martes, 27 de noviembre de 2012

Sorprendiéndome a mi misma: La lista de lo que SI hice en el año 2012!






Hace poco, una amiga colgaba en Facebook uno de estos memes tan populares, donde te recordaba todas las resoluciones de año nuevo que no cumpliste. Ya se sabe: bajar de peso, buscar un nuevo trabajo, encontrar la manera de mejorar tu estilo de vida. Lo leí y me quedé pensando justo lo contrario: ¿cuales resoluciones de año nuevo si llegaron a cumplirse? Y me sorprendió que casi todas las que formulé, escribí y me comprometí conmigo misma a llevar a cabo, las cumplí. Así que se me ocurrió escribir este post un poco adelantado al año nuevo y repasar cuales de esas promesas me hice y cuales, llevé a cabo. Son más de las que esperaba, para mi sorpresa:


* Tomarme en serio como fotógrafa:

He fotografiado desde los once años. De hecho, no recuerdo un momento en mi vida en que no tuviera una cámara en la mano o no esté fotografiado. He invertido una buena parte de mis ingresos de los últimos diez años a educarme, mejorar mi equipo, aprender y crecer. Me obsesioné con mi preparación tanto técnica como conceptual. Pero a los treinta y no te importan, continuaba cuestionándome si era fotógrafa o no. El año pasado, justo el año nuevo escribí: "Tomarme en serio como fotógrafa". Y lo logré.

Comencé dejando de fotografiar por obligación. Porque lo hacia. Me ponía como meta comenzar y terminar  10 o 12 proyectos distintos que claro está, me tenían fotografiando durante todos los días cada semana, pero sin que me despertaran mayor interés. Así que más o menos en febrero, decidí dejar a un lado lo que no me suponían un reto, ni me interesaban lo más mínimo y dedicarme a un par, que si me apasionaran, y así lo hice. ¿El resultado? Dos proyectos personales que me permitieron crecer muchísimo como fotógrafa: Vienteseis Obras de arte ( emulando obras de arte de la pintura y la fotografía que puedes ver aquí  ) y 102 rostros de mi vida, esta vez en film y que aun me faltan un par de fotografías para completar. Fue una experiencia extraordinaria bajar el ritmo y concentrarme solo en lo que me permitía sacar lo mejor que podía hacer. Y el resultado me encanta.

Otra cosa que decidí hacer, fue oír consejo: hace unos dos años, la Profe @ArletteMontilla me dijo que uno de mis grandes problemas era que mostraba mi trabajo en exceso. Y resultó ser verdad: mis fotografías estaban colgadas por todos lados de la web, y de pronto, ese misterio, esa belleza de lo que es el trabajo fotográfico perdió sentido. De manera que comencé por respetar mi trabajo y comenzar a ponderar opciones: me llevó unos meses encontrar los nombres y expertos correctos, pero durante los últimos meses he tenido la inestimable ayuda de comisarios y curadores - dentro y fuera del país - que me han permitido con sus consejos, criticas  - en ocasiones durisimas, siempre útiles - avanzar en el camino que construyo para mi otro yo fotográfico: crear la imagen más cercana a la que vive en mi mente que pueda.

Además, finalmente cristalicé un par de proyectos que siempre tuve aplazados: desarrollar mi imagen gráfica y echar a andar mi página web. Ambas fueron la manera más concreta de mirar mi trabajo como parte de mi vida y aunque profesionalmente la fotografía no me produce ingresos ( no hago eventos ni tampoco productos, mi fotografía es una manifestación personal ) si me considero que es una de mis profesiones. Y la desempeño con tanto respeto como mi carrera como Licenciada en Letras y derecho ( las pocas veces que la ejerzo, claro, pero esa es otra historia )

En suma: asumir mi responsabilidad como fotógrafa y sobre todo, enfrentarme a mis temores e incertidumbres en el plano artístico me permitió crecer y verme más allá de una mera apasionada, como una profesional en pleno crecimiento.

* Reconciliarme con mi cuerpo:

Si has leido mi blog últimamente  sabrás que estoy llevando a cabo un pequeño a gran escala que no es otro, que volver a mirar mi cuerpo con amor. Y no implica solo a nivel estético: me estoy dedicando a cuidarme porque comprendí que la salud es indispensable para crear y construir lo que deseo en el futuro, el camino que aspiro recorrer. Eso no lo tenía muy claro en diciembre del año pasado pero aun así escribí: "Reconciliarme con mi cuerpo".

