lunes, 8 de noviembre de 2010

Yahvé, Shekhina y Eva.

La divinidad judía Yahvé - solitario, supremo, masculino y perfecto - fue una figura extraña para las tribus canananeas conquistadas, porque estaban acostumbrados a una Diosa Madre que fomentaba la actividad y el goce sexuales como parte inseparable de su culto. A pesar de los encarnizados ataques de los sacerdotes hebreos, la diosa perduró en el culto popular e incluso fue incorporada a los textos y tradiciones del judaísmo. El hallazgo de vasijas y placas en las que está grabada la frase a "Yahvé y su Asherah" ha hecho que los estudiosos hebreos reinterpreten un pasaje del biblico libro de Josias, en el que Dios dice por boca de Efraim es que es su Anat y su Asherah, es decir, quién trae la abundancia y la fertilidad. Estpa claro que Asherah perduró en las creencias populares como minimo hasta 621 a.C ( fecha en que el Rey Josias reformó las practicas religiosas de Jerusalem ) y que se convirtió en consorte del Dios de los judios. Cuando aluden a Yahvé encontramos referencias a la Diosa "Cantar de los Cantares" y en el libro de Isais, debido a que utilizan un vocablo gramaticalmente femenino. También existen menciones a Yahvé como Madre y se explican como reflejo de la condición de Dios en tanto ser que trasciende el género. El gnoscitismo va más lejos y postula la hipótesis de que lo divino combina lo femenino y lo masculino y de que la busqueda espiritual de la humanidad supone la aspiración a Unirlos.


Como parodía de esta concepción del matrimonio divino, los textos judios incorporaron a la Diosa como simbolo de Israel y la describieron como una ramera perversa y destructiva que traicionaba constantemente a Yahvé, su marido. El libro de los Proverbios hace referencia a la forma juda{íca más durarera de la divinidad femenina, en la que aparece una imprecisa mujer de la Sabiduría: la compañera que está presente desde el principio. Huella imborrable de la Diosa, esta "esposa" de Yahvé aparece en la biblia, sino en numerosos textos sagrados y misticos del judaísmo.

Según el Talmud, la Diosa fue el aspecto manifiesto de Dios, cuya presencia el pueblo solía ver y oir además de percibir. Los Midrasim ( comentarios exegéticos rabínicos ) la reconocieron en tanto intercesora de la humanidad ante Dios, y el Talmud confirmó esa condición. Obstentó una situación superior a la de la mayoría de las Hipóstasis ( seres que cumplían las ordenes divinas y transmitian sus instrucciones ): En tanto la sabiduría - también conocida como Shekhina, Hokhma y Sofia - , se alzó junto a Dios y pronunció convincentes palabras de advertencia.

Su tamaño ocupaba millones de kilómetros y su brillo hacía que los ángeles se tapasen los ojos, aunque también era capaz de tornarse minuscula e invisible. Un rabino la comparó con el mar y afirmó que no disminuía por mucho que entrase en una cueva y la llenase de agua. Shekhina moraba en el templo de Jerusalem al tiempo que deámbulaba con las tribus y encarnaba a Israel y su pueblo. Solo era visible para los hijos de Israel y una de sus funciones consistía en sanar y consolar.

Según el mito gnóstico judio, Shekhina creó el mundo y al primer hombre; con cada generación sucesiva de pecadores - de Adam a los Sodomitas -, se replegó y finalmente se refugió en el septimo cielo (el más lejano ), lo que evoca el paso de Inanna por los siete portales del mundo de los muertos. La personificación de Shekhina se ha atribuído en parte, a la traducción de la biblia al Arameo o Targum de los Onquelos, que transpone todas las formas del verbo hebreo "Yo moro" a "Mi Shekhina Mora". Basicamente fue la proyección de la necesidad de una deidad que proporcionara los elementos que la humanidad consideraban que le faltaban a un Dios que estaba solo. Se ha postulado que Moisés dejó de tener relaciones sexuales con su esposa porque Shekhina era su amante, más que por la mera necesidad de mantenerse ritualmente puro para comunicarse con ella.

La Diosa fue venerada como la Sabiduría: la consorte incognoscible e incorporea de Yahvé. Cuando en el génesis se manifiesta como una mujer de carne y hueso llamada Eva, es abiertamente degradada y privada de su divinidad. El relato de los orígenes de Eva a partir de la costilla de Adam, probablemente es la corrupción de un mito de la Antigua Mesopotamia, según el cual la Diosa Madre Ninhursag curó la costilla del Dios del agua Enki y en el proceso creo a la Diosa Nintur ( que simultaneamente significa "Dama de la costilla" y "Dama que da la vida") . Nintur se convirtió en patrona de los partos y formó niños en el útero a partir de las costillas de las futuras madres.  pese a que quiere decir "Madre de todo lo que está vivo", Eva fue degradada como originadora de todos los males y corruptura de los hombres, cualidades que, según creía, transmitía a todas las mortales que son sus herederas. Resulta revelador que, a la luz de la otra manifiestación biblica de la Diosa en tanto Shekhina, el pecado de Eva sea la sed de conocimientos. El acto de Eva no introdujo la muerte como precursora de la regeneración - como había ocurrido en cualquier religión de la Diosa - sino como aterradora interrupción de la vida. Dado que la Diosa encarnaba toda la naturaleza, esta también se degradó ("cayó") a raíz de la caída de Eva.

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