miércoles, 31 de octubre de 2012

La noche más Brillante: La Fiesta de los Ancestros.








Ser bruja siempre ha sido esa parte de mi vida profundamente personal, intima, esa que expresa ese otro rostro que llamo "propio" y que forma parte de mi mitología personal. Sonrío, con ese pensamiento, mientras ordeno velas, mi caldero - si, tengo un caldero, de metal, muy viejo y ruinoso que amo muchísimo - y preparo mis dagas ceremoniales para celebrar otra vez, un nuevo ciclo que culmina. Me trencé el cabello para homenajear la tierra, me vestí de blanco para celebrar el viento, llevo joyas de turquesa para celebrar el agua y un rubi pequeñito en un anillo viejo para recordar el fuego. Y siento esta emoción. Esta felicidad que en ocasiones es dificil explicar y que tiene mucha relación con mi manera de creer y confiar. Inevitablemente, siento esa enorme conexión, ese vinculo poderoso con el tiempo, que transcurre, el que espera, el que vivo y esa idea hermosa del mundo que he obtenido recorriendo esta senda silenciosa, esta senda de construir todos los días mi propia creencia.

Más allá del tiempo. 


La fiesta de los Ancestros es una de las ceremoniales rituales más significativas que llevamos a cabo en mis creencias. No solo simboliza el inicio de los ciclos naturales ( de hecho, se le suele llamar el año nuevo de las brujas ) sino que además, representa un momento de profunda introspección, que refleja el equilibrio de la Energía Universal en la expresión creadora del Dios y de la Diosa.


Es una fecha solemne para todos quienes nos practicamos la Antigua religión como una forma de fe.  En la antigüedad, la brujas y brujos se reunían en el claro del bosque, para formar un circulo ceremonial que incluía un árbol al norte como símbolo de la eternidad y el vinculo de la divinidad con la tierra. Según las creencias más antiguas de la brujería, el velo entre el mundo de los vivos y el de los espíritus o lo intangible es muy delgado durante esta noche, por lo cual la celebración se basa en contactar con la fuerzas universales personales o espíritus. Como las brujas creemos en la reencarnación, para ellas estos entes que poseen inteligencia y arbitrio, no corresponden a las almas de los difuntos, sino a manifestaciones de la Energía Universal. Es también una ocasión propia para celebrar nuestro vinculo con el pasado, con las raíces de donde provienen nuestros principios morales e intelectuales más personales, una profunda concreción de nuestro espíritu personal.

No obstante, como he repetido en muchas oportunidades a lo largo de los meses, los rituales que incluyo en este blog, no son de ninguna manera exclusivistas o están destinados solo a unos pocos cuyas convicciones sean proclives y concuerden con las mias. Es mi intención expresar la magia de la manera como la conozco: una estructura de pensamiento a la que todos tenemos alcance, porque forma parte de nuestra energía más profunda e intima. Por ese motivo, incluyo un ritual simplicido de la celebración que llevamos a cabo en mi familia, con la intención que todo el que desee unirse a los hijos de la Diosa en la celebración pueda hacerlo.

Para llevar a cabo el ritual de las Fiestas de los Ancestros necesitarás:

4 velas negras.
2 velas color naranja.
Un cuenco para quemar.
7 Hojas de Romero.
Una hoja de papel.



Disposición:

Forma con las velas negras  un cuadrado cuyos vértices coincidan con cada punto cardinal. Siéntate en su interior y dispón las velas color naranja a tu izquierda y  derecha respectivamente, el cuenco para quemar frente a tí ( con las hojas de Romero en su interior ) junto con la hoja de papel y el incienso de Romero.

Cierra los ojos. Toma 7 largas y profundas bocanadas de aire. Procura que tus pulmones se llenen de oxigeno al máximo de su capacidad y luego, expulsa el aliento lentamente. Visualiza que a tu alrededor, se forma un circulo de luz plateada, que brilla con una tonalidad levemente luminiscente en la oscuridad de la habitación donde te encuentras. Levanta las manos y siente que ese mismo resplandor envuelve tus manos y tus dedos, se conecta con el circulo hasta formar una esfera que cubre el altar que has dispuesto para el ritual. Siente como la energía que acaricia tu cuerpo se hace más cálida, densa, hasta que percibes su leve caricia en la piel. Cuando notes que tu concentración ha llegado a un punto óptimo, abre los ojos y enciende la vela que corresponde al norte, invocando de la siguiente manera:

