martes, 8 de noviembre de 2016

Un día histórico: las doce cosas esenciales que debes conocer sobre las elecciones Presidenciales en Estados Unidos.




Como latinoamericana, el sistema electoral de EEUU siempre me pareció ambiguo y sobre todo, tan lejano al de mi país — directo y uninominal — que me llevó casi diez años y la buena voluntad de uno de mis profesores universitarios, entenderlo a cabalidad. No sólo se trata sólo que el voto estadounidense es un proceso construido para asegurar un tipo de representatividad que en nuestra región puede parecernos cuando menos confuso sino que además, es un proceso por completo civil y personalísimo que descarta la vigilancia militar y el excesivo control partidista. Palabras más, palabras menos, el voto norteamericano es un reflejo de un tipo de legislación electoral basada en la presunción del ciudadano como principal protagonista, antes que el candidato electoral.

Tal vez por ese motivo, lo que ocurre en la actualidad hace que el sistema electoral estadounidense esté en el ojo del huracán: se trata con toda seguridad, de la elección más importante de las últimas décadas y que marcará la personalidad política de la primera potencia mundial — sus aliados e incluso sus enemigos — por el lustro siguiente. Sea quien sea el ganador de la contienda electoral que culmina el día de hoy, norteamérica jamás será la misma. Luego de casi un año de una campaña presidencial grosera, hostil, desigual y violenta, queda atrás un país dividido y polarizado. Y sobre todo, que tendrá que demostrar que el pacto social que simboliza el voto — y mucho más, el sistema representativo que el país privilegia — es lo suficientemente fuerte como para sostener la conflictividad social y política que sufrirá una vez que la o el nuevo presidente de la Unión sea la cabeza visible de un golpe de timón hacia tierras desconocidas.

Siendo así, resulta imprescindible comprender a cabalidad que ocurre en las elecciones norteamericanas, como proceso y como evento histórico de enorme relevancia mundial. ¿ Y cuáles podrían ser los aspectos más importantes para comprender lo que ocurrirá el día de hoy durante la jornada electoral norteamericana? Quizás los siguientes:

1.- A pesar de todo, el voto norteamericano es directo:
No obstante la confusa red de colegios electorales y otros elementos relacionados con la representatividad indirecta que forman parte del sistema electoral estadounidense, el proceso electoral del país depende — y comienza — con el personal y uninominal. En otras palabras, el proceso para elegir a un presidente norteamericano comienza justo como en cualquier otra democracia: con el ciudadano eligiendo entre opciones múltiples frente a una casilla electoral.

¿Cual es la diferencia con el sistema electoral directo? Que el conteo de votos no se realiza para obtener un número total de la participación individual, sino los votos por estado. Cada estado del país tiene un número específico de votos electorales, calculados debido a su densidad demográfica, número de distritos y el número de senadores que cada estado tiene. Si un candidato triunfa en un estado específico, obtiene todos sus votos electorales.

2.- ¿Quienes votan por Hillary Clinton?
Según estadísticas recientes, el 52% de las mujeres dice que votará por Hillary Clinton, número que pudo aumentar desde la medición de la última semana de octubre debido a la serie de escándalos de índole misóginos en que estuvo envuelto el candidato republicano. También según los análisis estadísticos, lo más jóvenes prefieren a Clinton, así como los hijos de inmigrantes, minorías hispanas, asiáticas y afrodescendientes. En esta última en particular, Clinton arrasa en intención de Voto: casi un 89% votaría a su favor.

En cuanto a localización geográfica, Clinton ganaría en las dos Costas y en el ámbito urbano, donde se encuentra su mayor peso y en la que la mayoría de las proyecciones le dan como ganadora inmediata. También lo haría entre quienes tienen mayores recursos económicos, así como entre quienes tienen rentas superiores a los diez mil dólares por año. Ganaría además, entre quienes tienen un título universitario. Por extraño que parezca, Hillary Clinton ganaría entre los ateos y la minoría judía, así como entre los que se declaran agnósticos o sin religión definida.

3.- ¿Quieres votarían por Donald Trump?
Entre los hombres de entre 22 y 45 años, hay una clara preferencia por Trump. También ocurre otro tanto con las personas mayores de sesenta y cinco años y un importante porcentaje de quienes se definen a sí mismos como “blancos”. Según los mismos análisis, Trump ganaría en el Medio Oeste y domina los estados del Sur de Estados Unidos, donde su discurso racial y xenofóbico tiene mayor resonancia. Además de eso, el candidato republicano tiene una mayor opción de triunfo entre los electores de zonas rurales, en especial el centro oeste del país.

Como si se tratara de un reflejo de las diferencias sociales y culturales de la sociedad norteamericana, Trump triunfa con ventaja entre la población blanca de rentas bajas y quienes no tienen un titulo universitario. También gana entre los protestantes y los católicos, entre quienes la dialéctica conservadora y en apariencia tradicional de Trump ha tenido una considerable resonancia.

4.- ¿Qué tanto puede influir el voto de las minorías o grupos étnicos hoy?
Lo suficiente como para cambiar la elección: tanto el voto latino como el afroamericano, serán decisivos al momentos de analizar los resultados en contienda. Si la comunidad afroamericana no vota de manera masiva, sin duda ayudarán a Trump. Si acuden en masa, con toda seguridad la candidatura de Clinton saldrá beneficiada.

