmitidas oralmente. Muchos de ellos son utilizados en la vida práctica y con una intención didáctica. Vayan algunos como ejemplo: "Cuando no hay ancianos, el pueblo se echa a perder"; "el agua del río corre sin oír al hombre que tiene sed"; "la mujer es un agua fresca que mata, un agua poco profunda que ahoga". (Aclaro, obviamente no apoyo la misoginía, por favor, son sólo ejemplos.)

Poesía oral que en nuestra letrada vida cotidiana trae un aire fresco de cuando la palabra vagaba libremente entre los hombres.

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