"Abro los ojos en las tierras del tiempo
Y allí encuentro mi recuerdo
En la noche de la sabiduría se eleva mi nombre
Llamo al Dios y a la Diosa
para que acudan a mi llamado
en esta noche donde mi deseo es puro y Universal"

Ahora enciende la vela que corresponde al Este:

"Baila el viento en mis pensamientos
escucho las viejas historias renacer en mí
Invoco al Universo redentor 
que sea la luz de mi razón"

La vela que corresponde al Sur:

"Escucho la tierra Nueva
Busco las respuestas en mí
Soy el tiempo y la creación"

Por último la vela que corresponde al oeste:

"Que sea esta noche, entre todas las noches
Un deseo, un anhelo, la busqueda, la Satisfacción
Mi espíritu se inflama en fuego bendito
Que sea ahora y siempre
la más hermosa forma de expresión
Así sea"


Cierra los ojos por un instante. Siente como la energía en tu interior palpita con fuerza. Luego, enciende la vela naranja a tu izquierda:


"Que sea la Diosa en mí
Bendita y poderosa
Soy el hijo del tiempo y la Creación"

Y finalmente la vela a tu derecha:

"Que sea el Dios en mí
Magnanimo y rutilante
Soy el hijo del tiempo y la Creación
Así sea"


A continuación, toma la hoja de papel y escribe en ella todo lo que desees culminar, todo aquello que sientas que necesita dejar de formar parte de tu vida. Puedes incluir malos hábitos  una perspectiva nociva de la tu vida, incluso costumbres que puedan haberte hecho daño y que anheles ( o necesites ) abandonar. Siente que te liberas de todo tiempo y forma energética que pueda haberte lastimado durante este ciclo que culmina. Percibe la manera como tu propósito mágico se hace concreto y poderoso a medida que escribes. Por último, dobla el papel en cuatro partes y luego, introducelo en el cuenco para quemar. Después, enciendelo, procurando que arda junto a las hojas de Romero. Una vez que consigas un fuego alto, impregnado del olor característico de las hojas, cierra los ojos y coloca las manos sobre el cuenco ( cuidando de no quemarte ) e invoca de la siguiente manera:

"Sueño con las Tierras de la Sabiduría
Danzo y bailo en la alegría
Me despojo de todo temor y toda duda
para encontrar el brillo del valor
Alzo mi voz a la estrellas
En busca de la respuesta
y la obtengo en mi corazón
Así sea"

Ahora, cierra los ojos e imagina que te encuentras de pie frente a una Hoguera que brilla en el centro de un valle rodeado de altos árboles. Las llamas se elevan a lo alto en medio de una noche estrellada. El olor agradable de la madera al quemarse se extiende en el regazo del viento y el sabor de la humedad de la tierra, te inunda la nariz y la boca. Comienzas a bailar, con los brazos en alto, desordenadamente, riendo. Danzas rodeando la Hoguera, disfrutando de su calor, abandonándote a la sensación que el fuego llena tus pensamientos y tus deseos. No existe ningún temor en ti  no existe ninguna incertidumbre o angustia, porque el fuego te protege. Con los brazos extendidos sobre la cabeza, te llena una emoción profunda y personal, tan intensa que tienes deseos de llorar y gritar. Hazlo si ese es tu deseo, ríe  abre los ojos, mira las estrellas que se abren sobre ti, protectoras y brillantes. Ahora, descubres que no bailas solo: a tu alrededor, siluetas apenas dibujadas por el chisporreteo de las llamas te acompañan. No puedes ver su rostro, pero sabes que son quienes has amado y que han partido al Infinito. Siente que ese reencuentro es profundamente significativo y personal. Cantas para ellos, les dedicas tus movimientos cada vez más rápidos y armoniosos. Y el fuego se hace cada vez más alto, rugiendo en la noche, uniéndonos en la luz, purificando tu espíritu  La luz de espíritu te envuelve, se hace cegador, intensamente sentido.


Vuelve ahora a tu núcleo de conciencia habitual. Si lo deseas, aguarda que las velas se consuman para dar por finalizado el ritual. Si no quieres hacerlo, apaga las velas comenzando por la vela naranja a tu derecha y terminando con la primera vela negra que encendiste y que corresponde al punto cardinal norte, mientras dices:


"Crea poder en mí
Crea fuerza en mí"

Come y bebe algo para equilibrar la energía que has obtenido mediante el ritual.

1 comentarios:

Janendra Cien Pájaros dijo...

*^* que bonito ritual, me lo agencio.

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