5.- ¿Cuáles es el estado más relevantes durante la votación?
La importancia electoral de un estado depende de su población: de manera que California (El estado con mayor población de la Unión) tendrá una mayor representatividad. Está dividido en 53 distritos, lo que quiere decir que tendrá mayor número de votos electorales: 55 según el último censo de población.
El número de votos electorales del país suma 538, lo cual corresponde a la suma de los 435 representantes de los distritos, los cien senadores y tres votos electorales del distrito de Columbia (Washington D.C.) que debido a su importancia histórica, se contabilizan de manera distinta.

6.- ¿Pueden influir los estados pequeños o poco representativos en la contienda final?
Es una pregunta común: Si un estado está dividido en pocos distritos y por lo tanto, tiene un menor número de senadores ¿Puede influir en el resultado de una elección? La respuesta es sí, por más sorprendente que parezca, sobre todo si la diferencia entre candidatos es muy reñida. Aunque la mayoría de los Estados pequeños se les considera seguros — o los candidatos tratan de asegurarlos durante la campaña electoral — hay una alta probabilidad de cambio en la decisión votante dependiendo de los últimos aconteceres del proceso electoral. Eventos como el resultado de debates, escándalos e incluso, discursos específicos, pueden alterar el resultado final de la elección. De manera que nada está seguro hasta que el ciudadano deposita su voto en la urna electoral.

De hecho, los llamados “estados bisagra” (battleground states o swing states) como lo son Florida, Nevada, Pennsylvania, Iowa, Ohio y Carolina del Norte podrían definir la elección. En otras palabras, si cualquiera de los candidatos gana en Florida, Ohio y Carolina del Norte tiene asegurada la presidencia incluso antes de conocer la tabulación total de resultados en el resto del país.

7.- ¿En cuáles estados ganan los demócratas?
Por tradición, el partido demócrata suele tener un amplio apoyo en Oregón, Maryland, Michigan y Massachusetts.

8.- ¿En cuales estados ganan los Republicanos?
Los Republicanos (y de nuevo se observa la influencia del discurso conservador y tradicional del partido) suelen ganar en Mississippi, Alabama, Kansas e Idaho.

9.- ¿Puede cambiar la votación tradicional entre estados debidos a los escándalos en que han estado envueltos los candidatos durante los últimos meses?
En Estados Unidos los partidos no exige lealtad absoluta. De hecho, un número considerable de Republicanos votarán a conciencia — en otras palabras, se abstendrán o quizás votarán por Clinton — debido a las acusaciones de acoso y misoginia contra Trump.

10.- ¿Por qué Estados Unidos considera novedoso el discurso de Trump?
Para la mayoría de los estadounidenses, el término populismo no revista mayor gravedad, debido en específico al hecho que no se le considera parte de la discusión política. Según el historiador Michael Kazin The populist persuasion, el norteamericano promedio considera el populismo como un tipo de retórica basada en la desigualdad económica, antes que una forma de gobierno o incluso un elemento relacionado con ideología alguna.

Para Arthur Brooks, presidente del American Enterprise Institute, el discurso pugnaz y violento de Trump sorprende al norteamericano que se habituó a un foro político signado por la corrección política. No obstante, el mensaje en apariencia reivindicatorio de Trump capta adeptos porque traduce el malestar y descontento general en el país. “Desde hace ocho años, en Estados Unidos para el 80% de personas los sueldos no han crecido. Solo el 20% de arriba ha experimentado crecimiento económico” comenta Brooks y añade “Cuando pasan estas cosas, y durante tantos años, hay más populismo. Ha pasado muchas veces en Europa. De vez en cuando, en EE UU. Ya somos Europa. Tenemos un candidato como Le Pen o como Nigel Farage o Beppe Grillo o cualquier otro”

11.- ¿En qué se basa la campaña de Hillary Clinton?
Clinton basa su oferta electoral en planes de creación de empleos y la promesa de un aumento progresivo del salario que permita estabilizar la caída del consumo norteamericano. También, el futuro plan de Gobierno de Clinton incluye una revisión sustancial de los acuerdos comerciales que firme EEUU, en beneficio de la protección del empleo local y además, la mejora del crecimiento económico. Sobre todo, la candidata demócrata parece muy consciente del hecho que la mayoría de los intercambios comerciales de EEUU con el resto del mundo, afectan la estabilidad laboral del país a causa de la externalización del empleo y otros elementos que atacan los tradicionales puestos de trabajo estadounidenses.

12.- ¿En qué se basa la campaña de Donald Trump?
Atacando los puntos débiles de la propuesta Clinton, Trump ha declarado que la política comercial actual del país debilita la estabilidad de puestos de trabajos y mercados internos, por lo que defiende un enfoque proteccionista en detrimento de los tratados comerciales que EEUU pueda suscribir con otros países del globo. No obstante, las promesas de Trump no aclaran bajo que estructura protegerá los puestos de empleo perjudicados por las deslocalizaciones masivas y parece más interesado en criticar la actual estructura de tratados antes de explicar cómo y en que sentido serían modificados. Tampoco ha puntualizado como propone “castigar” a las empresas que trasladen su producción fuera de EEUU como parte de estrategias comerciales o cómo disminuirá los impuestos sin aumentar la ganancia externa o resolver el déficit presupuestario.

El panorama electoral estadounidense está servido: durante el día hoy los estadounidenses no sólo eligen a un nuevo presidente, sino que también renuevan la Cámara de los Representantes (435 escaños) y un tercio del Senado (34 escaños). También habrá elecciones de al menos doce gobernadores en diferentes estados del país. De manera que, lo que sea que ocurra durante este histórico día, repercutirá no sólo el futuro inmediato de Estados Unidos, sino en su historia a mediano plazo. Y como no podía ser de otra forma, con toda seguridad en la del resto del mundo.

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