lunes, 12 de julio de 2010

Arquetipos femeninos: Lilith, la primera rebelde




Qué papel juega Lilith en las Sagradas Escrituras cristianas? El Antiguo Testamento menciona a Lilith sólo en una ocasión, sin embargo, las contradicciones del génesis bíblico, la aparición de Eva y la caída de Caín nos permiten identificar la influencia de Lilith en numerosos versículos bíblicos.
El siguiente pasaje bíblico es el único que menciona explícitamente a Lilith. El versículo Isaías 34,14 narra la destrucción de la ciudad de Edom hasta quedar reducida a escombros y convertirse en un lugar de oscuridad donde"gatos salvajes y hienas se darán cita, y los sátiros se reunirán; y también allí se tumbará Lilith y encontrará su lugar de reposo." Las notas a pie de página evitan toda referencia a Lilith como primera esposa de Adán, pero nos muestran la iconografía clásica de la Lilith primigenia que hemos analizado en comentarios anteriores al señalar: "Los hebreos creyeron que significaba un ser diabólico, en forma femenina, lascivo y nocturno".

Algunos de los escritos bíblicos que nos permiten intuir la presencia oculta de Lilith son los relativos al Génesis donde se aprecia una notable contradicción. El pasaje Génesis 1,27 señala: "Y Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, macho y hembra los creó. Y Dios los bendijo diciendo, sed prolíficos y multiplicaos, poblad la tierra y sometedla". De este pasaje se desprende que la creación del hombre y la mujer se hizo a imagen y semejanza de Dios, siendo ambos iguales al ser creados al mismo tiempo. Sin embargo, el pasaje Génesis 2,21 narra: "Entonces Yavhé Dios hizo caer sobre el hombre un sueño letárgico, y mientras dormía tomó una de sus costillas, reponiendo carne en su lugar; seguidamente, de la costilla tomada formó Yavhé Dios a la mujer y se la presentó al hombre, quien exclamó, ésta sí que es hueso de mi huesos, y carne de mi carne, ésta será llamada varona, porque del varón ha sido tomada". Especialmente reveladora es la frase de Adán "ésta sí que es hueso de mi huesos, y carne de mi carne". ¿Existió otra mujer anterior que no era hueso de sus huesos y que fue creada de la tierra y el polvo?

Otro pasaje que puede ilustrar la influencia de Lilith en los escritos bíblicos es el referido a la caída del Edén. El Génesis 3,1 señala: "La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que hiciera Yavhé Dios". En muchas tradiciones clásicas como las sumerias o las asirias la serpiente era objeto de culto como diosa de la fecundidad, aunque la posterior iconografía hebrea estableciera una correlación entre los ofidios y Lilith como símbolo de la decadencia y la expulsión del Edén. Las escrituras bíblicas retoman la iconografía hebrea de Lilith y la presentan en el jardín del Edén como una mujer mitad humana mitad serpiente enrroscada en el Árbol del Bien y del Mal tentando a Eva, la nueva mujer de Adán. Tal vez la iconografía más conocida sea la que ilustra la Capilla Sixtina del Vaticano y que reproduzco en el margen superior izquierdo.

En este punto, es llamativo resaltar que el Talmud hebreo señala a Samael, el ángel que se rebeló contra Yavhé y cayó derrotado al abismo, como esposo de Lilith. Ambos concibieron, durante su estancia el Mar Rojo, tres hijos o lilims -seres medio humanos, medio demoníacos-. De este modo, si tomamos como punto de partida la tradición hebrea, la caída del Edén no sería sino un esfuerzo conjunto entre Lilith y Samael (Lucifer en la tradición cristiana) quienes actuaban como cuerpo y voz de la serpiente respectivamente. Pero, ¿qué motivos llevan a ambos a desear la caída edénica? Lilith esperó la llegada de Eva para vengar la maldición divina que la condenaba a ver morir a cientos de sus hijos cada día, mientras que Samael deseaba humillar la obra de Yavhé desde su expulsión al Abismo. Pero la venganza de Lilith se entiende mejor si analizamos la figura de Caín.

