miércoles, 1 de diciembre de 2010

Diciembre Mágico



Diciembre es el duodécimo mes del año en el calendario Gregoriano, el primero del invierno y tiene 31 días. Su nombre deriva de haber sido el décimo mes del calendario romano. Los amuletos tradicionales son el Zircón azul y la Turquesa. Las flores del mes son el muérdago y la Poinsettia (planta de navidad). Diciembre es compartido por los signos astrológicos de Sagitario y Capricornio. Las deidades paganas más resaltantes son: Atus, Dioniso, Freya, Lucina, Odin, Wotan y todos los Dioses Cornudos (Pan, Cernunnos, Herne)


La fuerza del despertar de la razón:

Según la Tradición de la Diosa que practico, durante el mes de diciembre se celebra la transformación y evolución de la energía personal, debido a lo cual se llevan a cabo rituales donde el principal objetivo es la celebración de nuestra voluntad creadora y la fuerza espíritual.

Sin embargo, la conmemoración más importante del mes dentro de la estructura ritualista de mis creencias, es sin duda la llamada "Extallido de la energía amarilla”, la cual se lleva a cabo la noche del 21 de diciembre y recibe su nombre debido a que en un ambiente  alegre y vivaz, celebramos la energía del renacimiento en el poder ciclico de la tierra: nuestro espíritu se hace cada vez más sabio al impregnarse de la energía del conocimiento y la convicción que proviene de la Diosa.

Para representar la energía amarilla, se encendían velas en el altar durante toda la noche y se fabricaba en familia la “Lámpara de la voz nocturna” que simbolizaba la ofrenda de la congregación al espíritu de la felicidad y la ensoñación juvenil. Las brujas también realizan rituales para la consecución de aceites esenciales e inciensos rituales durante esta noche, buscando así la fuerza de la creación en tales procedimientos.

Debido a que el Sol se encuentra en su punto más bajo en relación a la tierra, se realizan rituales donde el Dios o energía de equilibrio tiene un factor predominante.

La Tierra escucha la voz de la Diosa:

El solsticio de Invierno es una celebración vinculada a muchas antiguas formas de magia y paganismo, tal vez por ese motivo recibe númerosos nombres, cuyo origen proviene, probablemente de las distintas perscepciones culturales sobre la fecha: Yuletide, Alban Arthan, Midwinter, Feill Fionnain, Retorno del Sol, Nuevo año Pagano, Saturnalia, el Gran día del Caldero, Festividad del Sol.

Indudablemente, el solsticio de invierno represeta el rencuimiento del Dios después de su muerte ritual durante la celebración de la fiesta de los Ancestros (31 de Octubre ). Es de hecho, durante este solsticio en que la Diosa da luz al nuevo Dios. Este alumbramiento es un eco simbólico del nacimiento del Sol del Año Nuevo. A esta deidad renacida se le conoce, a veces, como el "hijo de la Promesa" o el "hijo de la luz". Su cometido es traer la luz y la vida de vuelta a la tierra, mientras la Diosa descansa soñando en los mundos subterráneos, esperando su resurreción en primavera.

Algunas tradiciones paganas denominan a este solsticio "Yule": palabra que probablemente derive de "Geola", que significa "Yugo" en inglés antiguo o Hweol, "Rueda" en escandinavo. Ambos significados son símbolos apropiados, pues Yule, por un lado, empareja a los años, el viejo y el nuevo, y el giro de la rueda, por otro, se hace eco del rodar de las estaciones.

El solsticio de invierno siempre ha estado señalado por las fiestas, la bebida y la alegrúa. Para muchas comunidades primitivas, el invierno era un tiempo peligroso. La mayoría de los habitantes de los pueblos tenían que sobrevivir con salazones o mediante la caza. El Solsticio, al menos, traía la oportunidad de celebrar una fiesta antes de la larga espera previa de primavera.

Durante este período, los paganos llenamos nuestros hogares con hojas de Acebo, hiedra y muérdago, confirmando el poder de la vida en medio de la muerte. El Acebo es un símbolo del Dios, sus hojas siempre verdes y sus bayas rojas nos recuerdan el poder de la sangre curativa del Dios. Las hojas de cinco lóbulos de la Hiedra simbolizan el pentáculo, y los retorcidos zarcillos que la rodean, la espiral del año. A menudo, se asocia con la Diosa.

Correspondecias del mes de Diciembre:


Colores: Naranja, rojo, verde, dorado y plateado.

Aspecto de las divinidades: La Diosa da a luz al Dios Sol.

Deidades: Cernunnos, Bladur, Apolo, Ra, Osiris, Horus, Lugh, Odín, Las Morrigan, Brigit, Isis, Deméter, Dagda, Gea, Pandora, Selene, Ártemis, Juno, Diana, Astarté, El Rey Roble, Los Dioses Cornudos.

Hierbas, Flores e inciensos:  Salvia, acebo, muérdago, romero, roble, pino, cedro, enebro, mirra, hiedra, laurel, nuez moscada, canela.

Piedras: Rubí, esmeralda, granate, ónix, diamante, oro.

Decoraciones: muérdago, guirnalda de flores secas, canela en ramas, manzanas, naranjas, tronco del Sol.

Alimentos: Nueces, manzanas, naranjas, vino, pavo asado, peras, pasteles, torta negra, te de jengibre.

Tradiciones: Decoración del tronco del sol, quema del tronco del sol, coronas de pino para la protección de los hogares, baquete nocturno en celebración del solsticio.

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