sábado, 6 de febrero de 2010

Una placentero silencio.


Por primera vez en mucho tiempo, me siento realmente agotada. Para bien o para mal, creo que llegué a mi limite fisico - faltaría conocer a donde podría llegar en mi limite mental por pura cansancio - y creo que de alguna forma, me siento profundamente agradecida por la sensación de inmediatez de encontrarme por completo exhausta. Ningún pensamiento, ninguna idea a medio concebir, ninguna explicación para mi constante y abrumador cuestionamiento existencial.

Solo cansancio, una profunda sensación de simple bienestar por el cuerpo cansado, los párpados pesados, el cuello tenso.

Por hoy - quizá solo por hoy - eso es suficiente para mi.

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