sábado, 24 de marzo de 2012

De la Nanny a la Cachifa: la palabra que analtece y ofende #BabySitterWeek




Mi amiga E. tiene un humor muy sardónico y supongo que era inevitable, que nada más saber que durante una semana, seré una mala imitación de un ama de casa, comenzara a burlarse. Luego de las bromas acostumbradas, sobre mi torpeza en la cocina y mis traspiés para  entender el misterio del ciclo de lavado normal, me señaló y con una sonrisa maliciosa soltó una palabra, que otra circunstancia nunca me había interesado en lo más mínimo, pero que esta vez me sobresaltó y por alguna razón, me irritó.

- Cachifa! - E. siguió riendo de manera juguetona y me dio un pequeño empujón en el brazo - trabaja cachifa!

No respondí. De hecho, dejé de reírme y me tuve que preguntar porque súbitamente me sentía tan disgustada, tan...ofendida - porque  esa es la palabra justa para describir la emoción un tanto amarga que me recorrió en ese momento - por una palabra que hasta entonces no me había importado en lo más mínimo. Y comprendí, sin duda, que en este singular estado mental en que me ha sumido formar parte de lo hogareño de manera tan intima, me ha hecho darle toda una serie de nuevas interpretaciones a cosas inesperadas. Hablo que, de pronto, comprendí no solo lo peyorativo que puede resultar nuestras percepción sobre el quehacer domestico, sino además el hecho que el mismo termino denigre, lo que sin duda es, un oficio que a pesar de ser tan duro, pasa desapercibido la mayor parte de las veces.

Porque si bien, en ocasiones se enaltece la abnegación de las madres que dedican su vida a levantar la paz doméstica - y quién ha seguido mis últimas entradas, sabrá que comienzo a comprender la razón de esa dignidad de la madre Tradicional - el trabajo silencioso de domésticas y personal de servicio no suele ser considerado tan valioso y mucho menos, tan digno de admiración. Lo cual resulta cuando menos desconcertante: no es incluso más meritorio ocuparte, con la misma abnegación y esfuerzo, de una familia que no te pertenece? Y no hablemos de dinero. Obviamente, comprendo que se trata de un trabajo como cualquier otro, pero durante esta semana comprobé que necesariamente, el trabajo del Hogar es de un tenor tan intimo, tan personal, que debe haber en algún ingrediente emocional que pueda sustentarlo. Suena fantasioso? Idealista? Pues, no tanto: esta semana en más de una ocasión, y en pleno ataque de pánico por los pequeños desastres domésticos que sufrí y provoqué, sentí el deseo de tomar mis maletas y dar por terminada la experiencia. Por qué no lo hice? porque siento amor por esta familia. Así de simple. Siento amor y parte de ese afecto, se traduce en una responsabilidad concreta. Por supuesto, no digo con esto que toda trabajadora doméstica deba amar a cualquiera a quien preste sus servicios, pero indudablemente, hay un ingrediente emocional aquí. Una idea evidente. Las camas bien tendidas, el piso reluciente, la comida caliente a las horas indicadas, los baños radiantes, la madera pulida. No dudo que puedas llevar adelante cualquier quehacer semejante casi de manera mecánica, pero aun ese mismo pensamiento resulta inquietante. E incluso doloroso.

Porque hablo que cuando formas parte de la intimidad de alguien más - de la vida corriente de la ropa sucia tirada en el suelo, los cubiertos manchados olvidados en las esquinas, las camas revueltas - es inevitable sentir que avanzas en medio de la vida, los pequeños secretos, defectos y virtudes de alguien más. Es extraño, conmovedor, ese silencio, esa ternura, del día a día,  descubrir la humanidad en gestos tan simples como la camisa sucia, el zapato arrojado de cualquier forma al fondo del armario, el baño desordenado. Y es esa sensación de conocer, de ser parte de, lo que debe resultar desconcertante, para quién debe partircipar solo por dinero, solo porque debe hacerlo. Un deber tan extraño como desconcertante, encontrarte deambulando por la vida de alguien a la manera de un observador, como quien mira una escena a la que no pertenece, pero reconoce, que asume pero no participa, que disfruta a medias solo por el hecho de recordarle la propia.

De manera que esa "cachifa", la "sirvienta" mira tu vida de una manera que no puedes imaginar, una forma tan amplia que quizá te sorprendería que conclusiones podrías sacar sobre eso. ¿Lo has pensado?  Tu mundo personal desmenuzado por la opinión y ese ritmo personal de alguien más. La idea resulta, cuando menos inquietante, incluso desborda un poco las orillas de pura humanidad.

- ¿Te disgustaste Agla? - E. se ríe de nuevo, quizá confusa.  Me mira atentamente, como preguntándome que me ocurre. Sacudo la cabeza y sin responder, tomo  las toallas mojadas que en algún momento del día deberé arrojar a la lavadora - una vez descifrado el enigma del jabón y el suavizante -  para continuar el ciclo interminable del micromundo doméstico. Y me hace sonreir que de pronto, sea conciente de tantas cosas a la vez, de tantas ideas completamente nuevas que enriquecen mi visión ya no del mundo que me rodea, sino de mi percepción de lo que pequeño, lo usual, lo que muchas veces consideramos normal.

C'est la vie.

Más tarde: Sigue asombrandose la complejidad - en lo simple - de la vida hogareña. De pronto, mi ceguera selectiva con el desorden comienza a transformarse en una especie de capacidad desconocida para encontrar el elemento discordante en medio de lo normal. Me refiero en concreto, que comienzo a comprender que mi desorden personal no es un tipo de habito al caos, como siempre creí, sino una indiferencia suprema hacia esa idea de hogar que todos tenemos. Me sorprende el pensamiento y me pregunto, cuando de desarraigo, cuanto de simple tristeza quizá, existe en ese caos personal, en esa enorme idea sin resolución que siempre creí se trataba de un poco de anarquia mental. Mucho para pensar sin duda, mucho para analizar.

1 comentarios:

Jacobo Alonso dijo...

y ahora con esto.. no se que decirte me encanta leer tus ocurrencias.. pero si creo que el termino cachifa(lo uso mucho, lo confienzo) jaja es un termino un poco denigratorio a la persona que por x o y motivo ayuda es lo que haceres del hogar, aunque es tipico de nuestra cultura llamar a esa persona asi ya sa por cultura, o amistad; y por experiencia propia se (es lo unico que se hacer bien ja!) es un trabajo duro y mas fuerte que cualquier otro trabajo de lo que he realizado.. asi que espero que mejores en tus actividades del hogar mi cachifa preferida xD

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