sábado, 29 de diciembre de 2012

Cerrando Ciclos: Brujeando para la esperanza.




Como siempre que termina - o empieza - un ciclo, todos tenemos la natural inclinación de cerrarlo - o abrirlo - de manera simbólica.  El fin de año - cualquiera sea la fecha en que lo celebres o como lo hagas - es uno de esos momentos en que todos parecemos estar muy de acuerdo en que algo termina y otra cosa, totalmente nueva empieza. Y es esa expectativa, esa sensación de crear algo a partir de experiencia y uno que otro resbalón, es lo que hace que los últimos días del año sean especialmente propicios para renovar la esperanza y creer, que con un poco de esfuerzo, tenemos una nueva oportunidad.

Y la Tradición de la Diosa que practico no es la excepción. De hecho, celebramos rituales diarios muy pequeños para digamos que "limpiar" nuestro camino hacia esa transición a una nueva etapa, en esta ocasión cronológica. No obstante, hay unos cuantos que de alguna manera representan ese cambio, esa transición hacia el futuro y uno de ellos es este, que quiero compartir con mis queridos lectores a continuación:



En mis creencias, celebrar el principio y el final de nuestros propios ciclos, simboliza la trascendencia del espiritu humano sobre la muerte, el eterno poder creador de la mente del hombre y la capacidad innegable de la naturaleza de vincular al ser humano con el infinito. Para celebrar esta idea de continuidad, el ritual que incluyo tiene la capacidad de recordarnos cuan valiosa es nuestra capacidad para crear y sobre todo, para soñar a partir de una idea esencial sobre nosotros mismos:


Necesitarás:

7 velas blancas.
Un cuenco para quemar.
Un puñado de granos de mirra.

Disposición:

Forma con las velas un circulo en medio del cual te sentarás. Coloca frente a ti, el cuenco para quemar con los granos de mirra en su interior. Ahora, cierra los ojos e imagina que un hilo radiante y plateado te rodea. Este filamento luminoso se encuentra unido a tus muñecas y tobillos y parece flotar en medio de la oscuridad de la habitación donde llevas a cabo el ritual. Visualiza como estos diminutos fragmentos de luz se unen para formar un espiral, que te envuelve y te llena de calor y bienestar. Cuando tu nivel de concentración llegue a un punto óptimo, abre los ojos y enciende las velas, comenzando por la que se encuentra frente a ti y siguiendo el sentido de las agujas del reloj, mientras invocas de la siguiente manera:

"Luz de Luna
Voz de las estrellas
Canto del Universo
Te invoco hoy
Para que seas mi pensamiento
mi guia
y mi convicción
Que sea el cielo nocturno
la medida del divino resplandor
el secreto de la noche eterna
la luz infinita y poderosa
la energía Divina
La inteligencia Universal
Así sea"

A continuación, enciende los granos de mirra, procurando que todos comiencen a arder. Cuando hayas conseguido un fuego alto y el olor comience a extenderse a través de la habitación donde te encuentras, cierra los ojos e imagina que te encuentras flotando en el mar. La noche te cubre y en la oscuridad, la luz de las estrellas resplandece con un brillo plateado teñido en ocasiones de púrpura. Déjate llevar por la paz, la sensación de infinita comprensión que te llena, mientras flotas a la deriva, sostenido por el agua, sintiendo la vibración de las olas contra tu piel, la cálida caricia de ese silencio oscuro y exquisito que te rodea. Disfruta del resplandor de las estrellas, cada vez más poderoso, más firme, un estallido ígneo y cegador que parece lentamente cubrir todo el cielo, centellando y haciendo brillar el agua que te rodea. Siente la fuerza del misterio, la profunda sensación de maravilla que te colma. La huella de la Diosa en ti.

Cuando lo creas conveniente, abres los ojos. Apaga las velas, comenzando por la primera que encendiste y siguiendo el sentido contrario de las agujas del reloj, mientras invocas:

"El poder del tiempo en mí
La fuerza del secreto en mi espíritu
soy la voz y la creación
Crea poder en mí
crea fuerza en mí"

Para completar la estructura mágica que has llevado a cabo, permite que los granos de mirra ardan hasta consumirse y luego come y bebe algo para que puedas asimilar mejor la energía que has obtenido mediante el ritual.

Espero que tu experiencia con este ritual sea tan buena como lo ha sido para mi. Y recuerda, cualquier ciclo que empieces será una nueva manera de crear algo tan intimo como enormemente significativo: tu propia visión del mundo.


Así sea!

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