miércoles, 18 de mayo de 2011

En Tierra Asolada





Hace 6 años ( Por una extraña distorsión de mi conciencia me cuesta creer que el tiempo sea capaz de transcurrir de una manera tan sutil pero destructora ) apunté en un diario unas palabras de la Julia de Ana Mª Moix: "Se preguntaba una y mil veces por qué había de sufrir por algo tan sencillo, tan fácil para los otros". Esta mañana me he dedicado a recrear esa pequeña rutina que da sentidos a todas las cosas - o que al menos, solía dársela - pero que la desposesión  ( ah Emily Dickinson ) hacía tan valiosas: ducharme, leer un fragmento de uno de mis libros favoritos, tomar prestadas unas cuantas bocanadas de aire luminoso al sol,  mirar el mundo con cierta sensación de desencanto después de haber pasado la noche en vela, disfrutando de mi vericuetos personales, del sabor del Castillo de mi Memoria en donde yacen mis más ufanas fantasias. Una voz en silencio, la frontera entre la soledad y la perfecta desidia.

He recordado a la Moix, y quizá también a Manolo García: "y ahora sopla el viento, cuando el mar quedó lejos hace tiempo; cuando no tengo barca, remos ni guitarra". La verdad es que estoy exhausta de realidad, y a veces no acabo de saber bien dónde tengo los pies, dónde se encuentra mi júbilo, si es que no vive ya demasiado lejos de mí. Tiempo, tiempo, un poco de tiempo para aligerarme de todos los pesos, para que pase el frío, para que crezca algo en tierra asolada.

1 comentarios:

corazon de gacela dijo...

El jubilo no esta fuera de ti, el jubilo eres tu, esta en ti. Es esa capacidad, que la tienes, pero no la has hecho suficientemente consciente,de tomar esas bocanadas de aire luminoso al sol.
Preguntate ¿Hay alegria, facilidad y liviandad en lo que hago? Si no las hay, entoces el tiempo te esta ocultando el momento presente, y la vida la percibes como una carga, como una tierra asolada.
Un libro para compartir, "el poder del ahora" Eckhart Tolle

Publicar un comentario