lunes, 9 de julio de 2012

Las 7 ventajas de la Gordita que se resumen en una sola: Sonreír. Una respuesta al artículo de Alejandra Azcarate




Hasta ayer, yo no tenía idea de quién era Alejandra Azcarate y de haberlo sabido, es bastante probable que no me habría importado demasiado: Ella se define como "Comediante", pero personalmente el humor chirriante, vulgar y de mal gusto, no suele ser mi preferido, por lo que asumo no me habría llamado la atención lo que Azcarate considera "bromas". Pero la conocí ayer, vía un desafortunado articulo cuyo autoría se atribuyo - más adelante volveré sobre el punto, así que no lo olviden - y que entre resumidas cuentas, se dedicó a burlarse, en lo que al parecer es su concepto de ironía y humor, de las mujeres obesas.

Lo hizo como suele hacerse y lamentablemente es parte de esa costumbre popular: burlándose de los complejos, la angustia y probablemente la inseguridad de las mujeres que cada día deben luchar contra los prejuicios que la forma de su cuerpo despierta. Contra ellas mismas sobre todo. Lo hizo con algo parecido a "sarcasmo", que no era otra cosa que simple facilidad para herir y utilizar los estereotipos corporales como arma. Además de todo, dejaba bien claro, que ella era poseedora de lo que se supone es la perfección fisica: se describe así misma como ágil, ligera y esbelta. Y de hecho, la fotografía que muestra el artículo, muestra una de estas tantas figuras ganadas a fuerza de ejercicio, dieta y trabajo duro. No obstante, el artículo, una clara muestra de absoluta estupidez, dejaba claro que la señorita Azcarate no solo anda baja de peso corporal, sino de  solidez de ideas.

Porque no deja de ser asombroso que un artículo denigrante, insultante y duro, disfrazado de humor, haya sido "escrito" por una mujer que durante años luchó con su sobrepeso. Peor aun, parece anecdótico el hecho que cuando la supuesta "comediante" comprendió el tipo de desastre publico que había cometido al publicar en el portal Colombiano "AloMujeres.com" , solo cuando una gran reacción de disgusto masivo le mostró cuanta fibra sensible había tocado. De inmediato, la opción fue disculparse. A regañadientes, por supuesto. En una entrevista donde la fotografía la muestra ceñuda y al parecer tensa, llamó a su despropósito  "la felicidad de reírse de si misma" y después, solo atinó a explicar que para ella "Era una exigencia personal de su pareja ser flaca", entre otros comentarios tan fatuos que de alguna manera esclarecieron el hecho que "escribiera" - Recuerden estas comillas - un artículo donde humilló a las mujeres que no pertenecemos a su ideal de belleza, sino que además simplemente no comprendemos el mundo de la manera sesgada, limitada, prejuciada, superficial y necia como la suya.

Pues señora Azcarate, no puedo menos que reírme de usted. Pero no por "talento" para el humor, sino por su casi conmovedora pobreza mental. Me hace reír, no sin cierta crueldad, que no solo no tenga la capacidad para comprender que el humor puede ser ofensivo - y de hecho, con todo el derecho de serlo - pero no descalificador. Porque el humor, es una muestra de inteligencia, la más poderosa, aguda y certera. Un buen comediante, habría exaltado probablemente el buen humor perenne de la llamada"gordita", de esa mujer que debe enfrentarse  - y con una sonrisa, además - a gente como usted, que la menosprecia y la disminuye solo por exceso de kilos. Un buen comediante, Señora Azcarate, habría mirado a través de la "Gordita", esa que debe ir a la playa para recibir criticas de las sobrevivientes del mundo de las flacas idiotas, como usted, y aun así, atreverse a tomar el sol, a sonreír al mar para celebrar su osadia. Un gran comediante, a diferencia suya, habría visto ese malicia de la mujer que no se amilana por nada, que no se deja vencer por los prejuicios y temores, esos mismos que la tienen a usted intentando cumplir exigencias personales de un hombre que al parecer le exige delgadez pero no inteligencia.  Me río un poco de su ignorancia de lo que hay más allá de las cuatro paredes de su casa donde al parecer el mayor valor es un espejo y no un libro. Y me río de usted por su simplicidad, por su llaneza, de disculparse amparándose en el arte de hacer reír, cuando lo que provocó simplemente fue burla generalizada pero hacia usted.

Porque sin duda, algo aprendimos los lectores de ese pedazo de planfleto a la idiotez que usted insiste en llamar artículo: de la vanagloria del idiota, el inteligente siempre extraerá lecciones. Y creo que la gran comunidad de mujeres hermosas y sanas de este mundo, las que nadie les exige sino una sonrisa, las que todos los días caminan por la vida con la frente bien en alto, radiantes de energía, conscientes de su lugar bajo el sol, las bajitas, las rellenitas, las altas y desgarbadas, las delgadas y fuertes, hemos aprendido de usted que finalmente, el mundo comienza a comprender que lo que hace bella a una mujer no es la medida de su cintura, sino la amplitud de su sonrisa.

Ah, antes que lo olvide: No se que más patético: su artículo, su disculpa, o el hecho que ese panfleto al prejuicio, la estupidez y la necedad ni siquiera lo haya escrito usted. Deberia tener en cuenta, que a diferencia de lo que demostró, los demás que frecuentamos el mundo internauta si solemos pensar.

Si quieres leer el artículo de Alejandra Azcarate "Las 7 ventajas de la Gordura", haz click aquí.
Si quieres leer como se disculpó, haz click aquí
Si quieres ver de donde se lo Plagió Alejandra Azcarate; lee aquí


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