miércoles, 22 de mayo de 2013

Por tus luchas te definiré: ¿Que te mueve a levantar el puño y luchar? Una reflexión modesta.






No creo sea un secreto para nadie: Me obsesionan las redes sociales. Me maravilla su poder, la contundencia de la inmediatez, la capacidad que tienen para reflejar la cultura en una especie de fotografía del presente. Y es justamente esa reflejo de la sociedad que mediatiza, lo que las hace tan dignas de análisis. Una manera de leer - de manera metafórica y también literal - sobre la opinión popular, sobre como se mira así mismo esa colmena de libres pensadores, opinadores de oficio y de ocasión, críticos espontáneos, deslumbrados por la oportunidad de ser escuchados, que pululan en la red. Y es justamente esa visión tan directa de lo que ocurre en el centro de la sociedad lo que hace las redes sociales y el mundo 2.0 tan digno de observación.

Pensé en todas esas cosas ayer, mientras discutía con un user anónimo en Twitter, que venido sin que nadie supiera de donde, intentó provocarme con una frase de ocasión: "muerete, maldita lesbiana". Al principio, lo tomé como una de esas jugarretas inevitables en un micro mundo tan complejo como la red de microblogging, pero a medida que leía sus respuestas y las otras que llenaban su TimeLine, comencé a preguntarme de qué era sintoma la discusión mal sonante. Revisando el historial de mis mensajes, encontré que el usuario había marcado como favorito un tweet que había escrito un par de días antes, a propósito de la celebración de la lucha contra la homofobia: "¿Solo luchas contra lo que te incomoda? Entonces es hipocresía" y me sorprendió que esa simple frase, hubiera desatado lo que parecía ser una especie de cólera superficial en mi anónimo interlocutor. Leyendo un poco sus comentarios al respecto, encontré cosas como: (SIC ) "Si no eres negro, para que ostias defendeis el racismo?!" o "Los putos se protegen porque los van a matar. Si te gustan las mujeres ¿por qué hacerlo". Y finalmente, el mensaje que me dedicó, tal vez esperando una respuesta a sus propias preguntas o algo más amplio, atacar justo a quien al parecer le había provocado tanta incomodidad. No sabría decirlo.

La cuestión clara, es que el razonamiento de este user anónimo me dejó analizando con mucha preocupación algunas ideas. Porque no se trata solo de la opinión de cualquier voz flotando en el infinito mar de las comunicaciones modernas, sino de un reflejo de esa indeferencia que padecemos a diario a todo nivel social y cultural. Y es que la opinión que insiste "para que intervenir sino te afecta" es probablemente una de esas ideas que aparece de vez en cuando en medio de las crisis, que se hace evidente cuando la ruptura cultural es lo suficientemente fuerte para crear bandos en dispusta. Asombra, que aún en un mundo tan diverso como el nuestro, en una sociedad que aspira a la igualdad y la propugna como ideal, la visión de la lucha por los derechos de todos sea en realidad una búsqueda de la aceptación a nuestros prejuicios, a la particular manera de asumir que nuestra sociedad es dispareja, desigual y la mayor de las veces, injusta. ¿Solo debo luchar contra la homofobia si soy lesbiana? es una opinión común con la que me he tropezado varias veces. ¿Que concluyo sobre ese particular punto de vista? ¿Que debería ser afrodescendiente para opinar sobre el racismo o mujer maltratada para oponerme a la violencia? La inquietante limitación del concepto de libertad e igualdad parece multiplicarse, hacerse más absurdo cada vez ¿Que hace a una lucha justa? ¿que hace una lucha consciente  deliberada, necesaria? ¿Lo hace la incomodidad que pueda producirme contra lo que lucho o el hecho que considere que solo aseguraré mis derechos si construyo y apoyo los derechos de todos? La pregunta me obsesiona, me preocupa, está presente a todas horas en mi mente.

Y lo está, porque vivo en Venezuela. En una Venezuela partida a la mitad, dividida en dos visiones confrontadas de un futuro y una concepción de país. Vivo en un país donde el dinero es un colchón confortable para la conciencia social y la lucha política se confunde con agresión. Vivo en un país donde opinar puede ser un delito y disentir, una alternativa peligrosa. De manera que luchar por lo que se considera justo siempre es un riesgo. Uno que se asume sin saber muy bien los alcances, o mejor dicho, sin presumir hasta donde puede llegar esa lucha y cuanto te puede afectar. Me ocurrió este año: recibí una directa amenaza a mi integridad fisica por el delito discreto de haber escrito lo que opinaba sobre una situación puntual de lo que vivimos. Así que, la pregunta inevitable es: ¿Solo por ese motivo debo insistir en una lucha de principios? ¿Solo por que me afectó? ¿Es eso lícito? ¿Es moral esa visión tan limitada de lo que es decidir entre lo que es correcto y lo que es conveniente? No lo creo. Nunca lo creeré.

De manera que continuaré argumentando, discutiendo, luchando desde mi discreta trinchera por lo que creo justo y no por lo que es cómodo. Es la mejor manera de crear el mundo que deseo, el que sueño, en el que espero vivir: construyendolo a partir de mi propia iniciativa.

¿Es una idea ingenua esa? probablemente sí. Y quizás sea buena esa ingenuidad: después de todo las buenas ideas, como los grandes sueños nacen de la inocencia.

C'est la vie.

1 comentarios:

José Lopez - Admin dijo...

Me causa algo de gracia leer este articulo, ya que tengo un tiempo meditando sobre lo mismo, no solo pasa con personas brutas (sin ofenderles, pero actuar groseramente o con violencia es volverte un bruto literalmente), sino que lo que mas me ha hecho meditar sobre el tema son las personas "inteligentes" e "intelectuales", que terminan siendo solo prepotentes con aires de ser mucho para este mundo, o al menos este país. En estos dias una de estas personas, una chica a quien le admiro muchos sus trabajos, pero que me ha decepcionado mucho justamente por cosas que ha opinado o dicho en redes sociales, publica algo en contra del gobierno y dice que por eso si hay que preocuparse o por cosas como el aumento del pasaje (cosas que le afectan), pero hace unos dias publicaba en contra de las personas que se mataban por conseguir harina pan, no se, pero quien tiene 5 dedos de frente puede notar lo mucho que ha aumentado el pan y lo costoso que esta todo, la harina de pan por muy poco sana que sea, es lo mas economico para cocinar y en grandes cantidades, ademas de ser nuestra comida por tradicion, y la mayoria de las personas en este pais son personas con familias grandes y probablemente muchos hijos que alimentar.

Al final, es solo un ejemplo, han sido varias personas quienes me han decepcionado aun cuando no espero nunca mucho de la gente.

Seremos unos ingenuos por siempre, pero las luchas contra las injusticias sociales deben llevarse a cabo en cualquier plano por quienes tenemos la capacidad y la empatía de conocerlas.

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