Algunos autores como Robert Graves vinculan la figura de Caín con la sangre, el sacrificio, la inmortalidad y la presencia de Lilith y Samael. Tras la expulsión de Adán y Eva del Jardín del Edén, la mujer engendró un varón como narra el pasaje Génesis 4,1: "La mujer concibió y parió a Caín diciendo, he tenido un hombre gracias a Yahvé". Graves señala la importancia de que Caín, el primer homicida en palabras bíblicas, naciera tras la aceptación del fruto prohibido por parte de Eva, y sugiere que su nacimiento respondería a la venganza de Lilith para que Eva viera morir a uno de sus hijos, Abel, tal y como ella veía morir a sus hijos día tras día. Graves incluso va más allá al asegurar que Caín seríafruto de Eva y Samael, y no de Adán, ya que el pasaje Génesis 5,1 enumera la lista de los descendiente de Adán pero presciende de Caín y su estirpe cainita.

De todas formas, uno de los mayores enigmas de la historia de Caín sea, ¿por qué Yahvé maldijo a Adán y a Eva quitándoles la inmortalidad y a Caín defendiéndolo de la muerte?. Tras el asesinato de Abel, el pasaje Génesis 4,12 narra: "Caín andarás errante y vagabundo sobre la tierra ... y si alguien matara a Caín, será éste vengado siete veces". Sólo tras el nacimiento de su primogénito Henoc, Yavhé permitió a Caín descansar de su vida de vagabundo errante y construir una ciudad llamada Henoc donde se crió la estirpe cainita.


La figura de Lilith fue adoptada y transformada por los judíos durante su cautiverio en Babilonia, hasta el punto de situar a Lilith como la primera mujer de Adán, tal y como señalan los escritos hebreos de Ben Sirah (midrash del siglo X) al afirmar: "Yahweh creó a Lilith, la primera mujer, como había creado a Adán, de la tierra y el polvo".
Una afirmación similar que parece indicar que Adán y Lilith fueron creados del barro se desprende de la propia Torah hebrea: "Mujer y Hombre, Él los creó."
Ambos fragmentos, procedentes de escritos sagrados hebreos, muestran una Lilith creada a imagen y semejanza de Yahweh y dotada de las mismas capacidades que Adán, pero ¿qué ocurrió para que Lilith fuera reemplazada por Eva como señalan los escritos hebreos y omiten los textos bíblicos? Los evangelios apócrifos y los escritos del Yalqut Reubeni nos dan la clave: "Adán y Lilith nunca encontraron la paz juntos, pues cuando él quería acostarse con ella, Lilith se negaba, considerando que la postura recostada que él exigía era ofensiva para ella. ¿Por qué he de recostarme debajo de ti? - preguntaba - Yo también fui hecha de polvo y, por consiguiente, soy tu igual. Fuimos hechos iguales y debemos hacerlo iguales."
Las diferencias con Adán y la negativa de éste de situarse bajo Lilith durante sus relaciones sexuales, desató la huída de Lilith del Paraíso de la manera que sigue. Lilith invocó el nombre sagrado de Yahweh quien, dotándole de alas, le permitió huir volando del Paraíso y alejarse definitivamente de Adán. Pero, ¿cómo logró Lilith conocer el nombre sagrado de Yahweh, cuando ni siquiera fue le revelado a Moisés ante quien Yahweh se presentó como: "Yo soy el que soy. He aquí lo que dirás a los hijos de Israel: El que es me ha enviado a vosotros"? Algunos autores como Robert Graves señalan que Yahweh fue seducido por la belleza y el poder seductor de Lilith, aunque los escritos hebreos no hacen ninguna mención a este respecto.
La soledad incita a Adán a solicitar la ayuda de Yahweh: "Señor del Mundo, he sido abandonado por la que pusiste para ayudarme." Condolido por el desamparo de Adán, Yahweh envía a los arcángeles Senoy, Sansenoy y Samangelof a la búsqueda de Lilith. Pero Lilith, instalada en el Mar Rojo, donde convivía con demonios lascivos habiendo llegado a procrear cientos de lilims -hijos mitad humanos, mitad demonios- se negó a regresar al Jardín del Edén, afirmando: "Prefiero arrojarme yo misma al Mar Rojo antes que volver al Paraíso y someterme a Adán". Los arcángeles, confundidos, responden con las órdenes de Yahweh: "Si no regresas con Adán cien de tus hijos morirán cada día". Ella respondió de la misma manera: "Mataré a los hijos de los hombres, los niños estarán bajo el peligro de mi ira por ocho días tras su nacimiento y las niñas por veinte". Los arcángeles dejaron de presionarla y Lilith juró que no dañaría a ningún infante que llevase consigo la imagen o los nombres de estos tres ángeles. De aquí parece surgir el origen de los amuletos que colocaban los judíos en el cuello de los recién nacidos.
Algunas de las caracteríticas de la Lilith hebrea ya las hemos visto en los perfiles sumerios, asirios y fundamentalmente griegos, donde ya aparece como un ser nocturno y lascivo que se alimenta de la sangre de los recién nacidos, sin embargo, la evolución de Lilith continua en los escritos bíblicos.

