domingo, 2 de enero de 2011

La Diosa Fortuna y el poder creativo



Siendo que comenzamos un nuevo ciclo, me pareció que podría ser buena idea hacerlo llevando a cabo un sencillo ritual personal. Como lo he repetido varias veces en este su blog de confianza, la magia es nuestra capacidad de llenar de creatividad y espiritu personal cada uno de los momentos de nuestra vida.

El Misterio de la Fortuna:


La Diosa latina Fortuna encarnaba para la cosmovisión romana, el azar y las circunstancias incontrolables. Es la personificación de la Suerte, favorable o adversa, que se une a los hombres y rige sus vidas. Se habla de Fortuna bona o Fortuna mala, pues se trata de una divinidad veleidosa y cambiante que encarna lo imprevisto y lo inesperado de la existencia humana. La fortuna se distingue del Fatum, el Destino, que es una fuerza ciega e invencible. Se la suele representar con un cuerno de la abundancia o bien con un timón, ya que dirige la existencia de los hombres

Para la Tradición magia Italiana y gallega, Fortuna regía la suerte o la prosperidad de una comunidad. Muchas ciudades de la Italia Antigua tenían su propia representación de la diosa coronada con los muros de la ciudad.


Un origen confuso:

Dependiendo de los autores se le atribuían distintas genealogías. Así, algunos la consideraban una de las oceánides, hija de Océano y Tetis, mientras que otros la hacían hija de Hermes y Afrodita o de Zeus Píndaro.

Fortuna podía decidir cual era la suerte de cualquier mortal, y lo hacía de una forma aleatoria, junto con su ayudante, el dios Pluton. Se le representaba jugando con una pelota, a veces arriba, a veces abajo, como símbolo de la inseguridad de sus decisiones. Por eso nadie debía vanagloriarse de sus riquezas ni dejar de agradecérselo a los dioses, pues esto podía provocar que interviniera la diosa Némesis para ponerle en su sitio. De hecho, Fortuna estaba muy relacionada, por sus atributos, con Némesis, y con Agathos Daimon (el espíritu del bien).  Para algunas tradiciones mágicas de origen Belga y Rumano, Fortuna es la Diosa protectora de los dibujantes, los pintores y los músicos, debido a la veleidad como la expresión personal puede manifestarse a través del arte.

No tenía una historia propia, ni se le rendía culto alguno. De hecho, su figura como personaje fue desapareciendo y pasó a ser meramente una abstracción del destino.

Aparecía en muchas monedas acuñadas en la época helenística en los tres siglos anteriores a Cristo, sobre todo en las ciudades ribereñas del Egeo.

Según la Tradición de la Diosa que practico, la Diosa Fortuna representa el caos y los designios incompresibles y aleatorios del destino. Su energía se encuentra vinculada a la incertidumbre pero también a la esperanza, a la creación invidivual que permite creer en las posibilidades de un futuro promisor. Se  la representa como una ciega que porta la cornucopia o un timón simbólico. También suele llevar la llamada rueda de la fortuna, o bien se la situaba encima de la misma, presidiendo el ciclo del destino.

Para celebrar su simbologia, suelen llevarse a cabo rituales donde se pide su benevolencia y se exalta su poder para cambiar y otorgar sentido al futuro.  Uno de ellos es el siguiente:

Necesitarás:

2 velas amarillas.
Un puñado de sal marina.


Disposición:

Toma la sal y forma un circulo en medio del cual te sentarás. Coloca las velas a tu derecha e izquierda respectivamente. Ahora cierra los ojos y toma siete largas bocanadas de aire. Siente como la tensión abandona tu cuerpo, a medida que el ritmo de tu respiración se hace más profundo y lento. Imagina que un circulo de luz amarilla te rodea, iluminando hasta el último rincón de la habitación donde te encuentras. Cuando sientas que el nivel de tu concentración ha llegado a un punto óptimo, abre los ojos y enciende la vela a tu izquierda invocando de la siguiente manera:

"En la luz y la oscuridad
en el tiempo y el silencio de la memoria
Te invoco, Dama de la Fortuna
para que le des sentido a mi voluntad de crear"

A continuación, la vela a tu derecha:

"Que sea el tiempo, la respuesta a mis preguntas
que sea la sabiduría, la inspiración de mi espiritu
En el nombre de Fortuna, Dama del pensamiento y el corazón
que la voz de mi corazón sea la fuerza de mi razón
Así sea"

Cierra los ojos. Imagina que te encuentras en un bosque tupido, con árboles altos de ramas altas y robustas. El sol brilla con fuerza en un cielo despejado y azul. Frente a ti, se abren dos caminos, exactamente iguales, que conducen al interior del bosque. Escoje uno de ellos y comienza a recorrerlo, sintiendo como a tu alrededor, el aire se llena del olor exquisito de flores y plantas silvestres. Dejate llevar por el canto de los pájaros, siente como la hierba a tus pies se hace cada vez más fresca y deliciosa a medida que avanzas por el bosque. Finalmente, llegas a un claro, donde el resplandor del sol es tan fuerte que casi no puedes abrir los ojos. Comienzas a bailar, con los brazos extendidos hacia el cielo, sintiendo como una fuerza magnifica y poderosa te rodea, te envuelte, palpita a tu alrededor, impregna cada parte de tu cuerpo y tus pensamientos. Siente el poder irrevocable de tu convicción personal. La fe y la esperanza dandole forma a tu expresión más personal de la fe.

Vuelve a tu nucleo de conciencia habitual. Apaga las velas, comenzando por la que se encuentra a tu derecha mientras invocas:

"Crea poder en mí
crea fuerza en mí"

Come y bebe algo para equilibrar la energía que has obtenido mediante este ritual.

1 comentarios:

Verónica Esparza dijo...

Excelente, lo haré esta semana.
Gracias por siempre compartir con nosotros este tipo de rituales, Agla.

Besos,

V

Publicar un comentario