martes, 14 de febrero de 2012

La sagrada sensualidad. El beso de Istar.




Istar era la Diosa acadia del amor. Para la cultura sumeria, el nombre de Istar era Inana y dentro del mito de Asertu desempeña el rol de Anat-Astarté. En los poemas hurritas es hermana de Tesub.

Durante los rituales de Fertilidad dedicados a la Diosa, las virgenes vestales consagradas a su energía llevaban a cabo un ritual que despertaba la belleza sexual de las mujeres. Este conjunto de rituales, que nacieron en el templo de la Diosa en Nínive, se propagaron a través de Europa a través de las tradiciones orales griegas y etruscas.

El ritual que a continuación describiré, lo practicaban las vírgenes ninivitas la noche en que ofrecian su desfloración a la Gran Diosa, para alcanzar la intensa sensualidad yentrega que correspondía a esa ofrenda sagrada. Se realizaba en pareja y tiene la intención de utilizar la energía sagrada del sexo para crear un vinculo profundo y duradero entre el hombre y la mujer.

Materiales:

Un rubí o una pieza de ámbar rojizo.
Una vela roja.
Siete velas blancas.
Dos cojines o almohadones, uno rojo y el otro naranja.
Incienso de Sándalo.
Un pebetero.
Siete rosas rojas.

Disposición:

Antes de comenzar el ritual, distribuimos las velas por distintos lugares, de modo que circunden la habitación. Colocaremos entre cada par de velas una rosa y opcionalmente podemos esparcir algun perfume que agrade y estimule a ambos.

En el suelo colocaremos los dos cojines enfrentados, y en el centro entre ellos, la vela roja, el pebetero con incienso y la piedra de ámbar. Entonces, realizaremos la siguiente invocación, con estas palabras o cualquier otras que guarden el sentido original:

"Te llamo a ti, Gran Madre Istar,
Reina de la ternura y la fuerza de la Pasión para que me envuelvas en los benditos efluvios de tu nombre. Que crezca en mi el deseo, y que la sensualidad sea mi nombre"

A continuación, encenderemos las velas blancas, y luego de apagar cualquier otra fuente de luz en la habitación, saldremos de ella durante siete minutos.

Regresaremos a la habitación con nuestra pareja, estando ambos desnudos para dar comienzo al ritual propiamente dicho:

La pareja se sentará sobre los cojines, el hombre en el naranja y la mujer en el rojo, en la posición de flor de loto, con las piernas cruzadas por debajo del cuerpo. Ahora, la mujer tomará la piedra de ámbar, se la lleva a la boca y la sostiene entre los dientes. Ella enciende entonces la vela roja y él, el pebetero. Después, mirandose a los ojos, se concentran con respiración profunda abdominal. Toda idea y pensamiento inquietante debe desaparecer de la mente de ambos. Mientras respiran lentamente, concentrandose, los cuerpos deben relajarse, entrar en una poderosa sincronia. Mentalmente, invocaran la fuerza de la Diosa, de su mistica presencia, en forma de sensualidad y atracción fisica.

Ahora, la pareja debe estirar lentamente los brazos, sin dejar de mirarse a los ojos, hasta que la punta de los dedos se toquen. Permanecerán un momento en esa posición. Luego, muy lentamente entrelazan los dedos, concentrados en percibir intensamente el contacto erótico con la piel del otro. La fuerza de la Diosa será el aliento entre ambos, la belleza del deseo, la sensación natural y sexual de la fuerza que crece y se debate, que proporciona sentido a la vida y al vinculo secreto de los sentidos. La sensación se extenderá por su cuerpo en olas acompasadas, mientras la respiración sigue siendo profunda y abdominal.

Muy lentamente, la pareja comenzará a levantar los brazos, aun con las manos unidas. Entonces se inclinaran el uno hacia el otro, acercando lo suficiente los rostros como para que los labios se toquen. La mujer empujará ahora la piedra de ambar un poco con la lengua, permitiendo que él la sostenga con sus labios. Sostendrán este beso, con la piedra en el centro, mientras perciben como la fuerza sexual en ambos aumenta y se hace cada vez más punzante y aguda.

La pareja se mantendrá en esa posición culminante del ritual durante algunos minutos, cerrando los ojos y disfrutando del delicado beso de Istar, con la piedra aun sostenida por los labios y lengua de ambos. Lentamente, envueltos en las vibraciones eróticas de Istar se acariciaran lentamente, percibiendo la respiración de uno y otro, acompasandola a un mismo ritmo, sintiendo que la fuerza carnal que despierta en ambos en ritual se ha convertido en el unico lenguaje comprensible para ambos.

Después, él coge la piedra con los labios y se repite el ritual, para completar el ciclo. Como es natural, muchas parejas culminan el ritual haciendo el amor, aunque no es requisito indispensable.

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