¿Cómo se produce la transformación iconográfica de la Lilith sumeria a la Lilith hebrea y cristiana concebida como un ser demoníaco? Las influencias asirias durante la segunda mitad del II milenio a.C. ya alteraron la iconografía de la Lilith sumeria, obviando su vinculación con los ritos sexuales asociados al culto a la diosa Ishtar. Durante los últimos decenios de dominación asiria se puso fin a los ritos sexuales celebrados en el templo, eliminando así el sacerdocio femenino e imponiendo una religión marcada por la fuerte presencia de dioses masculinos que simbolizaban y reforzaban la imagen de un poder político centralizado exclusivamente en hombres de estirpe real.
El afianziamiento de un sacerdocio únicamente masculino y el declive del culto a la diosa Ishtar despojó a Lilith de su aureola semidivina, y pasó a ser representada como una figura demoníaca a la que se atribuían la muerte prematura de los bebés recién nacidos y los abortos naturales. Lilith deja der ser la imagen de la fertilidad para estar vinculada a la esterilidad y las muertes de los neonatos, una iconografía que recuperará el Talmud hebreo y los escritos bíblicos.

Pero antes de abordar la concepción que hebreos y cristianos mantenían de Lilith, debemos analizar brevemente la imagen que de ella adoptan los griegos. El aspecto negativo que los asirios impusieron a Lilith ya está plenamente asentado entre los griegos quienes la identifican con Lamia (derivación del nombre sumerio Lamastu), un ser malicioso y equiparable a las estriges y las empusas, todos ellos demonios femeninos. En la leyenda, Lamia era hija de Poseidón y de Sibilia reina de Libia. Lamia se había atraído con su belleza el interés del dios Zeus con quien engendró varios hijos, hasta que Hera, esposa de Zeus, lo descubrió y tomó venganza obligándola a devorar a sus propios vástagos y ser condenada a no poder cerrar sus ojos de tal forma que siempre estuviera obsesionada con la imagen de sus hijos muertos. Pero Lamia, en vez de acudir a Zeus y pedir su protección huyó, y éste terminó por renegar de ella aunque le otorgó el don de poder extraerse los ojos para así descansar.
Lamia no había pasado la prueba que la voluntad de los dioses habían dispuesto y, presa del dolor, fue transformándose en un ser nocturno dotado de extremidades marinas, posiblemente debido al caracter acuoso heredado de su padre Poseidón, dios del mar. Lamia, sintiendo envidia de otras madres, devoraba a los hijos de éstas para alimentarse de su sangre y maldecir la vida a la que había sido condenada.

La iconografía griega solía representar a Lamia como una mujer con extremidades de serpiente marina y pechos y rostro de mujer. Esta representación, que se acerca más a la iconografía hebrea y cristiana de Lilith que a la imagen sumeria que comenté en la entrada anterior, evolucionará hasta mostrarnos una Eva primigenia que determinará la Génesis bíblica y las bases del Talmud hebreo.

2 comentarios:

Cristina Rabascall dijo...

Leí tu artículo, a mi me interesa demasiado la historia de ese personaje, pero hablando de todo un poco.. no sé si has visto "Laberinto del Fauno", para mí el monstruo al que se enfrenta Ofelia para conseguir la daga era inspirado en Lamia.. no sé si estás de acuerdo O.o... De todas formas muy bueno tu artículo!

Miss B dijo...

Si, si!! De hecho pensé lo mismo!! a mi me parece que el Laberinto está lleno de simbologia y un contexto metaforico INCREIBLE y que creo pasa desapercibido. LA AMO!!

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