Y lo hice. Lo hice trabajando de a poco, encontrando la causa de mi manera de comer desordenada - furia, tristeza, auto agresión - y trabajando de adentro hacia afuera. Trabajando día a día, siendo más consciente de esa relación con mi cuerpo, conflictiva y extraña. Al final triunfe: Logré bajar 12 kilos de peso, 4 tallas y media y aún me queda mucho por hacer: recuperar mi estado físico  comprender el poder de mi cuerpo en movimiento. Creer en el poder que todos tenemos de crear con nuestra piel.

* Aprender otro idioma:

Y escogí uno muy difícil  Alemán, aunque en diciembre del año pasado no tenía mayor idea de que aprendería. El alemán porque no tenía idea ni por donde empezar, porque la primera clase tuve deseos de llorar de angustia, porque durante las primeras lecciones sentí dolores de estomago de miedo. Porque comencé a comprender lentamente la belleza de una lengua que jamás me había interesado, por sorprenderme a mi misma, que cosa tan inestimable es esa. Fue una de esas experiencias que recuerdas con cierto sobresalto: los exámenes que respondía con las manos temblandome, la primera lectura pública, la conversación con mi amigo Karsten vía telefónica ( que vive en Berlin ) y reír de emoción con lágrimas en los ojos porque me comprendió, luego de años de hacerlo sufrir con el castellano. Un crecimiento en mi mente, construir un nuevo salón en el Castillo de mi memoria, aprender cosas sobre mí de las cuales no tenía idea, como que tengo una facilidad para la pronunciación o que aprendo muy rápido los verbos compuestos en cualquier idioma.

* Tomar en serio mi carreras universitarias, mi estilo de vida y mi manera de ver el mundo:

En diciembre no lo tenía muy claro pero escribí "Aprender a vivir". Y eso es lo que he hecho en estos once meses tan profundamente significativos para mi. Encontré no solo uno sino dos empleos que llenan profundamente muchos de mis principales intereses: escribir y fotografiar. Comienzo el día con una sonrisa y trabajo sin cansarme nunca, porque en realidad estoy soñando, estoy creando, estoy construyendo algo de inestimable valor para mi propia capacidad de mirar y comprenderme: una profunda identidad. Y que tipo de pasión tan enorme siento cuando trabajo hora tras hora, sintiendo una emoción tan dulce como ingenua, porque tengo el privilegio de hacer lo que quiero. Lo que sueño. Lo que espero seguir haciendo cada día de mi vida para sonreír.

* #ProyectoBiblioteca:

Comenzó como un sueño. Y lo escribí así en diciembre: "Quiero que todos los fotógrafos de mi país se eduquen como yo he podido educarme". No tenía idea de donde, como o de qué manera lo haría. Pero sucedió: de pronto me encontré tocando puertas, recibiendo sonrisas y manos abiertas, algún otro portazo, pero trabajando en mi sueño. Esperando en salas enormes, rodeada de libros llenos de polvo, conversando teléfonicamente con desconocidos - a pesar de mi fobia telefónica - y llorando de emoción a solas, sin que nadie me viera cuando por primera vez pisé el lugar donde de pronto #ProyectoBiblioteca sería #BibliotecaEFA. Y que enorme sigue siendo este sueño, este empeño, que sigue creciendo, que tiene personalidad propia y espero que muy pronto,  tenga rostro y lugar también para todos los fotógrafos de mi país.

*Viajar:

El mandado a medio hacer, como diría mi abuela. En diciembre del año pasado escribí: "Viajar y soñar" y este diciembre me recibe con un billete de avión en la mano, un destino y el corazón esperanzado. No sé que encontraré en esta nueva aventura, en este sueño que me costó miedos, incertidumbres y alguna que otra cuestión legal vencer pero sé que será hermoso, sé que será devastador y constructor para mi mente. Y así empezará mi nuevo camino el año que entra. Y no sé a donde me llevará.

¿Una lista corta? Sí, desde luego. Me faltan muchísimas cosas que hacer: Comprar mi bicicleta, superar mi alergia al compromiso, terminar un curso en la Escuela del Café, enviar una aplicación para una Beca a una reconocida Universidad de la que espero ser alumna, hacer un proyecto fotógrafico callejero, correr todas las mañanas. Pero siento tanta esperanza! y creo que el final de todas las listas debería comenzar así: un sueño que termina para comenzar otro.

¿Y tu? ¿Que cumpliste este año que está a punto de terminar?



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